Alto ahí. No sigas leyendo esto a menos que hayas visto el capítulo final de Animegataris. Pero puedes pasar a leer la reseña anterior, puesto que continuamos de lo que sucedió hace una semana. Es un final extraño y algo complicado de explicar, aunque haré lo posible para quedar claro.
El mundo del anime
Minoa sigue atrapada en una realidad alterna, en donde todo está relacionado con el anime. Una voz en off cuenta lo que ha sucedido hasta ahora, aunque Minoa lo escucha todo. Entre lo que dice, revela que Aurora (Kouki) es un personaje de anime y que su plan fue para poder cambiarse el nombre, ya que no le agrada que le digan Aurora.
De repente, la escena regresa al salón de clases. Minoa cree que lo que pasó fue solo un sueño. Arisu, Miko y Yui conversan con total normalidad, cuando ocurre una explosión cerca. Minoa no sabe que ocurre y va al Club de Anime, donde encuentra el portal, por lo que se da cuenta que sigue en el mundo de anime. Ella le pide a Arisu que llame a Sebastián, pero este sigue siendo una maid.
Minoa regresa a casa, en donde nadie de su familia se percata de su presencia, como si no existiera. Tal es así que su habitación está vacía. Entra al cuarto y se encuentra con ella misma, como si fuese un espíritu o una presencia. De la misma manera ve a sus amigos del Club, que tratan de convencerla de que se quede en ese mundo.
A recuperar la boina
Dispuesta a confrontar esa realidad, Minoa sale de su casa y encuentra a Neko afuera. El gato le explica que el mundo trata de negarla por haberse opuesto a ser parte de ella y que la única forma de regresar es con una boina. Esta boina debe ser devuelta a la frontera con la realidad. El mundo comienza a actuar para borrar a Minoa y la ataca con la pausa de intermedio.
Minoa se arma de valor para seguir avanzando junto a Neko. Del cielo bajan los personajes del anime que le gustaba de pequeña: Ultra Katharsisteki Shoujo. Ella entra dentro de un robot y la hace funcionar con la ayuda de los personajes ficticios. Con el taladro del mecha, consiguen romper una barrera para poder avanzar.
Tras eso, aparecen en un espacio reducido con Aurora y la boina. El rubio llama a Minoa por su nombre de boceto: Mikene, al mismo tiempo que muestran una imagen de cómo iba a ser Animegataris. Minoa toma la boina y va hacia el portal con la realidad, pero el Club de esta realidad la detiene. Para poder conseguir que regresen, Minoa comienza a recordar los momentos que pasaron juntos, pero ellos desaparecen antes de reaccionar.
Dentro, el suelo bajo ella desaparece, aunque una mano salvadora la coge a tiempo. Arisu y el resto de amigos la ayudan a regresar. Buscando una forma de romper el muro que protege al portal, aparece Alicerobo, del anime que crearon para el Festival. Con suficiente motivación, consiguen romper la última barrera. Neko toma la boina y Aurora toma al gato, y luego ambos cruzan el portal.
Un nuevo comienzo
En un abrir y cerrar de ojos, regresamos al salón de clases, en donde Minoa y Yui conversan sobre animes, mientras Arisu y Miko solo escuchan. Al parecer volvimos al inicio de Animegataris, aunque con algunos cambios. Por ejemplo, la presidenta del Consejo Estudiantil aconseja a Minoa y Arisu de unirse al Club de Anime.
Ya en el salón del Club, son recibidas por Erika, aunque con diferente color de cabello. Además, un personaje nuevo reemplaza a Kouki, sin embargo no habla ni se sabe el nombre. También, se ve que están en proceso de creación de un personaje ficticio para el Festival, que resulta ser Aurora. Por último, la misteriosa puerta ahora resulta ser una especie de almacén con cosas de animes. Así es como finaliza el episodio.
Opinión
Vaya, pero que final tan extraño. Minoa logró salir de la realidad alterna, si bien eso significó un comienzo diferente. Neko y Aurora siempre fueron parte de ese otro mundo, por lo que no existen en el nuevo inicio. Quizás leyendo la reseña no sea suficiente para entender este final, pero obvio que viendo el capítulo se podrán sacar más dudas.
Animegataris comenzó como un anime normal, con una trama nada fuera de lo común. Aunque recién en los capítulos finales se pudo saber la verdadera trama, que a mi parecer, resultó inesperada, interesante y original. Podría decir que para este anime, las imágenes valen más que mil palabras.
Solo me queda agradecer a los que leyeron las reseñas y me acompañaron en este anime. ¿Lo recomendaría? Creo que sí. Con este texto culmino los títulos que seguía esta temporada, pero regresaré pronto para lo que se viene en el Invierno (de Japón) de 2018. Hasta entonces.