Tras una semana de espera un nuevo capítulo ha salido. Es momento de recordar la inocencia y llenarnos de dulzura. Así damos inicio a la reseña del capítulo cuatro de Koi wa Ameagari no You ni. El recuerdo del primer amor está en el aire.
¡Advertencia! A partir de este momento habrá spoilers del capítulo
A partir de este momento procurare mantener la misma dinámica para las reseñas de este anime. Iniciando con un resumen del episodio, seguido de un breve análisis para finalizar con un comentario más general. Sin más por el momento apréstense a continuar.
Capítulo cuatro: Lluvia momentánea
La felicidad invade a Akira cada vez que recuerda que el gerente ha aceptado una cita con ella. Mientras que el trabajo continúa su rutina, podemos ver que Kase comienza un repentino interés en Akira. Interés que pasa desapercibido por ella, quien solo tienen en mente su próxima cita con el gerente. Por un pequeño descuido, Kase termina enterándose de los sentimientos que Akira tiene por el gerente. Con el poder de este descubrimiento, Kase chantajea a Akira para que salga en una cita con él.
No teniendo más remedio, Akira acude a su “cita” con Kase. Durante toda la cita Akira actúa distante y muy desinteresada. A punto de finalizar la cita, Kase hace una serie de comentarios que tienen la virtud de molestar sobremanera a Akira. Al final Akira logra zafarse de Kase cuando recibe una llamada del gerente para hablar de su próxima cita. Antes de dejarla ir, Kase le roba un beso en la mejilla provocando la ira de Akira. Sin embargo con todo y el mal trago que Kase le hizo pasar, Akira continua emocionada por su cita con el gerente.
Finalmente el sábado prometido ha llegado, Akira, luciendo un hermoso vestido blanco y un peinado diferente, se encuentra con el gerente en la estación. Su cita toma un rumbo muy similar a lo que hizo con Kase. Durante el trascurso de la cita el gerente se hace la falsa idea que Akira no lo está pasando bien. Al momento de despedirse por un segundo Akira se pierde en la fantasía de alcanzarlo y robarle un beso en la mejilla. Ya en casa, Akira tiene una pequeña rabieta pues su madre mezclo los folletos de su cita con el gerente con el de su cita con Kase, ahora no puede distinguir el que realmente deseaba conservar.
Lo que el episodio nos dejó
¡Cuánta dulzura! Esta semana nos quedamos con un episodio bañado de dulzura, pero como sigue siendo la historia de un primer amor también nos encontramos con un lado amargo. La joven Akira avanza hacia su amor a pasos agigantados, no se deja intimidar por las diferencias. Desde el principio a demostrado que es de armas tomar. Suponiendo que este amor florezca, todo sería por la determinación de esta chica. Cada paso hacia delante de esta relación ha sido gracias al impulso de Akira.
Para Akira este amor es tan importante que bien merece todos los esfuerzos. Ella no tiene la clase de carácter que frene sus impulsos en base al que dirán. Pero esto no quiere decir que sea impulsiva a lo tonto, no claro que no. Pese a su supuesta inmadurez, Akira ha demostrado que también piensa en la posición del gerente. El hecho de que haya pedido el silencio de Kase lo demuestra, ella no le dijo que lo ocultara por su bien, sino por el del gerente. Lo último que Akira desea es ocasionarle problemas a su querido gerente.
Otro aspecto del carácter de Akira que nos dejó claro este episodio es que ella no pone esfuerzo en lo que no le interesa. Esto resulta sumamente evidente al ver el atuendo que llevo en ambas citas. Para la cita con Kase, a la cual iba por mera obligación, no se molestó en arreglarse, unos jean y una playera cualquiera bastaban. En cambio para su cita con el gerente, uso lo más femenino y lindo que seguramente encontró. Se esmeró al punto de incluso cambiar su peinado. La diferencia era abismal, era obvio que uno le daba igual, pero el otro deseaba que la viera linda.
El chantaje de Kase
Esta semana tuvimos un primer gran vistazo al personaje de Kase. Este se nos revelo como un chico oportunista, frívolo y se diría que hasta cruel. Ese repentino interés en Akira residía en un morbo sexual, además de querer acostarse con ella no daba luces de buscar más. Es entonces cuando su oportunidad se presentó, accidentalmente dio con el talón de Aquiles de Akira. El muy oportunista uso esa debilidad para conseguir que Akira fuera a una cita con él. Le doy crédito por que pidió una cita y no algo peor.
Que sea un oportunista queda claro, en cuanto a ser frívolo eso se denota en otras cosas. Primero en esa llamada donde le ofrecían un trabajo como tutor. Tras escuchar que enseñaría a un chico y no una chica su actitud cambio radicalmente, demostrando que no era serio sobre el trabajo solo buscaba diversión. Lo mismo ocurre con el chantaje que le hizo a Akira, obviamente él no tiene sentimientos por ella y aun así le pidió una cita. Es evidente que la situación le divierte y solo quiere entretenerse a costa de ellos.
Pero ¿por qué es cruel? Sencillamente porque no mide sus palabras. No es claro aún si estas son bien intencionadas o no, pero lo cierto es que sabe dónde dar para que duela. Aquel primer comentario de que Akira se enamoró porque perdió su sueño es el mejor ejemplo de lo que digo. Sus ataques no quedaron ahí y el golpe final lo dio al afirmar que una relación entre Akira y el gerente era imposible. No es que sus palabras no sean verdaderas hasta cierto punto, pero esa sin duda no era manera de decirlo. Solo diré esto, Kase no es mi personaje favorito pero más adelante entenderemos mejor sus actitudes.
No quiero salir lastimado
La cita del gerente y Akira fue lo más esperado para este episodio y sin duda lo que más disfrutamos muchos. Akira fue pura inocencia y dulzura en esta cita, ella era feliz sin importar que. Sin embargo para el gerente las cosas no eran tan sencillas. La diferencia de edades le pesa mucho, especialmente a él. No puede evitar los pensamientos pesimistas, el ya no es un joven de 17 años como ella. Aunque la sociedad les permita estar juntos, él no tiene la confianza de iniciar algo. La juventud e inocencia de Akira son deslumbrantes, y ponen en evidencia la diferencia entre ambos.
La juventud del gerente ya se ha acabado, eso es lo que no deja de repetirse a cada momento. No está abierto a las posibilidades, da por sentado que las cosas son como son y no puede cambiarlas. Teme salir herido y eso seguro que da miedo, pero quien no arriesga no gana. En este punto esta tan sumido en su propia miseria que no puede ver los sentimientos de Akira. Como conclusión de su cita, da por hecho que Akira no se divirtió. Pero si en lugar de concentrarse en sus pensamientos autodestructivos la hubiera visto a ella, quizá habría notado que ella era feliz.
Aún hay mucho que nos falta por conocer del gerente, pero hasta ahora solo demuestra su cobardía. Nuevamente reitero, el gerente siente algo por Akira, pero su baja autoestima y su carácter tan pasivo impiden que se exprese abiertamente. Al final el obstáculo más grande de esta relación no va a ser la diferencia de edades sino la autoestima del gerente.
Comentario final
Esta semana quedamos ante un episodio que por sobre todo fue tierno. El primer amor no es cosa sencilla y menos si existen ciertos tabús que nos impiden alcanzarlo. Akira ya ha demostrado ser una chica sincera y determinada, su amor es sincero y actúa en consecuencia. Ella ama con prudencia también, pues entiende la posición del gerente. Para proteger al gerente incluso estuvo dispuesta a sucumbir al chantaje de un tercero. A estas alturas es claro que su lado tierno y dulce solo está reservado para el gerente. Las miradas asesinas que recibió Kase en este episodio demuestran que Akira es sincera con sus sentimientos con todos.
Finalmente hablemos de mi escena favorita para este episodio, por supuesto me refiero al beso que no fue. Esta escena es muy sincera y muy pura, pero lo más impactante es la realidad que retrata. Un segundo, ese es el tiempo justo que se necesita para transformarlo todo. Solo ese segundo le tomo a Akira montar una imagen mental de su fantasía de despedida. El tiempo pausado, el cambio de colores y solo los tacones sonando mientras corre hacia el gerente. El momento perfecto, ella lo toma por sorpresa y le da un beso en la mejilla. Todos esos detalles en conjunto tienen la virtud de regalarnos la escena más agridulce del capítulo. Agridulce porque fue y no fue, es el sentimiento que queda en el corazón de lo que deseábamos hacer y no tuvimos el valor de llevar a cabo. Simplemente es… desgarradoramente maravillosa.
En fin por esta ocasión aquí parare, mientras tanto no olvides dejar tus comentarios y decirme ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Qué piensan de la despedida imaginaria de Akira? Deja tus comentarios y nos estaremos leyendo, hasta la próxima.