Hace unas semanas en Japón, se reportó que el Departamento de Policía de la Prefectura de Aichi había arrestado a un hombre por robar un par de zapatos de una maestra de música. Lo extraño del delito del hombre es que robó el par y lo reemplazo por un nuevo conjunto prácticamente idéntico. La investigación llevó al hombre y a su colección de más de veinte pares de zapatos de mujer usados, lo que reveló que había cometido el delito en varias ocasiones. En su interrogatorio admitió que lo hacía «porque disfrutaba la esencia de los zapatos usados de mujer».
Hasta allí habían quedado las cosas hasta el pasado 10 de abril, sin embargo, el caso continuó y se revelaron más detalles al respecto de su modus operandi. Resultó que el hombre inspeccionaba los cubículos de zapatos del lugar de trabajo de sus víctimas y tomaba fotos para poder comprar un par de imitación convincente. Luego, después de comprar los zapatos, se los rompía un poco antes de hacer el cambio, para que, con suerte, la víctima no se diera cuenta al no notar que eran nuevos.
Parece que esta nueva información resultó demasiado para la víctima que desató el arresto, pues la profesora de música retiró los cargos en su contra, diciendo que los detalles del caso eran demasiado “repugnantes” para ella. Tampoco estaba sola, después de que su historia se reveló, muchas otras mujeres dieron a conocer que sus zapatos se sentían de repente diferentes y lo denunciaron a la policía. Sin embargo, ninguna de ellas estuvo dispuesta a presentar cargos contra el hombre por razones similares.
Como resultado, el pasado 23 de abril el sospechoso fue puesto en libertad y no será juzgado. La policía también ha determinado que él no estaba acosando a ninguna de las mujeres, solo sus zapatos, por lo que tampoco buscarán cargos por esos motivos. «Debido a la naturaleza del caso, fue difícil conseguir cooperación», dijo un oficial. «Si eso es lo que quieren las víctimas, entonces no hay nada que podamos hacer, pero es una pena porque trabajamos mucho en la investigación».
Mientras tanto, los internautas se sorprendieron de que este hombre quedara impune, presumiblemente porque lo que hizo fue tan repulsivo e insignificante que nadie quiso tener nada que ver con él.
- «¿Entonces este tipo es tan pervertido que ni siquiera la ley puede tocarlo?».
- «Luchó contra la ley y ganó … siendo totalmente asqueroso».
- «Es demasiado asqueroso para ser procesado».
- «Tal vez ahora que está libre, vendrá a darme unos zapatos nuevos a continuación».
- «Todo este resultado me incomoda mucho».
- «Ese es un tipo poderosamente repugnante»
Fuente: Mainichi Shimbun
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