El Tribunal del Distrito de Tokio ordenó al antiguo propietario del sitio de piratería de manga en japonés “Mangamura” a pagar a las editoriales japonesas Shogakukan, Shueisha y Kadokawa la suma de 1.7 miles de millones de yenes (más de 11 millones de dólares estadounidenses). Los comunicados de prensa informaron que se trata de la mayor cantidad de dinero que un juez ha ordenado pagar en concepto de daños y perjuicios en un caso sobre piratería en Japón.
Las empresas demandaron a “Mangamura” en 2022 por 1.9 millones de yenes, una cifra calculada sobre los daños estimados por la piratería de 441 volúmenes de un total de 17 mangas. Entre estos mangas se encontraban “One Piece”, “Kingdom”, “YAWARA!”, “Dorohedoro”, “Overlord”, “Sgt. Frog”, “Wise Man’s Grandchild”, “The Rising of the Shield Hero”, “Trinity Seven”, “Hinamatsuri”, “Erased”, “Mushoku Tensei: Jobless Reincarnation”, “Golden Rough”, “Kanojo wa Uso wo Ai Shisugiteru”, “Karakuri Circus”, “Kengan Ashura” y “Tasogare Ryuuseigun”.
Las editoriales alegaron que el supuesto propietario del sitio, identificado como Romi Hoshino alias “Zakay Romi”, obtenía ingresos por concepto de publicidad dentro del sitio. El acusado alegó que él no operaba el sitio, sino que se encargaba del desarrollo y la gestión del sistema.
El Tribunal del Distrito de Fukuoka dictó sentencia condenatoria en junio de 2021 contra el acusado por infracción de derechos de autor y ocultación de ganancias delictivas. Hoshino, que en ese entonces tenía 29 años, fue condenado a tres años de prisión, una multa de 10 millones de yenes (cerca de 91 mil dólares) y una multa adicional de 62 millones de yenes (cerca de 565 mil dólares), derivada de los ingresos de obtuvo del sitio y que depositó en una cuenta extranjera.
Por otra parte, “Mangamura” es un sitio de piratería de manga en japonés que se puso en marcha en 2016. Las autoridades revelaron que investigaban el sitio desde mayo de 2018, luego de que las editoriales presentaran denuncias penales. Aunque algunos podrían considerar irrelevante el arresto del operador japonés de “Mangamura” para aquellos que consumen piratería de anime y manga en Occidente, esta percepción podría no estar fundamentada.
Muchas de las filtraciones de contenido de anime y manga tienen su origen en Japón, lo que significa que la piratería en el país asiático puede tener un impacto directo en el suministro de contenido ilegal a nivel internacional. Por lo tanto, este caso de “Mangamura” y su resolución legal podrían tener implicaciones más amplias para quienes participan en la piratería de anime y manga fuera de Japón.
Fuente: NIKKEI NEWS