Un trágico suceso ha sacudido a los fanáticos de “Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba“ y a la comunidad local en Japón, después de que el santuario de Nagusa Itsukushima, un lugar considerado sagrado por seguidores de la serie, perdiera gran parte de su techo debido al robo de sus placas de cobre. Ubicado en la ciudad de Ashikaga, en la prefectura de Tochigi, este sitio es famoso entre los fans por la roca partida que recuerda a escenas de la popular obra. Sin embargo, el pasado 3 de noviembre, un visitante notó la ausencia de las aproximadamente 1,630 placas de cobre que solían cubrir el techo y dotar al santuario de un aspecto majestuoso.
Se estima que el valor de los materiales robados asciende a 650,000 yenes (alrededor de 4,300 dólares). Según el director del Centro Comunitario Nagusa, Hiroyuki Tameya, el incidente ha causado una gran indignación, señalando que, más allá del daño material, la comunidad ha perdido un patrimonio cultural invaluable.
Este no es un caso aislado. En la prefectura de Chiba, el santuario Miyama también sufrió el robo de placas de cobre en su techo. El sacerdote a cargo, Toshiwa Suzuki, expresó su decepción, destacando que la falta de personal y de cámaras de seguridad ha convertido a los templos y santuarios en objetivos vulnerables para el robo de metales valiosos.
Para detener esta tendencia de robos de metales, las autoridades de la prefectura de Ibaraki arrestaron recientemente a un comerciante de nacionalidad china, de 46 años, bajo la sospecha de haber comprado cobre robado. Ibaraki encabeza actualmente el índice de robos de metal en Japón, y este arresto marca un intento de disuadir a los comerciantes de adquirir materiales sospechosos.
El incidente ha generado una ola de comentarios en redes sociales y foros japoneses, donde los usuarios expresaron su indignación y tristeza:
- «¡Arruinaron el santuario por completo!».
- «Estamos en el final de los tiempos… ¿Cómo se roban 1,630 placas de cobre? ¿Acaso no hay gente en la zona de noche? Seguro les tomó bastante tiempo desmantelar todo».
- «Siento que han robado algo invaluable que no se recupera solo con 650,000 yenes».
- «Incluso el techo… No es solo el cobre, pero tal vez deberíamos limitar a los compradores de estos materiales a empresas certificadas y solo a japoneses».
- «Esto es un crimen de robo y destrucción que nada tiene que ver con Kimetsu no Yaiba. ¡Cuántos años tomará reparar el santuario! Qué tragedia».
- «Supongo que para los ladrones esto solo era una casa vacía en la montaña. A veces ven las noticias y piensan: ‘¡Oh, esto era cobre!’ y se lo roban porque si no los acusan, simplemente seguirán haciéndolo».
- «Dicen que la reparación podría costar hasta 10 millones de yenes».
- «El precio del cobre ha subido, y por eso lo roban sin más. Ojalá los capturen pronto».
- «Las cámaras de seguridad no van con los santuarios y templos, pero parece que ya son necesarias».
- «Este tipo de acciones realmente traen mala suerte».
Fuente: Hachima Kikou