Reseña | Runway de Waratte – Capítulo 8

lightbulb_outline Esta reseña sobre Runway de waratte contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.

Capítulo 8: La capacidad de un diseñador

Una madre, una enfermedad, cuatro hermanos que dependen de ella, sin padre, cada hijo con sus propias metas. Iku mantiene la calma para tranquilizar, pero en la soledad se quiebra. Situación crítica, carencia de dinero en su familia, cosa que hará que varios quieran aprovecharse de Iku, que con dignidad y dolor niega cualquier tipo de ayuda egoísta, pues no solo tratan de destruir su sueño sino también el de alguien especial. Yanagida demuestra su amabilidad, Kokoro su amistad y el señor Fujito enseña lo que es ser un hombre de palabra. La tormenta disminuye, se ve la costa en la cercanía.

Opinión del capítulo

Este ha sido el capítulo más dramático de lo que va del anime, centrado netamente en Iku y con pocas apariciones de Chiyuki, pero las necesarias para saber qué es lo que pasa. Dramático no en un sentido negativo, sino que digo eso por lo que sucede, todo acontecimiento en este capítulo tiene su toque de emotividad, de bajos y altos. Quizá lo resolvieron muy rápido, porque el drama de la madre de Iku podría extenderse por más capítulos y generar más tensión y expectativa, lo mismo para lo sucede con Iku y su búsqueda de dinero. Y por lo que pude entender, pasa cierto tiempo entre lo que sucede con la manager de Kokoro y lo del señor Fujito, unas semanas. Ese tiempo no visto parece no ser importante para la trama de Iku, quizá no lo es, pero me genera más dudas con respecto a los otros personajes, porque no sabemos qué les pasó, cómo se habrá sentido Kokoro, si es que Yanagida encontró a otro Okappa. No puedo negar que me emocioné, pero a la vez no puedo negar que sentí muy rápida las respuestas a los problemas.

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Ser fuerte, ser débil

Cuando hay personas que se quiebran, algunas deben mantener la compostura y actuar de manera serena ante un acontecimiento atroz. Y no se actúa imperturbable por desprecio al acontecimiento, sino para poder transmitir calma y serenidad, para poder hacer sentir mejor a los demás. Y aunque actúe así por fuera, puede que por dentro esté igualmente destrozado, pero ese destrozo no lo deja ver porque sino todos se sumarían en la melancolía y malestar. No recuerdo bien si Iku era el mayor, pues varias veces es el mayor quien toma la posición de calma y aguanta el dolor. Pero viendo la cultura japonesa, igualmente es normal que el varón sea quien mantenga la calma a pesar de todo, y entrando en la psicología de Iku, él mismo se pone la responsabilidad de hacer que sus hermanas estén bien y no se preocupen, cargando con todo lo que puede cargar para aliviar el dolor de ellas.

No es malo ser débil o demostrar la debilidad, sacar del dolor de uno llorando o gritando logra, de alguna manera, tranquilizar a uno, no retener las cosas. Todos necesitamos nuestros momentos de debilidad para poder ser fuertes luego, por eso Iku, al irse su hermana, se pone a llorar, triste, porque él también necesita mostrar su tristeza. Somos humanos y ante algo tan grave como la casi pérdida de una madre, es casi imposible no estar mal.

Decisiones

Abandonar ciertas cosas que gustan y que ayudaban a seguir adelante en las metas y sueñas que se tiene, eso no es nada fácil, es una jugada complicada que merece una resolución fuerte. Es una decisión compleja, pero que se debe tomar. Iku abandona a Yanagida y a Toh para hacer trabajas en los que no encuentra satisfacción pero que sí le genera recursos para poder pagar la deuda del hospital. Tomar una decisión implica, en varios casos, poner en una balanza lo que es más importante, en el caso de Iku sería seguir con sus sueños y desocuparse de su familia o ayudar a su familia que no tiene cómo cubrir todos sus gastos. Y aunque Iku la tenga clara, no es que sea fácil hablar con personas a las que aprecias y decirles que te retiras. Aunque renunciar sea necesario, igual frustra y te desquitas con quien está más cerca.

No puedo no hablar de Chiyuki, pues su decisión de ir a París y buscar oportunidades ahí se nos muestra en el capítulo. Al final los resultados de su decisión fueron nulos, no consiguió nada, siempre fue rechazada, cosa que en parte se veía venir, pero esto puede quebrar la decisión y la fortaleza de Chiyuki, y lo hizo. Sin recursos y rechazada, volvió a Japón.

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Viejas promesas

Realmente había olvidado esa promesa del señor Fujito, pero la terminó cumpliendo. De por sí el señor Fujito fue la persona que le dio el empuje a Iku, por el contacto con Yanagida y ahora por comprarle el diseño del vestido a Iku, cosa que como él dijo se lo prometió, pero también pidió disculpas por haber demorado tanto. Quizá el señor Fujito con esto cumple una doble promesa, una que sabemos le hizo a Iku y otra que sin mostrarla en pantalla quedaría implícita, apoyar a Chiyuki sin que él intervenga de manera directa. Es su hija y aunque parezca que no la ayuda, realmente me parece que como padre lo hace bien, pues hace que Chiyuki tome responsabilidad de sus acciones y pueda surgir ella misma y se marque un nombre ella misma, que no digan que por ser hija de él tiene todo lo que quiere. El señor Fujito aventó al pájaro Chiyuki para que ella pueda volar por sí misma. Una promesa vista y una promesa para sus adentros, ambas son antiguas.

El sol hace brillar a la luna

Cuando íbamos al colegio, sean del país que sean, en alguna materia nos enseñaron sobre el sol y la luna, aprendimos que la luna no brilla por luz propia sino que esta es recibida por el sol y que de acuerdo a las etapas de la luna se va mostrando y ocultando hasta desaparecer, para luego renacer. Este tipo de relación la tienen Iku y Chiyuki, claro que algunas veces uno de ellos es el sol y el otro la luna. Cuando Iku estaba mal su sol llegó a ser Chiyuki, la chica de cabellera como el sol. Y cuando Chiyuki era la luna, Ikuto fue el sol. Pero no solo a plano emocional se apoyan, en el mismo diseño de ropa se da esta relación, Iku quiere hacer brillar a Chiyuki y esta quiere hacer brillar a la ropa de Iku, ambos se vuelven sol y ambos se vuelven luna, haciendo que el brillo sea más deslumbrante aun. Si Iku está bien podrá ayudar a Chiyuki y qué mejor manera de ayudarla que pidiéndole que sea su modelo. La pasarela de Geika tendrá mucha iluminación.

Si bien hice la crítica negativa al inicio, no puedo negar que dentro de este anime este capítulo ha sido mi segundo favorito, porque a pesar de apurar el paso con el desarrollo del drama, no sentí tanta incoherencia. En sus 24 minutos se desarrolló bien el capítulo, y si lo tomas de manera independiente, hasta se podría decir que tuvo buen ritmo. La situación parece indicar que los capítulos finales serán sobre el desfile, pues solo contará con 12. Ahora sí me “ánimo” a decir que dudo que tenga segunda temporada, así que a disfrutar lo que queda.

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