lightbulb_outline Esta reseña sobre Tensei shitara Slime Datta Ken contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
En el reino de los enanos
Luego de tres días de viaje y de haber aprendido algunas cosas sobre su destino gracias a Gobuta, el grupo de Rimuru llega a la entrada de la ciudad armada de Dwargon. Tras eso, el slime decide que solamente Gobuta lo acompañe para evitar llamar demasiado la atención.
Ya en la fila para entrar a la ciudad son interceptados por algunos aventureros, que los atacan luego de tratarlos cómo monstruos solo para ser ahuyentados por Rimuru en su forma lobo Tempest. El escándalo, provocado por el conflicto, desemboca en el slime y su acompañante goblin siendo puestos en un calabozo.
Luego de oír acerca del accidente en una cueva, Rimuru ofrece al guardia un barril lleno de pócima y este a cambio lo libera, además de agradecerle junto con los enanos rescatados. Luego de una cena con el slime, el guardia acepta llevarlo con un herrero.
Kaijin, el herrero y hermano del guardia, lo recibe en su forja, agradecido por salvar a sus compañeros pero, para pesar del slime, se niega a ayudarlo por estar sobrecargado de trabajo. La tarea en cuestión que implica hacer espadas usando rocas mágicas y que tomaría dos semanas, es realizada en segundos por Rimuru quien, usando su habilidad “Gran sabio”, realiza varias copias de la primer espada hecha por el herrero.
Con el encargo listo, los enanos y el slime se dirigen a una suerte de club nocturno a celebrar con unas elfas de compañía, mientras una figura amenazante se dirige al lugar.
Crisol de razas
Monstruos, humanos, enanos, elfos, demonios y más son el estándar de todas las historias de fantasía, y esta vez no es la excepción. Siendo que ya han presentado o mencionado a las razas más famosas, donde incluso podríamos crear una subdivisión dentro de la raza humana con los héroes o viajeros entre mundos cómo existencias especiales, asimismo como con los demonios y sus rangos, y de igual modo con varias otras razas que faltan por aparecer en la historia.
En este capítulo es cuando más se ha visto lo multiétnico que resulta este mundo poniendo como referencia a la ciudad de Dwargon, un espacio donde los enanos conviven con humanos, elfos y otras razas no mencionadas pero que pueden verse en la multitud como hombres bestia. Algo interesante sobre esto y que podríamos asumir, es que hay una fuerte división entre monstruos (slimes, goblins, etc), semi humanos (enanos, elfos, demonios) y humanos, (dejemos a los dioses fuera de la ecuación de momento), lo que hablaría de un mundo estratificado junto con el elemento que suele acompañar a este concepto: la discriminación, y en este capítulo pudimos ver algo de eso.
Protagonista pervertido promedio
A pesar de haberse estado conteniendo, por fin pudimos ver la faceta pervertida de nuestro slime (un hombre virgen de 37 años reencarnado), junto con su fascinación algo obsesiva por las elfas, pero que fue un buen material cómico y de fanservice. Tampoco olvidemos su reacción al ver a evolucionadas goblinas y su carencia de ropa adecuada, ¿será que nuestro slime tomará la famosa ruta del harem en algún futuro? Personalmente lo dudo, y aunque es seguro que cosechará varias seguidoras a su paso, no olvidemos un fundamento importante de la biología de los slime: no tienen género.
Por arte de magia
Finalmente es introducido el concepto de la magia. De momento, solamente habíamos visto el funcionamiento de las habilidades pero no la magia como tal (el nombramiento podría ser considerado un tipo de magia pero seamos honestos, solamente es recibir un nombre y brillar). Y en este capítulo aunque no de forma directa, el concepto de magia aparece representado fuertemente en el arma por excelencia en las historias de fantasía: las espadas, en este caso, hechas con piedras mágicas y que se adaptan a la voluntad del usuario.
Opinión final
Fue grato ver otra representación de la raza de los enanos que se aleja de esa típica en la que suelen ser ariscos, apartados y teniendo una mala relación con los elfos (ejem, aquí se mostró prácticamente lo contrario). También el usar Dwargon, un lugar donde las razas son aceptadas por igual, como primer lugar a desarrollar es algo interesante y habla de un manejo inteligente de la historia, porque otorga un punto de comparación no solo en lo social, sino también en lo militar y político, en relación a los demás reinos que faltan por introducir.
Fue bastante divertido ver la fijación de Rimuru al saber de la existencia de las elfas y el cómo las imaginó a lo largo del capítulo, y podría decirse que toda esa maquinación personal dio sus frutos al final del capítulo, cuando los enanos lo llevaron al club nocturno.
Por otro lado, la historia sigue avanzando de manera lenta pero expandiéndose en pequeños momentos, como la charla de Rimuru con Ranga o el que Riguru le haya hablado al slime sobre el demonio que nombró a su hermano.
Nuevamente pudimos comprobar la conveniencia de las habilidades de Rimuru, quien le sacó provecho a ese tiempo que pasó en la cueva asimilando plantas medicinales y rocas mágicas, primero, sobornando al guardia con el barril de pócima, y luego, brindando las rocas mágicas que requería el trabajo de Kaijin, no contento con esto, el slime terminó por copiar las espadas con su habilidad.
Verdaderamente pudieron seleccionar mejor el contenido de este capítulo, o al menos, hubiesen evitado poner 5 minutos en la secuencia del viaje que pareció eterna y no brindó grandes cosas, por lo demás, fue una buena introducción a Dwargon y a los enanos en general. Espero que luego de estos capítulos podamos volver a ver el reino enano en detalle. La próxima semana veremos al rey de los héroes, Gazelle Dwargo, ¿potencial aliado o enemigo? Ya veremos.
Buenas! Copia hasta lo que es metal o inanimado? rayos bueno eso momentos con las elfas fue fenomenal pervertido promedio no “Normal”
Me gusto tu reseña espero que este anime llegue lejos en lo persona con cada episodio que sale me gusta mucho mas y eso que solo van 3
Buena reseña