¿Hay algunas tarifas de derechos de autor para el cosplay que se realiza sobre alguna franquicia de anime o videojuegos? El gobierno de Japón ha comenzado a desarrollar reglas para evitar problemas de derechos de autor en la cultura del cosplay, que se está volviendo cada vez más popular en el extranjero.
Si se obtienen beneficios, la relación con los derechos de autor no está clara. Así, la posible regularización de la cultura del cosplay se convertiría entonces en un pilar de la estrategia para vender la cultura japonesa en el extranjero y apoyar su desarrollo activo. La animación japonesa tiene muchos fanáticos alrededor del mundo y, en consecuencia, la cantidad de eventos de cosplay también ha ido en aumento. En este caso, si el cosplay está destinado a fines no lucrativos, entonces no es una violación a los derechos de autor.
Sin embargo, si el usuario publica fotos en redes sociales como Instagram o recibe recompensas en eventos o plataformas de apoyo económico, existe la posibilidad de que sea considerada una violación a los derechos de autor. Así lo señaló Shinji Inoue, Ministro de Asutnos del Consumidor y Seguridad Alimentaria, Política de Ciencia y Tecnología y de la Iniciativa “CoolJapan”, durante una conferencia de prensa a finales del año pasado. «El cosplay se ha extendido como cultura. Necesitamos difundir las ideas de nuestro país», mencionó. Por ello, el gobierno ya ha comenzado a escuchar las opiniones de los funcionarios y de la popular cosplayer profesional Enako, quien ha sido embajadora de la iniciativa CoolJapan (クールジャパン), un término de marketing adoptado por Japón que busca la explotación de aspectos de la industria cultural del país que se consideran “cool”.
En resumen, el gobierno está buscando formas de proteger los derechos de autor sin abrumar a la cultura del cosplay debido a que, si la aplicación de las leyes es demasiado estricta, podría terminar afectando la difusión de esta cultura. En especial, los cosplayers interesados y el público en general tendrían muchos problemas para ponerse en contacto con las personas adecuadas para obtener los permisos, debido a una falta de contacto entre ambas partes.
Así, no se anticipa ningún cambio legislativo en este momento y se está elaborando primero un plan de concientización para resolver los casos en donde se requiera aplicar tarifas de derechos de uso. «Necesitamos un mecanismo que ambas partes puedan utilizar con tranquilidad», menciona Taro Yamada, subsecretario general del Grupo de Estudio de la Estrategia de Propiedad Intelectual, y sugiere desarrollar una base de datos que facilite la localización de los titulares de derechos de autor en el futuro.
Fuente: Livedoor News
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