Esta reseña sobre Hanyo no Yashahime: Sengoku Otogizoushi contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 8: “La trampa contemplasueños”
Hanyo no Yashahime retoma su historia en la persecución a Yotsume. Sin embargo, este alcanza antes la guarida de su ama, Kyuki, una de los “Cuatro Peligros” de Kirinmaru. Esta le ofrece el poder de una de las siete perlas arcoíris. Con el nuevo poder, Yotsume deja inconsciente a Moroha y a Towa, pero no puede con Setsuna, ya que esta no tiene sueños que puedan ser robados.
Durante la lucha, los recuerdos soñados de Towa, Moroha y Takechiyo se cruzan, dando pistas importantes sobre el pasado y las debilidades de las jóvenes a Kyuki, que lo observa todo. En ellos, descubrimos que el padre de Takechiyo es Hachi, que Inuyasha se enfrentó a Kirinmaru y Sesshomaru y que la ausencia de recuerdos de Setsuna está relacionada con el Árbol de las Edades. Finalmente, Setsuna vence a Yotsume y, en cuanto Moroha y Towa despiertan, se enfrentan juntas a Kyuki. Esta ha absorbido toda la energía demoniaca de las tres jóvenes, pero Towa también tiene ese poder y lo usa para vencerla.
Por otro lado, se revela que Riku es el cliente que las ha contratado para vencer a los “Cuatro Peligros”, que Takechiyo y Jyubei están a su servicio.
Análisis: sueños cruzados
Hanyo no Yashahime nos da interesantísimas claves en su octavo episodio. Tras el planteamiento circular de los primeros siete capítulos, nos entrega las piezas sueltas de un complejo puzle cuya solución se hará de rogar. Así que, definitivamente, podemos afirmar que esta será la dinámica de la serie. Paciencia y encanto por la aventura para una historia sin prisas.
Los hechos de esta entrega, de naturaleza crucial, nos llevan a teorizar y enlazar sin fin, pero no siendo amiga de la especulación, con tan poco fundamento, nos centraremos en otros elementos de interés, como el impacto emocional que provocan estos sueños cruzados. Y es que, sin duda, se ha sabido encuadrar estos recuerdos en el plano onírico, destacando la belleza de las imágenes y la sugerencia.
De profundo impacto emocional, la escena de la despedida de Kagome y su pequeña remueve los sentimientos del espectador, porque sin exceso melodramático, transmite la tensión y la pena en una escena fugaz, muy intensa.
El despertar de Towa
El comportamiento de Towa, desde que llegó a la época feudal, ha sido un poco errático, incoherente; me atrevería incluso a añadir mal construido. No obstante, esas dudas propias de una adolescente del siglo XXI, mejor o peor contadas, tienen un antes y un después tras la lucha con Kyuki.
Si hay un desarrollo loable en su inicio en Hanyo no Yashahime, ese es, precisamente, el diseño de sus tres protagonistas a nivel intelectual y físico. Towa se nos perdió un poco por el camino, quedó eclipsada por la elegancia misteriosa de Setsuna y la genialidad de Moroha. No me disgustan sus arranques infantiles, me parecen tiernos, pero esta evolución psicológica y emocional era necesaria. Liberar el poder demoniaco es una metáfora de su aclimatación a la nueva realidad, no lo perdamos de vista.
Riku, un enemigo complejo
Riku y sus intereses abren nuevas preguntas, nuevas posibilidades en la trama. Es un personaje que ha venido a enriquecer el elenco de los antagonistas; posee una actitud ambigua, y es poderoso. Tal vez, detectemos ciertos estereotipos en el desarrollo de su personalidad y su aspecto, por cuanto presenta cierto narcisismo con dosis de pasión torcida, truculenta. Recordemos, Riku mata a lo que ama y encarga el trabajo a otros cuando odia. Si amor y muerte van de la mano, tenemos el clásico enemigo con tendencia a lo sádico.
No teorizaremos, aunque tengo algunas ideas en mente sobre su origen. Ahora bien, gracias a su ambición sabemos que 7 son las perlas arcoíris en Hanyo no Yashahime.
A modo de conclusión
Hanyo no Yashahime avanza en la historia principal de la saga. Lo hace lentamente, y las revelaciones son pistas sueltas, puras sugerencias que aumentan la intriga del espectador. Nos toca recolectar poco a poco las piezas de un puzle que no quiere revelar sus secretos de golpe.
Por otro lado, no podemos ignorar el impacto emocional de la despedida de Kagome de su hija, junto con otras informaciones importantes. Destaca también la actitud de Towa, que libera su poder y se va conociendo mejor a sí misma. Por último, no olvidaremos mencionar cómo Riku pasa a enriquecer el elenco de antagonistas.
Una semana más, el misterio y la aventura mantienen nuestra intriga.