Reseña | Kimetsu no Yaiba – Capítulo 21

lightbulb_outline ¡Advertencia! Esta reseña sobre Kimetsu
no Yaiba capítulo veintiuno contiene
spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y
después regreses a leer la reseña.

Episodio
21: Violando las normas

Esta semana en Kimetsu no Yaiba capítulo veintiuno conocemos el pasado de Rui y cómo conoció a Kibutsuji, además de entender las razones de su obsesión con los lazos verdaderos; con esta introspección finalmente Rui es capaz de morir sintiendo calidez, gracias a Tanjiro y su reencuentro con sus padres. Pero las cosas no han terminado, Shinobu aparece intentando acabar con Nezuko pero es detenida por Tomioka quien ha reconocido a los hermanos Kamado. Aunque Tanjiro escapa con Nezuko, otra cazadora les da alance. Finalmente la persecución termina cuando reciben órdenes de llevar a Tanjiro y Nezuko a la sede. El episodio culmina con un Tanjiro atado en presencia de los Pilares.

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Sentimientos
que no debemos pisar

Es tiempo de volver a un punto que ya antes había tocado, pero de forma muy superficial, me refiero por supuesto a la humanidad de los demonios. Sin importar cómo lucen y los pecados que han cometido, no debemos olvidar que todos los demonios fueron humanos antes de convertirse en los monstruos a los que ahora se les da caza, es muy complicado ver con sensibilidad a los ‘villanos’ que han acabado con tantas vidas, personalmente yo no conseguí compadecerme de Rui al menos hasta que vi su pasado. Quizá varios se sintieron igual y es perfectamente válido, ya que el desarrollo estaba planeado de esa manera, el momento de la empatía no sería otro sino en medio de la catarsis personal del personaje. ¿Cuál es esta catarsis? El arrepentimiento y el dolor ante el inminente daño que ha causado y no podrá reparar.

Estos sentimientos llegan a Tanjiro, y por ello extiende su mano ofreciéndole un dejo de consuelo. Por esta acción puedo decir que Rui fue muy afortunado, ya vimos la actitud de Tomioka que sin contemplación pisotea los ‘restos’ del demonio, completamente opuesta a Tanjiro, Rui fue afortunado porque se topó con el único cazador que sentiría una compasión real por él y lamentaría su situación. Es obvio que Tanjiro no dudara en pelear contra los demonios, sin embargo eso no significa que dejara de preocuparse y extender su amabilidad a quien la necesita, incluso si quien la necesita es un demonio dando su último aliento. Existen sentimientos que no podemos, ni debemos, pisotear o dejar de lado, el arrepentimiento es uno de ellos; arrepentirse es el primer paso para expiar nuestras culpas y no se le debe negar a nadie esa oportunidad.

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De
reglas y duplas

Dejando un poco de lado lo sentimental hablemos del título de este capítulo y como se desarrolla en la trama. Creo que siempre fue muy evidente que Tanjiro ha estado violando varias normas de los cazadores, es decir viaja con uno y se alió con otro, pero no, el titulo no es referente a las obvias violaciones que ha cometido Tanjiro. En cambio, es el anuncio de la violación más ‘inesperada’: la de Giyu. Este Pilar consiguió quebrantar las normas al proteger a los hermanos Kamado del ataque de Shinobu, más concretamente protegió a Nezuko quien era el objetivo del ataque. La razón de tal acción fue el reconocer a estos hermanos, quizá de algún modo siente un grado de responsabilidad por ellos. En fin, Tomioka tomo su decisión y se enfrentó a Shinobu, tengo que decir que este ha sido el enfrentamiento más tragicómico que he presenciado recientemente.

Dejando de lado lo cómico de escuchar a Shinobu diciéndole a Tomioka que todos lo odian y ver a este reaccionar con total incomprensión, tenemos que admitir que la dupla Shinobu-Tomioka es simplemente comiquísima. La reseña anterior externe mi gusto por la Pilar insecto, sin duda sostengo ese gusto y lo refuerzo, sé que intento asesinar a Nezuko pero ella solo seguía las reglas. Como dije antes, Shinobu tiene una vena sádica y algo acida, cosa que no dudo en externar contra Tomioka, quien se vuelve comiquísimo intentando negar ese odio general que le proclama la cazadora. Pero volviendo a las reglas, Tomioka las rompió, Shinobu quiso respetarlas y al final todo quedo en empate pues una nueva orden llego, esto dejo en evidencia que ante todo Shinobu respeta las órdenes y normas de  los cazadores pues detuvo su ataque al instante y no continúo la persecución.

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Comentario
final

Kimetsu
no Yaiba capítulo veintiuno ha sido un episodio emotivo,
reflexivo y si, también muy cómico. El gran toque sentimental fue el pasado de
Rui, quien termino su vida en un profundo arrepentimiento pero consiguió volver
a ver a sus padres, obteniendo con ello lo que siempre quiso: lazos verdaderos.
Las reflexiones vinieron de la mano de Tanjiro, pues demostró que no es
necesario pisotear los sentimientos de los demonios ya que incluso con sus crímenes
todos fueron humanos y conservan un grado de sentimientos dignos de compasión. Pero
esta no fue la única reflexión, Inosuke también me llevo a pensar en la pesadez
de la derrota; por primera vez este muchacho se topa con enemigos con quienes
no puede lidiar y en cambio otro pudo hacerlo con facilidad, esto deja sumido
en un profundo agotamiento mental al joven, quien por primera vez está
reconociendo los límites de su fuerza.

Dejamos la comedia para el
final, en mayor medida está la hayamos con la dupla Shinobu-Tomioka; después tenemos
la momificación de Zenitsu, esto me dio risa y ternura en la misma medida; por
ultimo dejamos a chibi Nezuko huyendo por el bosque, la cantidad de memes que
se han hecho al respecto es impresionante. Y aunque me encanta el drama, las
reflexiones y la narrativa, tengo que admitir que la comedia fue lo que más me
gusto de este episodio.

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Finalmente,
es tiempo de cerrar con esto, no sin antes preguntar: ¿Qué les ha parecido este
episodio? ¿Cómo llevan el hype inmenso por la aparición de los Pilares?
¿Realmente todos odian a Tomioka o solo es Shinobu quien no lo soporta? Sin mentir,
¿cuántos memes de chibi Nezuko ya se han robado? Yo ya llevo como 30, ahora soy
adicta.