Esta reseña sobre Karakai jouzu no Takagi-san 3 contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo final: 14 de marzo
El día blanco llegó, Hamaguchi se le declarará a Houjou, diciéndole a Nishikata que también es su gran día. Solo que este no se ha dado cuenta de lo que siente, pero igual arma el Nishikata quest, una serie de pruebas para Takagi cuando llegue al colegio, solo que no llega y no llegará hasta acabado el horario de clase. Con Kimura debe estar en la biblioteca, este lee la novela que Takagi no le recomendó y leyéndola en casa se percata que el “me gustas” no estaba, que quizá realmente Takagi sentía algo por él. Se alista, sale de la casa, va corriendo al muelle, la encuentra tomando el carro, pero corre tras ella. En un momento ella se percata de un niño y baja, ambos corren para alcanzarse y el “quería verte” expresa lo inexpresable. Takagi feliz lo agarra de las manos, con la felicidad del tiempo presente inacabable.
Opinión del capítulo
El día que no queríamos que llegara llegó, no porque el final fuera malo, sino porque desde ahora nos intoxicaremos y no tendremos nuestro purificador de alma semanal. Este capítulo final me pareció bueno y un buen final, con una de las mejores visuales de este anime, solo que no quedé satisfecho. En serio quería un “me gustas”, si bien le dijo “porque quería verte” el impacto no es el mismo. Siento que el “me gustas” hubiera dado más fuerza a lo que pasará en la película. Pero supongo que debemos esperar hasta que salga la película para poder saber cómo acabará realmente esta historia. Es un final momentáneo, porque lo más seguro es que nuestra frentona llegue a su final (al menos de niña) con la película.
Por otro lado, nada que decir de la banda sonora, todo bien, muy bien, ambienta todo de manera excelente. Solo me pareció ver un diseño o un dibujo algo diferente en un momento del inicio, pero nada que altere la historia o la baje.
Si haces mucho…
…por una persona lo más seguro es que te guste. Al menos en la lógica de los niños y adolescentes, hay pocas veces en que un chico pase tanto tiempo con una chica sin alguna otra intención, sobre todo si hace varias cosas por ella, como apuntar la clase y concentrarse para poder orientarla. O también hacerle una prueba algo compleja que toma tiempo prepararla (no solo armar las cajas, sino pensar los desafíos y los lugares). Eso hace sentir especial a alguien, incluso diría que Nishikata tiene más puntos. Si bien sabemos que el niño está enamorado de la frentona, no se da cuenta de eso y por ello podemos decir que hay más inocencia y que es el interés lo que mueve sus acciones.
Diría que los retos solo serían una excusa para la acción y que la victoria solo es su trampa psicológica. Pero personalmente me parece que una persona quiere más a otra cuando sus acciones son desinteresadas, así la relación no se basaría en lo que hizo por ti, sino en la felicidad de ambos. Me parece ver esto en Nishikata y en Takagi.
Love is war
Sí, lo es. Incluso el decir “haré que te guste” se puede tomar como una declaración de guerra. Aunque hay guerras que se pueden perder sin haber comenzado si quiera, como le pasó a Hamaguchi, quien no pudo declararse a Houjou. Ella lo sabía, pero igual sonríe al final porque sabe que sí lo atrae. “F” por Hamaguchi, pero entiendo que es complicado, me hizo recordar mucho a cuando me declaré, si mal no estoy tenía más o menos su edad. Da miedo, incluso de adultos da miedo declararse, no es fácil decirlo. Por eso, no culpo a Hamaguchi.
También hay guerras que demoran en iniciar, porque el contrincante se ausenta y esa ausencia da cuenta de la importancia que tiene la presencia de quien se alejó, nada es lo mismo, aunque sepas que al día siguiente la verás. Un día puede ser una vida.
Dándose cuenta
Sabía que Kimura estaría presente o sería parte esencial de la posible declaración. Al igual que el final de la temporada pasada, Kimura marca el camino, solo que no el camino físico hacia ella, sino el de los sentimientos. Ese libro, un libro puede cambiar radicalmente la actitud y perspectiva de alguien. Debo acotar que me gusta que las cosas se conecten, porque al final el presente es un resultado del pasado. Nishikata lee el libro con más detenimiento en su casa y se da cuenta que la frase “me gustas” no estaba escrita y piensa “¿acaso eso pudo ser lo que Takagi siente por mí?”. En ese momento quise aplaudir y gritar “por fin te diste cuenta”, pero estaba en el transporte público.
No somos adivinos para saber lo que la otra persona puede sentir, por muy obvio que pueda parecer. Puede parecer una indirecta, pero quizá no lo sea realmente y solo le guste bromear. Imagínate declararte a una chica(o) que te manda “indirectas” pero te rechaza porque te dice que eran bromas y pensó que se podían bromear así. Vergüenza podría dar. Pero al menos lo de Nishikata fue una prueba más directa, la frase no habida en el libro es la prueba del amor.
Momento del llanto
Para el momento en que Nishikata comenzó a correr las lágrimas ya estaban en mis ojos, como diciendo haz lo que no pude hacer. Lo esperable era que se vieran y sucedió, y aunque se veía venir eso no le quita lo mágico al momento. Dos adolescentes que recién experimentan el mundo y el amor, dos niños que querían verse en ese momento (a pesar de ser un día producto del consumismo), dos almas que quieren estar juntas. Aunque las sakura sean efímeras, dan cuenta de lo hermoso en el presente y ahí están ellos, amándose inocentemente en el presente.
Lo que pasa después no es tan superficial, sino dan cuenta de una mayor seguridad, de un mejor entendimiento del otro y de su sentir. Como diría Arima, pronto llegará el otoño, un otoño en el que no estarás, pero para nosotros llegará el verano, quizá el último verano donde la volvamos a encontrar (o invierno, depende si la película llega a Latinoamérica).