Reseña | Dr. Stone – Capítulos 16 y 17

lightbulb_outline Esta reseña sobre Dr. Stone contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.

Capítulo 16: “Una historia para la eternidad”

En esta nueva entrega de Dr. Stone, Ruri revela a Senku la última de las Cien Historias que han pasado de generación en generación a las sacerdotisas. Esa historia lleva su nombre y explica el origen de la aldea: Byakuya Ishigami, su padre adoptivo, junto con otros cinco astronautas, son sus ascendientes.

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La historia comienza relatando la infancia de Senku y cómo ayuda a su padre a ser seleccionado para una misión espacial diez años más tarde de fallar en la prueba de natación. Otros cinco años más tarde, Byakuya va al espacio junto con un astronauta más, Shamil, y una turista espacial, la famosa cantante Lilian. En la estación espacial conocen a Connie, Dalia y Yakov. La convivencia en el espacio transcurre sin problemas, hasta que de pronto, son testigos de la petrificación de todos los seres humanos en la Tierra. En mitad de la desesperación, Byakuya decide que deben regresar.

Análisis: Las historia número 100

Dr. Stone ha llegado al fin a uno de sus momentos narrativos más importantes. Senku y la aldea parten de un mismo origen y estaban destinados a encontrarse, porque el regalo de Byakuya a su hijo son los descendientes de los seis astronautas que sobrevivieron a la petrificación.

La anagnórisis – la revelación de una información oculta sobre un ser querido- es un recurso muy potente y dramático, por eso a veces se abusa de él. Lo que se ha hecho en Dr. Stone no es nuevo, es completar una historia circular perfecta, donde las condiciones que pronosticó Byakuya se cumplen. Sin embargo, a mí, la anagnórisis bien hecha, por muchas veces que se repita, me atrapa.

Habrá lectores que prefieran algo más verosímil, un azar donde no quede todo absolutamente atado; sin embargo, los recursos clásicos bien enlazados forman una estructura narrativa de la que se puede disfrutar muchísimo. En las historias, no es el qué, sino el cómo.

Byakuya Ishigami, padre de Senku

El título de este apartado no es una obviedad, es una lectura de la personalidad de nuestro profesor astronauta. Si hay un aspecto destacado que nos maravilla por encima de otros en su carácter, es su fe incondicional y el amor a su hijo adoptivo. Byakuya se define constantemente como “padre de Senku”, y aunque no está presente ni en la EEI ni en la isla, él lo convierte en un símbolo vivo y constante. Admira a su hijo, lo atesora a tal punto que confiere el último legado de la humanidad para él.

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Sus sentimientos y opiniones sobre Senku, el orgullo que le produce, nos moldean la imagen de Byakuya, que genial y humilde, se coloca en un escalafón más mundano, por debajo de nuestro protagonista. A pesar de esta humildad, sabemos que es un gran luchador, un hombre apasionado e inteligente por sí mismo, capaz de preservar la humanidad por más de tres mil años con sus simples 100 enseñanzas.

Otro aspecto destacable es su humor. La voz de su seiyuu trata de adaptar esa imagen bromista y vital del astronauta. Aunque, personalmente, me desagradaba un poco al principio al oído, en un análisis profundo entiendo que es la voz ideal para él.

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No obstante, y ante todo, Byakuya se nos contruye como un padre que ama con locura desmedida a su hijo.

La música y el espacio

Sin duda, uno de los elementos más atractivos de este capítulo de Dr. Stone ha sido la ambientación. Desde el hermoso y metafórico principio en el que Senku se pregunta porque le sigue la luna hasta la culminación de la belleza del espacio exterior. Lilian ha envuelto con su música los paisajes de la Tierra en el espacio. La adaptación ha sido bastante fiel y ha cantado en inglés en el estilo descrito y esperable de acuerdo al manga.

Los momentos en el espacio, la intensidad del dibujo de la noche y el cosmos son sorprendentes. El instante que comparten Byakuya y Lilian frente a la ventana de la nave está lleno de sugerencias y significados, entre ellos, ¿un posible romance? En cualquier caso, la conexión espiritual del paisaje con los sentimientos de los personajes ha sido uno de los mejores puntos del episodio.

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Capítulo 17: “Cien noches y mil cielos”

Esta semana en Dr. Stone, Shamil convence a Byakuya para que aguarde junto con Dalia y Yakov mientras ellos asumen el riesgo. La mala suerte les acompaña, pues realizan un amerizaje y cuentan las horas que les quedan. Sin embargo, Byakuya y los demás consiguen aterrizar con éxito y los salvan. Los astronautas acaban en una isla y se ven forzados a sobrevivir sin esperanza de encontrar más humanos vivos.

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Asumiendo que son los últimos 6, continúan sus vidas, tienen hijos y Connie y Shamil se casan. Pero la ausencia de medicamentos básicos resulta fatal y la joven pareja muere de neumonía. En una cadena de desastres, Yakov y Dalia van a buscar medicamentos, pero jamás logran regresar. Lilian y Byakuya se hacen cargo de los niños, y entre tanto, el padre de Senku diseña cien historias para poder comunicarse con su hijo en el futuro, pues cree firmemente que despertará de la piedra. Finalmente, también Lilian muere.

En el presente, Senku visita la tumba de su padre junto con Ruri mientras todos celebran el nombramiento del nuevo jefe de la aldea. Gen rompe la armonía entonces con un aviso: Tsukasa y los suyos vienen.

Análisis: Supervivencia y legado

Este capítulo de Dr. Stone ha sido particularmente bello y trágico. La historia de los 6 últimos seres humanos sucumbe a la desgracia y el realismo de la supervivencia. Nos mantiene en una tensión constante e impera el sentimiento de desolación y frustración. Sin embargo, en ese camino agridulce por el que se abren paso a la continuación de la vida, Byakuya se convierte en un moderno profeta y alimenta su esperanza: Senku terminará su labor, la civilización humana no desaparecerá.

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De hecho, el trazado del argumento sigue una estructura de precipicio, pues desgracia tras desgracia, el objetivo es aislar a Byakuya. La soledad lo va cercando conforme mueren todos a su alrededor. El último de los astronautas, desmejorado y henchido de sufrimiento frente a las tumbas de sus amigos, acepta con una sonrisa la enorme carga de transmitir el legado y asegurar la supervivencia de los hijos de todos ellos.

La evolución de sus días en la isla nos sobrecoge, y el momento en el que llora por la muerte de Connie, a manos de una simple neumonía, consigue transmitirnos la frustración que siente. También es especialmente dramática e intensa la escena en la que en el cielo, sobre las tumbas de su compañeros, se dibujan los colores de la EEI destruyéndose.

Los últimos seis humanos

Dr. Stone nos ha presentado en dos capítulos la hazaña de caracterizar a los últimos seis seres humanos en la Tierra. Evidentemente, las dimensiones temporales del flashback no permiten la extensión que requiere crear complejidad en todos ellos, pero a través de sus acciones se logra bastante. Byakuya queda perfectamente retratado, pero también se logra una imagen profunda de Lilian o Shamil.

La historia de amor de Shamil y Connie, y el cambio de actitud en él, es triste en su final, pero humana en su conjunto. A pesar de todo, esos seis hombres y mujeres aman y tienen hijos, se aferran a la esperanza y a la vida. Y de acuerdo al dictado de la naturaleza, sus hijos son su mayor legado, el regalo que Byakuya le prometió a Senku.

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Consideraciones científicas: ¿es posible?

No soy de la rama de ciencias, así que en términos generales, no sé si 6 individuos pueden mantener una estirpe que se prolongue 3700 años. Entiendo que el problema de la mezcla de sangre lleva a la endogamia y el deterioro genético, y poco más. Pero en 3700 años hay un margen de explicaciones que podrían surgir.

Sí puedo afirmar algo que sugerí en su momento, pero no pude revelar por un posible spoiler. Con las lenguas en constante cambio, y más en un entorno donde los niños han bebido japonés con inglés, me resulta increíble que, en un lapso de 3700 años, se siga hablando lo mismo, sin cambios perceptibles. Es cierto que en una población cerrada y aferrada a sus costumbres, puede sobrevivir la base, pero sin norma ni escritura constante es muy difícil de creer. ¡El latín se dividió en las lenguas romances en un lapso de 500 años aproximadamente!

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Pese a estas posibles incoherencias, creo que debemos subrayar el aspecto didáctico y lúdico de esta historia por encima de todo. Dr. Stone es una historia más con sus enseñanzas y aventuras, tampoco hay que obsesionarse.

Las lágrimas de Senku y el regreso de un enemigo

Dr. Stone también nos ha dejado ver las lágrimas breves de Senku, que quiere revivir de la piedra a toda la humanidad, pero jamás podrá recuperar a su padre. Su carácter apasionado- al igual que Byakuya-, y su ironía, solo le han permitido sacar a luz ese dolor un instante. Al momento, Senku ya está recuperado y adopta su pose de tipo duro, aunque sabemos que amaba a su padre con la misma locura que este a él. La escena junto a la tumba es sobrecogedora.

Por otro lado, la historia vuelve a centrarse en el presente y nos presenta el regreso de Tsukasa, con nuevos enemigos que ha ido reuniendo. Era un giro esperado en el argumento, pero nos toma por sorpresa en mitad del banquete. Por suerte, Senku lo considera emocionante y se siente preparado para ello.

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A modo de conclusión

Dr. Stone ha revelado el origen de la aldea, fundada por el padre de Senku. Sin duda, han sido dos episodios llenos de sorpresa y expectación con un final trágico para los astronautas. Pero, a pesar de todo, mantiene el mensaje de esperanza y lucha, pues Senku cumple con su parte y se hace con el liderazgo de la aldea 3700 años después de la profecía de su padre.

La personalidad de Byakuya no nos puede haber dejado indiferentes, así como su profunda relación con Senku. Separados por 3700 años, uno recoge el testigo del otro y ambos luchan por la misma idea.