lightbulb_outline Esta reseña sobre Honzuki no gekokujou 2 contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 6 (20): El camino por delante de Lutz
Lutz tiene una discusión con su familia y se escapada de casa, por lo cual comienza a vivir en el ático de la Compañía Gilberta, como si fuera un aprendiz residente. La familia de Lutz se entera de donde trabaja por medio de Turi, la cual tuvo la aprobación de Myne. Su familia va a la compañía a tratar de llevarlo a casa, con resultados nulos. Myne, ya sana, le comenta la situación al Sumo Sacerdote y este decide tomar cartas en el asunto, por lo que cita a ambas partes, Benno y a la familia de Lutz. Benno tiene intenciones de adoptar al niño rubio, pero la familia se niega. Luego de una serie de palabras intercambiadas se descubre el gran amor que tiene Lutz por parte de su familia y la adopción es negada, regresando el niño con su familia y siendo heredero de Benno. Por el lado de Myne, esta se lleva una enseñanza por parte del Sumo Sacerdote: ser imparcial.
Opinión del capítulo
Este ha sido un capítulo relativamente emotivo. Pudimos saber más algo más sobre la familia de Lutz y la actitud de su padre, Deed. Solo sentí una cierta incoherencia, pero creo que me fue aclarada, porque la madre de Lutz en una conversación que tuvo no recuerdo con quien, parecía que había aceptado la labor de Lutz. La problemática no se da por la aceptación de su trabajo, aunque hay muchas partes donde parece que es por eso (sobre todo en la primera mitad), sino por el viaje. El conflicto de Lutz se estuvo desarrollando y ya teníamos indicios de problemas, mas no creí que fueran a nivel familiar. A mi parecer debieron haber trabajado algo más el conflicto en los capítulos pasados, pues vimos a un Lutz casi siempre alegre y despreocupado, sin mostrar indicios de algo malo, pues si fuera por lo que Lutz supuso (que no aceptaban su trabajo), el malestar se hubiera mostrado antes. En fin, pensándolo mucho solo encuentro objeciones, pero cuando recuerdo el capítulo solo lo puedo considerar un buen capítulo a pesar de lo mencionado.
Peleas por el futuro
Hacer lo que queremos hacer, pelear por ese algo que queremos hacer. No importa si es contra la misma familia, luchamos por nuestra meta o sueño, peleamos por nuestro futuro sin importar quien sea. Quizá no todos lo hagan, hay personas sin ambiciones, lo cual está bien, la grandeza que se quiere conseguir no demuestra la calidad de persona que uno es. Pero no es el caso de Lutz, él tiene ambiciones y metas, aún siendo un niño tiene claro el camino que quiere transitar y los impedimentos, sobre todo de los que tienen control sobre él, solo causan frustración. Lutz entendió que sus padres, sus hermanos, su familia, están en contra de lo que él quiere ser y hacer, por eso huye de su casa, es su manera de pelear por un futuro que solo le pertenece a él.
La dura vida del aprendiz
Cuando Lutz se va a vivir afuera de su casa, termina viviendo en un ático, con pésimas condiciones, a lo que Myne dice que vive como un aprendiz residente. No recuerdo que si esta es la primera vez que escuchamos esa frase, pero parece ser que un aprendiz residente es alguien que está a tiempo completo dentro del oficio, que vive cama dentro. No nos explican bien las condiciones de ese tipo de personas, mas parece ser algo muy duro para las personas que se someten a ese régimen. Es un sacrificio al que Lutz se sometió, porque es la única salida que tenía. Aprender sobre las cosas que queremos ser no es algo sencillo y Lutz lo demuestra, hay sacrificios que debemos hacer. Esto habrá formado un tanto su carácter, lo habrá hecho madurar un tanto para poder entender lo que más adelante debía entender.
La adopción es un asunto serio
Parece que adoptar es una cosa sencilla en su mundo, solo se debe convencer a los padres, firmar ambas partes y listo, niño adoptado. Lo otro es por medio de la catedral, adoptar a un huérfano o a un abandonado y por lo que vimos la catedral tiene la potestad de poder decidir si un niño sigue con una familia o no. Lo primero es la opción de Benno, lo segundo y tercero son las alternativas dadas por el Sumo Sacerdote (del cual nos enteramos su nombre: Ferdinand, aunque me gusta más llamarlo Sumo Sacerdote). Este es un asunto serio, tanto para Benno como para la familia de Lutz, incluso para Lutz mismo porque gran parte de su destino depende de eso. Si bien esto es algo serio, el procedimiento es sencillo de realizar, por lo que se nos muestra. Adoptar requiere muchas cosas, sobre todo ciertas cosas que Deed, a su modo, nos aclara.
Solución imprevista
Como vimos, el Sumo Sacerdote le da un par de opciones a Myne, esta emocionada quiere hacer lo mencionado lo más rápido posible. Pero el Sumo Sacerdote es alguien calmo, también ayudado por su desconocimiento y alejamiento de la ciudad, por lo cual le dice a Myne que debe conocer la opinión de ambos lados y lo único que debe hacer para resolver el conflicto es llamarlos a la catedral. Esta es la solución imprevista, pues todo nos indicaba que el camino de la adopción era el seguro, fue de lo que más se habló, ese giro es algo que me gustó. Pocos esperaban que el camino a tomar, que la solución ante el dilema, fuera la conciliación de partes.
Amor de familia
Y aquí vamos a lo que para mí sería el punto fuerte o el clímax del capítulo, la discusión entre Benno y los padre de Lutz mediados por el Sumo Sacerdote. Nos damos cuenta que el padre de Lutz, Deed, es un hombre de pocas palabras, que no piensa tantas las cosas y es muy práctico, quizá por su crianza y por el oficio que ha de tener. También se muestra inexpresivo y muy proclive al enojo o a salir de sus casillas rápido. Pero luego de unos minutos demostró muy sinceramente el amor que sentía por Lutz, él no le prohibió ejercer como comerciante, sino que su “haz lo que quieras” es su modo de dar su aprobación. Esa frase encierra mucho para Deed, es un darle libertad a su hijo para que elija su destino, es considerarlo lo suficientemente maduro para tomar decisiones y tomar las riendas de su vida. Esa frase encasilla lo que él siento por su hijo: confianza. Pero a pesar de confiar en él, el miedo de los padres no es algo que se vaya, sobre todo cuando se trata de ir a un lugar desconocido y fuera de la zona que él mismo conoce, es por temor a que le pase algo por lo que Deed y su esposa niegan el permiso a Lutz, no porque quieran retenerlo y que cumpla con el trabajo que él mismo hace, no, lo hace por temor de perder a un hijo. Solo para acabar parafrasearé una frase que escuché hace años pero que no recuerdo exactamente: Lo natural es que los hijos entierren a sus padres, pero el dolor de perder a un hijo y enterrarlo es insoportable y antinatural.
Decisiones salomónicas
De nuevo otra reminiscencia bíblica, porque solo me recordó a aquella escena. En un pasaje del libro de 1 de Reyes, el rey Salomón es intermediario en un conflicto entre mujeres. La historia es conocida así que solo diré: Salomón ordena que corten al bebé en dos y que cada mitad se la entreguen a cada mujer, una de ellas grita, ante el inminente espadazo que atravesará al infante, “¡No!” desesperadamente, la otra ni se inmuta y ahí Salomón descubre que el hijo es de la mujer que gritó, pues una verdadera madre no aceptaría algo así. Haciendo la comparación con el capítulo, Benno perdió la adopción cuando dijo que pone por encima de todo a sus negocios, pero que ve en Lutz a un buen heredero para que siga con sus negocios. Es decir no pone el amor por delante, sino sus ambiciones comerciales. Por su parte Deed ganó el “juicio” cuando dijo que Benno no podría ser padre porque le falta corazón, demostrando con esto que él, Deed, ama a su hijo y por ello no quiere que lo aparten de su lado, quiere a su hijo entero y no repartido. La frialdad del Sumo Sacerdote es comparable a la frialdad de Salomón al momento de decidir algo así. Con esta aclaración de puntos el Sumo ya sabe qué elección tomar y Lutz no entrará en adopción y permanecerá entero con su familia.
Imparcialidad, puntos de vista: que no te baste con uno solo
Myne, lo podemos decir sin problemas, es alguien impulsiva y que quiere ayudar ya, dispuesta a hacer las cosas sin meditarlo mucho y solo quedándose con la opinión que ella tiene sobre la situación. Aunque Myne físicamente sea una niña, mentalmente tiene la capacidad de una adulta (recordemos que ella vivió en otro mundo y “reencarno” en Myne), así que la lección que aprendió en este capítulo debería dejar huella para sus futuras acciones. Aunque como mencioné más arriba, a pesar de que el capítulo pueda tener fallas, este mensaje final me parece de los más importantes que pudimos ver en este anime, que se puede aplicar sin ningún problema en la realidad. No quedarnos solamente con nuestra versión de las cosas o con lo que nosotros creemos, ser imparcial y entender más las motivaciones y pensamientos de la otra persona, cosa que creo le falta a muchas personas en el mundo. De por sí, lo que el Sumo Sacerdote quiere dar a entender es: infórmate sobre las cosas antes de actuar. La información de uno solo no basta para juzgar algo que escapa de nuestra persona.
Para mí no será el mejor capítulo en lo que tenga que ver con la trama y su desarrollo, pero sí ha sido el mejor en cuanto a los temas presentados. En el siguiente capítulo parece que se añadirán personajes, lo cual no me parece ni bien ni mal, porque ya se ha demostrado que este anime sabe tratar a sus personajes, pero la duda está ahí, la duda de saber si seguirá así. Solo nos queda ver si la ratona realmente ha cambiado.