lightbulb_outline Esta reseña sobre Honzuki no gekokujou 2 contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 11 (25): Combatiendo el trombe
Myne es acosada por un mal elemento de la orden de los caballeros, quien aprovecha su posición y el alejamiento del Sumo Sacerdote. Este por su parte lucha junto a otros nobles para vencer al trombo, al cual someten. Pero una nueva amenaza nace por una herida de Myne causada por el mal caballero del cabello verde. Después de vencer al trombe que asfixiaba a Myne, los dos guardias recibirán un castigo junto con su comandante, por lo sucedido. Al final tienen que acabar la ceremonia, es el momento de lucirse de Myne.
Opinión del capítulo
Pobre ratona que ha tenido que pasar por mucho en este capítulo. Siento que el tiempo ha sido tan corto, pero se debe a que no hubo mucho por mostrar, no se presentó mucho contenido de fondo más que el de las diferencias sociales, que entre la nobleza sigue estando marcado y mucho más. Otra cosa que nos enteramos es que el Patriarca comentó el estatus de Myne, no sabemos cómo ni dónde, pero lo hizo. El Sumo Sacerdote sigue siendo un misterio. Y por último, la batalla contra el trombe no fue para nada épica, después de todo este no es un anime de acción.
Guardias
El comandante mandó a dos hombres a que cuiden de la pequeña sacerdotisa, uno tenía un rango superior al otro. Estos guardias son caballeros. Desde el capítulo pasado ya nos vinieron avisando que el de pelo verde (Schicicoza) sería el malo o el típico noble que por su estatus desprecia a los plebeyos, sin importar que tengan un hábito azul. En cierta forma parece normal que el que menos rango tenga (en este caso Damuel) sea más comprensible con Myne, a él también parece que le tratan mal. Estoy seguro que varios de nosotros tenemos marcados en nuestra lista de personajes odiables a Schicicoza.
Lucha contra el trombe
Mientras sucedían los acontecimientos en tierra, por el aire el Sumo Sacerdote lideraba la batalla contra el trombe, este árbol que se alimenta de la vida de los seres de su alrededor y que parece ser un producto de la magia. El Sumo Sacerdote demuestra el uso de su magia, Damuel le dice a Myne que lord Ferdinand es alguien muy bueno y que hubiera sido lo mejor que no se fuera de la orden. Después de varios flechazo y cortes, derrotan al trombe. Pero otro lío se arma cuando Schicicoza corta por error a la ratona y de su sangre caída al suelo el trombe sale, comienza a sujetarla y la aprieta sin parar. El Sumo Sacerdote regresa y hace un llamado de auxilio, los otros caballeros llegan y derrotan al trombe liberando a Myne de sus ataduras.
Desacato
El Sumo Sacerdote les da una reprimenda a los dos guardianes, les dice incompetentes. Al final, lo que hicieron los dos, sin importar sus posición, fue un desacato a la autoridad. Tal parece una normalidad que alguien con poder quiera usarlo mal, quiera aprovecharse de su condición y desquitarse con alguien de menor jerarquía. Schicicoza pensó que no le pasaría nada por ser alguien noble, Damuel no interviene por ser un noble inferior al del cabello verde. Al final ambos tienen la culpa, uno por hacer lo que hizo, el otro por permitirle. Ambos incumplieron su misión, ambos desacataron las órdenes de su superior social.
Diferencias sociales
Lo que más se rescata del capítulo es la diferencia social imperante en la sociedad, siendo mucho más aguda en la nobleza. ¿Esto aún sucede en la actualidad? Me gustaría decir que no, pero todavía sucede, solo que el poder se da por una propiedad mágica que es tan material como conceptual: el dinero. El mana de los poderosos en nuestra realidad es el dinero y gracias a él logran abusar de los menos afortunados, pero es innegable que, al igual que el Sumo Sacerdote y Damuel, hay poderosos que están en contra de esas diferencias, sin embargo deben vivir en ese mundo por ser la norma y lo aceptado socialmente, esto puede ser representado en la ciudad: barrio plebeyo y el barrio noble, unos cuantos metros hacen la diferencia. El rango y la condición social terminan siendo tan importantes en ese mundo como en el nuestro.
Castigo
¿Quién es el que tiene más rango? Sin duda alguna es el Sumo Sacerdote, es quien lidera y quien hace todos los ritos necesarios. Schicicoza no tiene más que decir que es lord Ferdinand quien tiene mayor rango. El Sumo Sacerdote le dice que es correcto y si a Schicicoza le importara tanto el rango hubiera hecho caso a la orden que dio. El caballero del cabello verde se excusa en que es una plebeya, pero el Sumo Sacerdote ataca diciendo que es una sacerdotisa de hábito azul con el permiso del Señor Feudal (¿quién es el Señor Feudal?, ¿el Patriarca?, no creo). Por eso recibirá su castigo, Damuel también por no haberla protegido y su comandante lo propio debido a la incapacidad de sus soldados. Es un castigo justo para las jerarquías: no solo se castiga al culpable sino también al encargado de ellos. Disciplina militar se podría llamar.
El momento de la ratona
Luego de todo lo anterior, solo queda hacer la ceremonia última para acabar con todo esta situación. El Sumo Sacerdote sube a Myne a su “corcel” y vuelan, en este lugar le dice a Myne que se aliste, que él dejará todo preparado para que se luzca y que no pelea batallas que sabe no ganará. Esto último es una frase muy misteriosa, nos abre la curiosidad: ¿a qué se enfrenta el Sumo Sacerdote, contra la sociedad (como el bromas) o solo lo dice por el momento? Lo que sabemos es que Myne, después de pasarla más deberá lucirse, debe ganarse a los caballeros y ellos la protegerán. Todo lo que dice el Sumo Sacerdote está lleno de un sentido que no conocemos por el momento.
La ratona pasó por mucho y nuestra lista negra se llena, realmente Myne trató de mantener la compostura y hacer lo mismo que hacía en la Catedral, solo que no le funcionó. Quiero ver como se luce Myne. El título del siguiente capítulo no sé a qué se referirá: a la nueva realidad de Myne o a su existencia anterior.
Necesitan un editor, hay veces que se debe ser adivino para entender lo que plantean en el escrito, es impresionante que después de que la serie ha sido tan minuciosa en cómo funcionan las relaciones de estatus sociales , sigan habiendo personas como el redactor de esta reseña en creer la siguiente falacia:
“… el poder se da por una propiedad mágica que es tan material como conceptual: el dinero. El mana de los poderosos en nuestra realidad es el dinero y gracias a él logran abusar de los menos afortunados… “. Augusto Rosales Muñoz.
Desde el momento que se comienza a describirnos las relaciones de estatus sociales en el mundo de Myne en el que llegó a parar Urano Motosu tras su repentina muerte en Japón, a la cabeza de la sociedad está la Nobleza y el clero de Hábito Azul por la razón de que ellos manifiestan mana, en nuestro mundo y extrapolándolo a la época, es semejante a la creencia del Cesaropapismo o incluso de la creencia del “Derecho Divino de los Reyes”, por lo que se pretende justificar y mantener a la fuerza El Poder, hoy día pretendemos manifestar que está justificado y es legítimo imponer lo que una porción por democracia decida quiénes representan a todos, independientemente de que den su consentimiento o no y que, en última instancia se justifica usar la fuerza para mantener ese poder.
Augusto Rosales Muñoz, respecto al castigo es más que disciplina militar, se nos guiña a Sun Tzu:
“Cuando existe un sentimiento subterráneo de aprecio y confianza, y los corazones de los soldados están ya vinculados al mando, si se relaja la disciplina, los soldados se volverán arrogantes y será imposible emplearlos.”. Capítulo IX – Sobre la distribución de los medios.
El problema reflejado es que tras mucho tiempo en el que Ferdinand pasó sin estar al tanto de la disciplina de los soldados, los oficiales relajaron la disciplina, pero el hecho de que Ferdinand no haya inmediatamente dado los castigos, refleja que no es un “General Perfecto” en términos de Sun Tzu y que, tuvo mucha suerte de combatir contra un árbol mágico descontrolado bajo los efectos de un buff en lugar de irse a la guera:
“Estas son las seis maneras de ser derrotado. La comprensión de estas situaciones es la responsabilidad suprema de los generales y deben ser consideradas.
La primera es no calibrar el número de fuerzas; la segunda, la ausencia de un sistema claro de recompensas y castigos; la tercera, la insuficiencia de entrenamiento; la cuarta es la pasión irracional; la quinta es la ineficacia de la ley del orden; y la sexta es el fallo de no seleccionar a los soldados fuertes y resueltos.”. Capítulo X – Sobre la topología.
Se podría asumir que Fedinand también falló en calibrar el número de fuerzas, pero se debe recordar que se le fue solicitado su participación como caballero y no que formara la expedición contra el Trombe. En la segunda, falla porque en teoría, por entrenamiento y experiencia militar ya debería de estar consciente cómo recompensar y castigar a sus subordinados de acuerdo a sus méritos/faltas en relación a su rango; en consideración desde la tercera hasta la sexta no aplica, los soldados al mando del oficial Karstedt subordinado a Ferdinand estuvieron bien entrenados, durante el combate no actuaron bajo influencia de sentimientos ni emociones, actuaron conforme a la ley, y fueron seleccionados por su habilidad y determinación.