En días recientes, el medio occidental VICE News publicó un video titulado “Inside the Pedophilic Manga Industry in Japan (Dentro de la industria del manga pedófilo en Japón)”, que evidentemente se volvió tendencia tomando en cuenta el título. Dentro del video, el sitio critica a la industria del manga en Japón, y entrevista a una serie de fanáticos y autores sobre el género “l_licon” del hentai, centrado en representar a chicas menores de edad.
En uno de los segmentos del video, entrevistan a un autor hentai sobre su obra del género, quien presenta la historia sin cambiar su expresión, y luego explica: «Personalmente, lo considero un elemento disuasorio. Si puedo proporcionar el trabajo, habré evitado un delito real», refiriéndose a que posiblemente alguien prefiera satisfacer sus deseos con un doujinshi hentai, en lugar de salir a “hacerlos realidad”.
La entrevistadora parece muy firme en su forma de pensar, puesto que replica: «Por otro lado, en Japón, el número de casos de violencia sexual contra niños ha ido aumentando cada año. Si se puede demostrar que hay una relación…», intentando señalar que el doujinshi hentai impulsa a los agresores sexuales. Pero inmediatamente es interrumpida por el autor, quien señala: «Bueno, si puedes demostrarlo, supongo que ya se habría prohibido»; señalando que a la fecha no se ha podido demostrar que exista una relación entre ambas cosas.
De hecho, los países con la mayor cantidad de delitos sexuales contra menores de edad son Filipinas, Australia y México, y no existe una industria del manga en esos tres países. De hecho, los tres países tienen rigurosas leyes contra los delitos y la representación sexual de menores de edad, mientras que Japón sigue permitiendo la libertad creativa solamente en el papel. «¿Pero por qué tenemos que esperar hasta que haya pruebas? Lo que significa que si se han encontrado pruebas, eso significa que un niño se convirtió en víctima», dice la entrevista intentando rescatar su argumento. «Por otro lado, ¿es un error esperar a tener pruebas?», replica el autor, cerrando la discusión.
Más adelante ponen a una mujer a leer el manga y a reaccionar al mismo (algo que no tiene sentido considerando que los doujinshi tienen un “público objetivo”, y que evidentemente no está hecho para agradar a todos), y entrevistan a un “consumidor del género” que, vaya coincidencia, también fue supuestamente arrestado en el pasado por haber sido un depredador sexual de menores.
El segundo sujeto es entrevista y narra sus delitos del pasado, su experiencia actual como pedófilo. Como “una increíble coincidencia”, el sujeto menciona que “leía cada vez más y más doujinshi del género l_licon hasta que en su mente surgió la necesidad de hacer realidad lo que leía”. Lo interesante llega cuando entrevista al político japonés Minoru Ogino, quien niega que exista relación entre ambas cosas:
«Los cómics no están influyendo en la gente. En primer lugar, estos crímenes ya están ocurriendo, exista o no el manga. (…) No hay pruebas de que este material lleve a los delincuentes a cometer sus actos. Cuando el Estado piensa en leyes o regulaciones, tiene que haber una base científica». La entrevista intenta justificar que otros países han emitido leyes basadas en la moral, mientras que Japón se niega, a lo que el político responde: «Creo que esas normas están influidas por la cultura, el conjunto de valores y las costumbres de cada país. Hay países que han prohibido la representación de parejas del mismo sexo. Se basa en la voluntad del pueblo. Eso es la democracia».
Luego parece que la entrevistadora quiere hacerlo cambiar de opinión y lo pone a leer el mismo doujinshi hentai previamente mencionado, y cuando lo cuestiona sobre si ese tipo de obras deberían ser protegidas por la libertad creativa, el político responde: «Sí, así es. No veo nada fuera de lo normal. Creo que debería ser así». Aparentemente la respuesta no era la esperada, puesto que el segmento termina allí.
El video evidentemente se volvió tendencia por ser una especia de crítica hacia la industria del manga en Japón y la libertad creativa que actualmente existe en dicho país, pero también por el hecho de que VICE News había prohibido la reproducción del video en un solo país: Japón. Así es, los japoneses no podían ver el video que criticaba a su propio país, y en YouTube ni siquiera están activados los comentarios. Por supuesto, dada la estúpida decisión de YouTube de eliminar el conteo de “No Me Gusta” de su plataforma, tuvimos que recurrir a una extensión para saber como iba la báscula, y parece que no les va muy bien.
Por cierto, aparentemente VICE News es el peor sitio de noticias que podría haberse atrevido a criticar la industria del manga en Japón. Resulta que previamente han tenido titulares problemáticos apoyando la pedofilia de Occidente, como los siguientes: «Un pedófilo se sincera sobre el hecho de ser objeto de vigilancia»; «Una víctima de violación infantil explica por qué la sociedad debería ser más empática con los pedófilos»; «La mayoría de los abusadores sexuales de niños no son pedófilos, según un experto»; y «Pasé un año viviendo con pedófilos ‘no ofensivos’». Por supuesto, VICE News fue uno de los medios que criticó de forma positiva la controvertida producción de Netflix, Cuties.
Fuente: YouTube