Recuerda que al leer esta reseña puedes encontrar spoilers de los episodios, así que lo recomendable es verlos primero y después regresar para continuar con la lectura. Como suele suceder con los primeros episodios, nos tocó conocer a varios personajes que nos acompañarán en este anime. Una de ellas es Moeta, o Kaos-sensei, quien es una joven mangaka que tiene mucho por mejorar. Ella va a una residencia con el fin de obtener experiencia de las otras chicas del lugar. Aquí conoce a Koyume, Ruki y Tsubasa, con quienes entabló sus primeros avances en amistad, pues la pequeña Moeta es muy tímida.
Capítulo 2
Primera salida
La editora de Kaos-sensei conversa con la encargada de la residencia y le cuenta cómo le va a la pequeña en su nuevo hogar, al mismo tiempo que vemos a Moeta siendo peinada por Koyume, pues saldrán con Ruki y Tsubasa de compras. Luego de un accidentado viaje en tren, llegan a Shinjuku, donde irán por papelería, pero Moeta prefiere ir primero a una tienda de manga. Aquí, se emocionan al ver la obra de Tsubasa apilada y compran varias copias. Hacen una parada para comer postres, donde Moeta no puede dejar de pensar en lo que hace, pues no está acostumbrado a esto.
Llegan por fin a la tienda de papelería. Como ven a Tsubasa comprando plumas, tanto Koyume como Moeta tratan de imitarla con sus propias creaciones en una hoja. Encuentran también tramas y cintas adhesivas, y como Moeta hace sus trabajos en digital, las otras chicas le explican el uso de las cintas. Luego, Tsubasa nota que unas niñas están decidiendo comprar unas plumas, por lo que la mangaka les aconseja un tipo especial para principiantes. La amabilidad de Tsubasa enternece a sus amigas y a las dos chicas, quienes se sorprenden al saber que todas son mangakas. Al momento de pagar, Koyume se da cuenta que no tiene el dinero suficiente, pero llega Tsubasa y le dice que comprará algunas cosas por ella.
Inicio de clases
De vuelta a la residencia, y ya al día siguiente, todas se quedaron despiertas hablando toda la noche. En eso, Ruki recuerda que hoy empiezan las clases, por lo que todas corren a alistarse. En la escuela, Koyume y Moeta se dan cuenta de lo popular que es Tsubasa, pues un grupo de chicas corea su nombre. Caminando por los pasillos, Ruki menciona que nadie en la escuela sabe que ella es mangaka, porque no quiere que se creen rumores, sobre todo por el tipo de dibujos que hace. Sin embargo, unas chicas la ven pasar y entre ellas sueltan algunos rumores de Ruki, por lo que Moeta cree que ese secreto ha sido descubierto.
Moeta comienza a sentirse nerviosa pues sabe que tendrá que presentarse ante sus nuevos compañeros, pero Tsubasa trata de animarlas diciendo que estarán con ellas. Las ‘novatas’ se sorprenden al saber que tienen la misma edad. En eso, la profesora de la clase sale del salón y les advierte que deben entrar. Koyume toma de la mano a Moeta y cree que estarán en la misma clase, pero no resulta así. Ya en el aula, la pequeña Kaos-sensei trata de vocalizar su nombre, pero no es hasta que ve a Ruki y Tsubasa para tomar coraje y presentarse.
Dosis de realidad
Una vez sentada, Moeta abre su estuche, pero se da con la sorpresa de que no era la escolar, sino la de asistente, por lo que tiene sus útiles de dibujo. Como las chicas a su costado le preguntan qué es eso, la pequeña comienza a ponerse nerviosa. Lo mismo pasa al terminar la clase, cuando sus compañeras se le acercan y disparan diferentes preguntas. A la hora del almuerzo, se encuentra con Koyume, quien ya encajó y consiguió nuevas amigas.
Algo desanimada, Ruki y Tsubasa la invitan a la azotea, donde tratan de animarla. Aquí, Moeta confiesa que ha recibido muchas críticas de sus mangas, más que nada porque le falta un toque de realidad. De regreso a la residencia, y algo más animada, Moeta se siente feliz por haber elegido vivir sola y en un lugar adecuado para ella. En eso, ve un gato y se acerca a él, pero más felinos se le juntan. Pero Moeta capta a un minino alejado y con miedo, al cual abraza, pues de cierta manera, y como notan sus amigas, ese gato se parece mucho a ella.
Opinión
Un capítulo que ayudó mucho a Moeta a soltarse más con las personas, pues ella misma se autocritica al no plasmar su falta de realidad a sus mangas. Poco a poco, la pequeña fue desenvolviéndose, sobre todo en clase al presentarse y trata de entablar algún tipo de conversación con sus nuevas compañeras (aunque se desmayó por recibir muchas preguntas).
Ya puedo notar que la historia tratará, entre otras cosas, a que Moeta sea una persona más social y así podrá mejorar en sus mangas, lo mismo para Koyume. Al estar un nuevo entorno y además de vivir con las experimentadas Ruki y Tsubasa, la pequeña aprenderá a dibujar las proporciones humanas como debe ser y tener obras más completas.
Capítulo 3
Críticas para bien
Empezamos con Kaos-sensei y su editora conversando sobre la nueva vida de la pequeña y cómo eso ha repercutido en su reciente manga. Sin embargo, parece ser que Moeta ha exagerado un poco con las onomatopeyas al momento de comer, por lo que su editora le pide reconsiderarlo. De vuelta a la residencia, las demás chicas dan su veredicto sobre la nueva obra de Kaos-sensei, quien parece entender que todavía no está lista para plasmar su vida de preparatoria, a pesar de ser una de ellas. Cada una de sus amigas le da su opinión, algo duras, pero con tal de que Moeta mejore. Ruki le dice que su personaje no es normal y Koyume le menciona que la ropa es horrible, igual que la de la pequeña.
Al darse cuenta de ello, Koyume y Ruki deciden darle un cambio de look a Moeta. Con el cabello de distintas formas y con diferentes trajes, Kaos-sensei siente que la usan de modelo de una chica de primaria. Para rematar la situación, Tsubasa también da su opinión y critica muchas más cosas. Pero la chica de cabello azul, busca animarla y con la idea de la casera de hacer bosquejos, todas parecen decididas a ayuda a Moeta.
Sexy debate
Pasado otro día, la pequeña llega a casa en un día lluvioso. La encargada le dice que las demás chicas ya empezaron a practicar, por lo que Moeta se apura en llegar a la habitación. Pero para su sorpresa, escucha y ve a Koyume y Ruki de manera lasciva, con la rubia en ropa interior. Moeta sabe lo que ocurre y cae al piso impactada. Pero resulta que Koyume solo estaba modelando para Ruki, pues ella cree que la rubia es perfecta por su cuerpo bien formado. Ahora, Ruki le pide a Moeta que la ayude, pues espera encontrar diferentes poses a manera de práctica.
La sesión continúa y Moeta dibuja junto a Ruki, pero la pequeña se desanima un poco al ver que el trabajo de su amiga es mejor que la suya. Por eso, Ruki le da algunos consejos y le dice que observe más el cuerpo de Koyume. Pero la de cabello morado menciona algo que a Koyume no le agrada y comienzan a discutir sobre la figura de la otra. Moeta, en el medio del debate, no sabe qué hacer así que comienza a hablarles de manera inspiradora, aunque con referencia a su pequeña figura (contando el pecho); cuando de pronto, Koyume la toca ahí y provoca que Moeta caiga y se moje con té.
Sobreesfuerzo
Luego, las tres bajan a buscar a Tsubasa, quien está cambiándose de ropa. Al verla así, las otras creen que ella tiene el mejor cuerpo, aunque la de cabello azul las contradice diciendo que le faltan más músculos. Inspirada por los bocetos de Ruki y Tsubasa, Moeta decide dedicarse más tiempo a mejorar sus dibujos, por lo que pasa horas practicando y ni siquiera come. Debido a esto, al día siguiente la encuentran desmayada en el piso, así que le dan de comer, a pesar de que hay muchas cosas que no le gustan de lo que le han preparado.
Moeta ha enfermado y por ello debe quedarse en casa. Las demás chicas la visitan luego de la escuela y tratan de animarla. Después le dan de comer y, para sorpresa de Moeta, la comida le parece deliciosa, y es que la casera llamó a los padres de la pequeña para averiguar sus gustos. Pasado otro día, Kaos-sensei vuelve a reunirse con su editora para mostrarle nuevos avances en su manga gourmet. A pesar de hacer algunos cambios, la editora vuelve a rechazarle el boceto.
Opinión
Llegó la hora de practicar bosquejos con Ruki, algo que le servirá mucho a Moeta para tratar de mejorar sus dibujos. También obtuvo algo de inspiración con el boceto que hizo Tsubasa en un abrir y cerrar de ojos. Aunque al final, sus nuevos cambios no dieron resultado y tendrá que buscar otro rumbo para que su obra sea aceptada.
Vaya, vaya. Fue por poco tiempo, pero hubo un agradable fanservice de Koyume, Ruki y Tsubasa, sobre todo el de la rubia. Pero teniendo en cuenta que todo fue para ayudar a Moeta a mejorar, así que más situaciones así y ganamos todos. Por último, debo decir que me gusta el ending de la serie y me recuerda al de Anne Happy o al de Acchi Kocchi, pues son cálidos, calmados, de esos que tranquilizan el alma (al menos para mí).