Esta reseña sobre Dr. Stone contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 4: “Marcha de todas las unidades”
Dr. Stone regresa una semana más con los consejos de Nikki sobre el ejército de Tsukasa. Nuestros protagonistas ya conocen a Hyoga, pero Ukyo, con su oído extraordinario y otras habilidades, es un poderoso enemigo. Entre tanto, Chrome se deja capturar por Ukyo al percatarse de que las flechas nunca los alcanzan. Frente a frente con Tsukasa, el joven se arma de valor y le dice ser un científico; sin embargo, lo toman por un simple salvaje. A pesar de las amenazas, Chrome se mantiene firme y no revela información. Para su sorpresa, además, Ukyo miente sobre dónde los encontró, ocultando la ubicación del teléfono.
Cuando Magma regresa a la aldea, Senku toma la decisión de avanzar todos juntos hacia el Imperio de Tsukasa, y para cargar todo el equipamiento, confiesa que van a construir un automóvil con motor de vapor oscilante. Gracias a los moldes con cera de abeja y yeso, consigue las piezas metálicas del mecanismo y prepara el motor reutilizando una de las estufas.
Análisis: Revolución industrial
Dr. Stone nos demuestra, una vez más, que Senku no tiene límites en su enorme ambición y libertad creativa. En esta nueva edad de piedra, se propuso, en un lapso temporal vertiginoso, dar el salto que la civilización humana había tardado en desarrollar dos millones de años. Su espíritu de lucha, su sed insaciable y su inteligencia extraordinaria, lo llevaron a crear el Reino de la Ciencia. Domó el jabón, el metal y la química, alcanzó la electricidad y diseñó un teléfono móvil. ¿Nos van a sorprender, dada la trayectoria, algunas de sus ideas? ¿Vamos a poner en duda su capacidad para llevarlas a cabo?
Una premisa fundamental de Dr. Stone es que la ciencia es una cadena, los descubrimientos y los inventos se impulsan unos a otros. Una vez nos hemos iniciado en el desarrollo de la civilización, nunca partiremos de cero. En este episodio, dicha idea se rescata con la reutilización de la estufa y la cera de abeja.
En este sentido, cabe recordar que, desde el principio, la trama fue concebida para ahondar y sorprendernos con la historia y los logros del ser humano mientras reímos y nos emocionamos con las aventuras de sus personajes. Es simple y contundente, ciencia en un mundo de fantasía.
Otros momentos relevantes del capítulo
La actitud de Chrome necesita, al menos, una entrega más para un análisis completo, pero, sin duda, es la de David contra Goliat- contra un ejército de Goliats- y está dispuesto a morir por sus ideas. Los gigantes subestiman al salvaje.
Por otro lado, Ukyo- al que le tengo bastante estima- guarda sorpresas para aquellos que no hayan leído el manga. Boichi e Inagaki saben jugar con sus personajes, dotarlos de personalidades concretas, pero la característica principal de este joven tendrá que esperar al siguiente capítulo.
A modo de conclusión
La clave para enamorarnos de Dr. Stone está en el juego de componentes de su trama. Es Shounen, no reniega de ello, y tiene todos los encantos del género (estereotipos, sí, que no hacen necesariamente mala a una historia). Sin embargo, dentro de ese juego infantil de “cuento de hadas”, es una oda al conocimiento y una obra tremendamente seria respecto al método científico.
En cuanto al capítulo, sigue la tónica de los anteriores y cierra con la espectacular metáfora visual de la construcción de la máquina de vapor. Chrome se muestra fuerte de espíritu, y es David contra un ejército de Goliats. Entre tanto, Ukyo, discreto y misterioso, es el epicentro de las dudas y la sorpresa.