Reseña | Devils’ Line – Capítulo 3

Tras una semana de espera un nuevo capítulo ha salido. Es momento de adentrarnos en un obscuro mundo dominado por la sangre. Así damos inicio a la reseña del capítulo tres de Devils’ Line. ¿Puede la adicción servir de pretexto para el amor?

lightbulb_outline ¡Advertencia! A partir de este momento habrá spoilers del capítulo

A partir de ahora intentare manejar la misma dinámica para cada capítulo. Iniciando por un resumen, seguido de un análisis/comentario, para finalizar con algún comentario más general del episodio. Sin más dilatación, apréstate a continuar.

Line.3 Paradox

Anzai continúa consolando a Tsukasa. Nuevamente ambos acuerdan otra reunión para comer estofado, al mismo tiempo la joven se entera de la baja temporal en el trabajo de Anzai. Pero este no le permite que se sienta responsable, pues lo ocurrido no había sido culpa suya. Continuando con su rutina, Tsukasa se reúne con una amiga, amiga que inmediatamente detecta que se está viendo con alguien. Por su parte Anzai continua con su lucha interna, él mismo no comprende porque actúa como un caballero de armadura dorada para Tsukasa.

El día de año nuevo ambos se reúnen para comer nave, de regreso de la tienda Tsukasa tropieza con un hombre. Durante la cena Anzai le pide que sea más precavida, pues ese hombre parecía sospechoso. En las noticias hablan acerca de un nuevo caso de un posible ataque de demonio. El sospechoso es el hombre que antes tropezó con Tsukasa, pero al final se demuestra que se trató de una trampa. Katagiri solo huyo porque se determinó a no lastimar a nadie, por ello huye cuando siente que podría hacerlo. Los investigadores llegan para llevárselo, y Jill consigue despertar los celos de Tsukasa.

En medio de su fiebre Anzai le promete llevarla a Hokkaido, pero después se reprocha pues ella es humana y el un demonio. Las cosas comienzan a estar mal, un asesino de demonios está al acecho y podría ir detrás de Anzai o Jill. Siguiendo las órdenes de sus superiores Anzai mantiene un perfil bajo pero continua visitando a Tsukasa. Estando con ella sus sentimientos se desbordan, la besa y casi se confiesa pero una bala dirigida a él los interrumpe. Al ir tras el culpable resulta herido por los momentos de duda que tiene. Antes de ir a peor un albino llega a su rescate.

Los sentimientos de Tsukasa

El avance en la relación entre Tsukasa y Anzai ha comenzado y no planea detenerse. Entre ambos ha nacido una conexión que es difícil de explicar, aun para ellos mismos. Por un lado tenemos el fuerte deseo de nuestro mitad vampiro de proteger a la joven. Hasta cierto punto es algo completamente adorable, porque no sabe con exactitud de donde viene ese sentir. Y por lo que estos tres episodios hemos visto, la única explicación que encontramos es: amor a primera vista o destino. Les dejo a su discreción cual ruta quieren tomar, por mi parte al ser una romántica empedernida tomare la ruta del destino.

Si tuviera que justificar mi decisión, apelaría a la naturaleza del propio Anzai. Para que exista una evolución en los personajes es necesaria una piedra de toque. Es decir que tanto Tsukasa como Anzai necesitan el uno del otro para tener un crecimiento. La primera que va dando cuenta de este “crecimiento” es la joven Tsukasa. La sola reacción de su amiga al enterarse que se está viendo con alguien es una prueba de ello. Ella ha pasado de ser una chica tímida ante el sexo opuesto a ser alguien capaz de buscar la compañía de un hombre, e incluso llegar a sentirse a salvo con él.

Obviamente aún le queda camino que recorrer, pero el avance comienza a notarse. Tanto es el caso que tiene un pequeño episodio de celos, ella misma es consiente que no sabe nada de Anzai y eso la lleva a las lágrimas. Pese a sentir que comparte un vínculo con Anzai, también es consiente que la realidad es que nada los ata. Ella ya ha despertado su conciencia de querer más, quiere un verdadero vínculo con ese hombre que ha aparecido en su vida.

La paradoja de ser un monstruo

Quizá no pudo haber mejor título para este episodio. Una paradoja es una figura retórica que encierra una contradicción, exactamente lo que vemos cuando hablamos de monstruos en esta serie. Desde el episodio anterior pudimos apreciar la contradicción que encerraba la naturaleza de algunos “monstruos” comparada con algunos “humanos”. Nuevamente este hecho es traído a colación en este capítulo, Katagiri es un demonio que rechaza su naturaleza. Razón por la cual tiene la fuerte convicción de huir al sentir que podría herir a alguien. Esa nobleza suya es pisoteada por el jefe de su trabajo, quien consiente de su naturaleza intenta tenderle una trampa y culparle por el crimen que él cometió.

Nuevamente vemos como el “humano” se convierte en el verdadero monstruo. Este es un punto que no deja de aparecer frente a nosotros dejándonos en claro que para este anime no hay blanco y negro. Hasta este momento seguimos moviéndonos en una sombra gris, somos ignorantes de la verdadera naturaleza que encierran tanto los humanos como los monstruos. Posiblemente esto sea lo ideal para una serie con una temática tan obscura, después de todo no se aleja del realismo. Aun en la vida real estamos en una eterna ignorancia sobre la verdadera naturaleza del hombre. Pero es la complejidad de esta gama de emociones lo que convierte a los personajes en más creíbles.

La ultima contradicción, y en la que seguro profundizare el siguiente episodio, es la del asesino de monstruos. Esta mujer admite un odio profundo hacia estos, pues fue por uno que perdió a su madre. Su lógica le ha dictado que debe eliminarlos y así evitar que su tragedia se repita. La paradoja es evidente, combatir muerte con muerte, como venganza suena ideal, pero como punto de justicia no tiene lógica.

Los demonios de Anzai

Finalmente me gustaría regresar a Anzai, quien este episodio nos ha demostrado un fragmento del auto desprecio que siente. Desde el primer episodio lo vimos tener una actitud despectiva hacia los vampiros, tras confirmar que el mismo es uno, lo lógico a pensar es que existe odio por él mismo. Pues bien, el odio auto infligido a sido confirmado, él desprecia su naturaleza. Más concretamente desprecia lo que esta naturaleza significa, un deseo excesivo por la sangre. En este punto desconocemos todo acerca del pasado de Anzai, así que es difícil comprender la profundidad de sus sentimientos.

El conflicto que este joven enfrentara será de lo más complejo. Él ha encontrado algo que apreciar y proteger, obviamente me refiero a Tsukasa. Sin embargo eso no quita el hecho que aún se sienta un monstruo y por ende crea que no tiene derecho a querer a nadie. Pero no solo piensa que no puede querer a alguien sino que él mismo no tiene derecho a que lo amen. Este será un conflicto profundo y el verdadero demonio con el que deberá luchar. Y esto comienza a verse, pues las palabras del asesino de monstruos han conseguido hacerlo retroceder.

Dicen que en el corazón no se manda, esto es algo que nuestro mitad vampiro comienza a aprender. Su sentir por Tsukasa sobrepasa todo lo que su lógica le dicta. Su deseo de protegerla es capaz de nublar su juicio, como vimos durante la escena del disparo. Pese a que Tsukasa estaba sangrando no dirigió su sed de sangre hacia ella sino a quien la lastimo. La lucha que experimentara consigo mismo seguro acabara encontrando su respuesta en el amor que siente por la universitaria.

Comentario final

El episodio de esta semana ha conseguido establecer uno de los principales conflictos de uno de nuestros protagonistas. La lucha de Anzai con su naturaleza será un eje al que debemos estar atentos, sobre todo por lo que implica con su relación con Tsukasa. No dejen de lado que él es el único que ni una sola vez ha negado que Tsukasa sea su novia, en todas las referencias que se hicieron en el episodio parecía que solo lo confirmaba. Eso ha sido algo muy lindo de contemplar en este capítulo. Sus sentimientos son así de fuertes, tanto que se olvida hasta de su propio odio.

Finalmente la escena que me gustaría destacar esta semana es: el beso de Anzai y Tsukasa. Esta escena es preciosa, sencillamente porque se siente real. ¿Lo dudan? Repítanla, el contexto no es el clásico, no hay razón para sospechar que un beso se avecina. Este beso es el resultado del deseo, Anzai ya no puede contener su deseo por estar cerca de ella. Por su lado Tsukasa demuestra aceptación, ella también lo esperaba. Es un beso perfecto, casual y reciproco, lo justo es que una confesión siga a este momento. Lamentablemente su momento se ve interrumpido, eso fue realmente frustrante.

En fin por esta ocasión aquí parare, mientras tanto no olvides dejar tus comentarios y decirme: ¿Qué les ha parecido el episodio? ¿Cuánto habrá que esperar para que estos dos tengan su momento? Deja tus comentarios y nos estaremos leyendo, hasta la próxima.