¡Precaución! Esta reseña del capítulo 10 y 11 de Re:Zero kara Hajimeru Isekai Seikatsu 2 está repleta de spoilers. Te recomendamos primero mirar los episodios y después regresar a leer. También puedes leer también la reseña anterior.
Capítulo 10: Conozco el infierno
Satella, “La bruja de los Celos”, ha matado a todos los compañeros de Subaru. Solo Garfiel y él han sobrevivido a la extraña sombra que rodea la figura de la bruja. Subaru está apresurado por llegar a la Mansión, que aparentemente es el destino de la bruja, pero Garfiel tiene la intención de oponerse a Satella con toda la fuerza que sea capaz de conseguir. Sin embargo, ambos chicos fracasan en sus cometidos. Así comienza el capítulo 10 de Re:Zero 2.
Subaru regresa de la muerte, y despierta nuevamente en el “Santuario” al lado de Emilia. Esta es la mejor ruta que ha vivido Subaru, ya que Emilia se encuentra más tranquila, y Garfiel no se ha mostrado agresivo; ahora es cuando el chico tiene mayor libertad de movimiento. Guiado por una serie de visiones que le mostró la sombra de la bruja, llega a un lugar en el cual encuentra el secreto más grande del “Santuario” y de Echidna.
Ahora Subaru sabe que necesita hacer, y se dispone a cumplir lo que se propone solo. Parte en secreto hacía la mansión con Patrasche, no sin antes dejar una carta a Emilia. Garfiel intenta detenerlo debido a que teme lo que podría hacer alguien con el “Aroma de la Bruja”, pero Subaru logra convencerlo que confié. El chico japonés tiene que ver a alguien en la Mansión para resolver todas sus dudas.
Capítulo 11: El sabor de la muerte
Subaru ha llegado a la Mansión, y hace que Frederica y compañía se refugien en la aldea. Mientras tanto, el chico tiene que sacar de su encierro a Beatrice para que los acompañe. Ambos tienen una acalorada discusión, donde los sentimientos de ambos se desbordan, y grandes declaración se hacen; Beatrice está cansada de su larga vida, y vive con el anhelo de dejar ese mundo de una vez por todas.
Como es de esperar, Subaru no se siente cómodo con los deseos de Beako, por lo que los rechaza una y otra vez. Sin embargo, no llegan a una resolución, ya que sus enemigos no los van a esperar. A pesar de todos los deseos de Subaru, Beatrice cumple su más grande anhelo a manos de Elsa, no sin antes poner a salvo al chico enviándolo al “Santuario” para alejarlo de la pelea.
No obstante, Beatrice no consideró que el “Santuario” tiene sus propios problemas. Una nieve espesa mágica cae sobre las tierras del “Santuario”, el estado mental de Emilia es más que preocupante, y Roswaal ha mostrado parte de su verdadero yo. Este mundo ya no tiene salvación, por lo que Subaru tendrá que regresar para intentar, una vez más, conseguir un final feliz para todos.
Opinión del capítulo 10 de Re:Zero 2
Subaru no logra salir del bucle que su propio poder ha construido. Tiene bastantes problemas que lo aquejan, en distintos lugares y con diferentes oponentes, y tiene que pensar en alguna estrategia que lo ayude a salir del predicamento en que se encuentra. La reciente aparición de “La bruja de los Celos” solo complica la situación, pero solo Subaru tiene el poder que ayudará a todos a salir adelante.
En el capítulo 10 de Re:Zero 2 nos encontramos en un punto de la trama que nos mantiene pegados al respaldo de la silla, con las manos cubriendo una parte del rostro. La cantidad de información que estos últimos episodios ha sido muy grande, y tenemos que repasar varias veces los acontecimientos para poder seguir de alguna forma el hilo de la historia. Subaru no tiene la facilidad de repasar cada segundo de lo que ha vivido, y no creo que tenga intención de hacerlo.
Cada episodio se siente como un montón de piezas de rompecabezas que por sí solas no tienen sentido, pero que sabes que al final el protagonista sabrá como ajustar para lograr el mejor final posible. Nosotros tenemos varias ventajas frente a Subaru, pero la principal es que no sufrimos el dolor que tiene que pasar en cada Game Over que vive el muchacho. Una situación de la cual no pensamos cuando deseamos ser los protagonistas de nuestro propio isekai realista.
El secreto del chico
A lo largo de este arco, Subaru ha tenido que sufrir la misión (en el sentido de los videojuegos) más difícil del mundo. Cada cambio que realiza, provoca variaciones muy grandes en los acontecimientos. Como el efecto mariposa. Y el principal punto de cambio es el chico bestia Garfiel, cuya aptitud cambia de formas inesperadas dependiendo de las acciones de Subaru, provocando una situación en la cual es difícil predecir.
Ya hablamos sobre un secreto que esconden los hermanos Frederica y Garfiel, que parece gobierna cada acción que toman (aunque se nota más en Garfiel, que es el personaje que más tiempo tiene en pantalla), y que a su vez afecta el transcurso de la trama. Es, entonces, en el capítulo 10 de Re:Zero 2 donde confirmamos que ese secreto existe, y que es capaz de perturba de forma grave al propio Garfiel.
Solo es cuestión de observar la situación en la que Subaru solo usa la sospecha de que dicho secreto existe, y es suficiente para que el poderoso Garfiel lo deje ir. Esto hace sentir expuesto a Garfiel, y lo deja completamente a merced del débil japonés que lo mira con los ojos que han visto sus más grandes desgracias. Sería simple para Garfiel callar a Suburu con un zarpazo, pero sabemos que Garfiel es mucho más amable de lo que aparenta.
El secreto de la chica
Si bien defiendo que el protagonista de este arco es Garfiel, no puedo decir que Echidna no ha tenido un gran desarrollo también. Dejando de lado que todas las apariciones de la Bruja son un deleite para los ojos y los oídos (Es perfecta), debemos también prestar atención a su obra. Y es que el “Santuario” fue su más grande creación (o una de las más grandes), y al conocer su historia, conocemos más de Echidna.
Y ese efecto lo demuestra más el capítulo 10 de Re:Zero 2, ya que conocemos que Ryuzo Mayer es, en cierto sentido, parte importante del mismo “Santuario”. La anciana con apariencia juvenil es el producto de la ambición de una bruja, y que al morir esta última, su existencia careció de significado. Ryuzu es parte integral del gran proyecto que una vez existió conocido como el “Santuario”, que buscaba darle la inmortalidad a una persona que anhelaba conocerlo todo.
Creo que, a pesar de conocer el más grande deseo de Echidna, que al estar muerta ahora debe pesar ahora bastante en la bruja, creo que es admirable como Ryuzu Bilma ha logrado la paz mental a pesar de solo ser una “copia”, Es una existencia cuya función ya está definida, y no tiene ni voz ni voto, ha encontrado su razón de ser en ese sistema tan cruel, su individualidad rodeada entre rostros idénticos. Yo me habría vuelto loco mucho antes.
Claro, no creo que Ryuzu esté resignada a vivir la vida que lleva ahora. Esa mano que aprieta su báculo cada vez que tiene que obedecer una orden de un “Apóstol de la Codicia” da muestras que su voluntad no ha sido quebrantada. Creo que la clon se ha aferrado a la esperanza de ser libre alguna vez, y esa posibilidad recae en Emila, quien intenta derribar la barrera que aprisiona a todos los mitad bestia.
Opinión del capítulo 11 de Re:Zero 2
Este mundo no trata bien a Subaru. A pesar de sus buenos sentimientos, tiene que pasar una y otra vez por la desgracia antes de lograr un final satisfactorio. Esto nos lo recuerda el capítulo 11 de Re:Zero 2, que golpea en repetidas ocasiones a Subaru y le demuestra que esta “misión” no será tan fácil como las anteriores; con cada avance que hace, nuevos y peores problemas hacen su aparición.
Subaru ahora ya conoce los sentimientos de Beatrice, incluyendo el gran dolor que la ha hecho pasar su contrato que la ata a la vida. Una larga vida de 400 años, siempre dejada atrás por aquellas personas que alguna vez amó, ha cavado un gran hueco en su corazón. Subaru tendrá que buscar la manera de llenar ese hueco, y aliviar un poco la aversión que Beatrice tiene por seguir con vida.
Un episodio lleno de oscuras emociones, casi explorando el género de terror (quizás el casi está de más). Las escenas nos comparte con éxito todas las sensaciones que Subaru tiene a lo largo de su travesía en esta ruta. Y el sentimiento que más prevalece es el miedo; Subaru tiene miedo de perder a las personas que quiere, y aunque lo ha vivido una y otra vez, no creo que sea posible que nadie se acostumbre a ello.
Una larga espera
Mi parte favorita del capítulo 11 de Re:Zero 2 es, sin duda, la emotiva conversación entre Subaru y Beatrice. O más que una conversación creo que puede calificar también como una discusión. Beatrice ha esperado a Subaru desde hace mucho tiempo, aferrándose a una promesa que se le hizo al principio de todo: Algún día llegará alguien que te libere de este contrato que te tiene atada. Sin embargo, la chica se cansó de tanto esperar.
Vivir expectante la llegada de una persona que promete solucionar tu vida, tiene que ser muy desgastaste. Y más si esa persona tarda demasiado en llegar, creando la sensación de que todo no fue más que una absurda fantasía. Beatrice vivió mucho tiempo con la ilusión de ver a esa persona cruzar la puerta de su habitación, esperando siempre con los brazos abierto a ese salvador. Pero esa emoción no puede ser eterna, y para Beako, hace mucho que la perdió.
El corazón de Beatrice se había endurecido después de tanto tiempo. Personas llegaban y se iban, y ninguno de ellos fue esa persona que tanto se le prometió. Entonces un chico extraño con un inusual cabello negro cruzó la puerta de su habitación, y se empeñó en romper el duro cascarón en el que Beatrice se había metido. ¿Será ese chico esa persona que he estado buscando? ¿Acaso tengo permitido tener esperanza una vez más?
Creo que volver a tener esperanza luego de haberla perdido es bastante doloroso. La experiencia de tanto fracasar no te pone fácil el confiar nuevamente en que un final diferente puede pasar. Por esa una esperanza, una ilusión a esa altura parece que carece de fundamentos. Una absurda esperanza. Para Beatrice, eso es lo que significa Subaru para ella. Pero ahora que ha confirmado que Subaru es esa persona que ha estado esperando, hay algo más que le pesa: Subaru no le pertenece solo a ella.
Lo que más anhelas
El capítulo 11 de Re:Zero 2, le ha confirmado a Subaru que Roswaal conoce su habilidad para volver de la muerte. Nosotros ya conocíamos esa información de unos episodios atrás, pero ahora Subaru sabe que el hechicero lo conoce mucho mejor de lo que pensaba. A partir de ahora será interesante ver como esto afecta la relación entre Subaru y Roswaal, y a su vez como afectará la vida dentro de la Mansión. Pero, esto no es lo único que conocemos del hechicero.
Roswaal tiene un objetivo, del cual no sabemos nada ya que lo ata un juramento; este arco está lleno de esos. El hombre es capaz de hacer todo lo necesario para acercarse cada vez más a ese objetivo, desde apoyar incondicionalmente a sus aliados, hasta arrebatarles la vida con sus propias manos. La muerte de Ram ha sido lo más impactante de este episodio, y más que fue a manos de su amado patrón.
La historia que Roswaal nos puede contar parece más que interesante. Dudo que este sea el arco en el que sepamos todo del hechicero más poderoso del reino de Lugunica, pero si creo que veremos más de él. Debo admitir que sus acciones me han confundido bastante, principalmente la paliza que le imparte a Subaru antes que la “Inmensidad” los interrumpa. Sea como sea, al final, siempre tendremos la duda sobre si es un enemigo, o un aliado.
Conclusiones
En cada episodio del arco, parece que todo se envuelve en un caos difícil de ordenar. Es bastante difícil para nosotros los espectadores seguir el hilo de cada ruta que Subaru recorre, pero la información está ahí. Solo falta un poco de esfuerzo, y varias visualizaciones de los episodios para comprender mejor los acontecimientos.
Por otro lado, Subaru está lejos de ser un protagonista perfecto. Su inmadurez se nota bastante, y tendrá que hacer un esfuerzo para poder comprender a todos los que lo rodean. No creo que fuera justo con Beatrice al cuestionar su deseo, aunque tampoco creo que cumplirlo sea una opción. Subaru tendrá que convencer a su querida Beako con acciones, y no con palabras: Subaru tiene que darle razones para vivir, aunque sea unos años más.
