Reseña | Shingeki no Kyojin – Capítulo 7

lightbulb_outline Esta reseña sobre Shingeki no Kyojin 3 contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña. Puedes leer la reseña anterior aquí.

Capítulo 7: Deseo

Los miembros del escuadrón de Levi y Hange se enfrentan al escuadrón de supresión humano de Kenny en una feroz batalla en su misión de evitar que Eren sea devorado; en esta batalla los Ackerman demuestran su poder haciendo estragos a su paso, y una batalla entre Levi y Kenny resulta en la retirada por parte de este último. Mas adentro en la cueva Rod intenta convencer a su hija de que debe tomar el poder de Eren para convertirse en la salvadora de la humanidad al relatarle la historia del primer rey que uso el poder de los titanes para construir las murallas. Kenny escucha esta historia y luego de amenazar a Rod este lo desobliga de sus servicios para que tengo una vida larga, pero Kenny no quiere eso, en cambio libera a Eren para que pelee con Historia para ver quien es digno del poder titán. Un pelea de titanes parece que está a punto de suceder pero ante una gran pregunta y los recuerdos de Ymir, Historia se revela contra su padre e intenta liberar a Eren mientras Rod toma el líquido de la jeringa convirtiéndose en un titán.

Opinión y análisis

Vuelve la acción

Todos recordamos esa escena al principio del segundo episodio de esta tercera temporada donde vimos a Levi escapar del escuadrón de Kenny en un despliegue tanto de las habilidades dignas del soldado más fuerte de la humanidad, como de las habilidades de Wit Studio para deleitarnos ante tal sucesión de imágenes. Pero luego se cambiaron las espadas por palabras, al menos hasta ahora; si bien no veo que la calidad de las líneas y el movimiento sea el mismo, no puedo descartar la escena del enfrentamiento entre los escuadrones de Levi y Kenny. El equipo de producción nos ha regalado una batalla increíblemente técnica y llena de ritmo que no deja de sorprendernos por sus giros rápidos pero entendibles a cada momento. La combinación de las bombas de humo, las bengalas y el análisis de Armin sobre las debilidades del equipo de maniobras tridimensionales antipersonal contribuyo a crear el pánico en el equipo de Kenny; hasta el momento solo se había enfrentado a Levi, que no es poca cosa, pero ver tanta sangre hermana derramada fue un gran impacto en su mente que los obligo a actuar desesperadamente.

Por supuesto esta masacre tuvo algunos grandes actores y ellos son los portados de la sangre Ackerman, Levi y Mikasa fueron otros dos grandes factores que provocaron el miedo del enemigo; pero en el momento en que Kenny hace su aparición podríamos decir que el enfrentamiento tiene cierto equilibrio. Es aquí que alumno y maestro se enfrentan en un despliegue de sus mejores cualidades, donde la astucia e inteligencia de Levi se enfrenta al estilo menos sutil y brutal de Kenny; pero la sangre joven se alza al final cuando Kenny se ve obligado a escapar tapando su herida. Todo marcha bien hasta que la Legión de Reconocimiento tiene su primera baja, en el momento en que Hange resulta herida los miembros de la legión queden lo suficientemente anonadados para que el enemigo empiece su retirada hacia el interior de la cueva de cristal y se preparen para un segundo asalto.

Revelación total

De la acción nos vamos al drama y el misticismo junto a Eren, Rod e Historia mientras nos acercamos a una de las revelaciones más importantes de todo Shingeki no Kyojin. Parece que los guionistas están buscando la forma de hacernos empatizar con Rod ante su propia justificación de que “El poder que nos robó regresara a donde pertenece“, donde él es el bueno y Eren junto a su padre son los malos de la historia por obstruir la salvación de la humanidad. Rod busca su justicia, pero Eren también lo hace al recordar las palabras de su padre que le pedían que vengue la muerte de su madre; y esta parece la típica situación donde ambos argumentos tienen razón y debemos elegir, pero aquí falta la pieza clave del rompecabezas.

Para esta gran revelación Rod toma el trabajo de narrador y nos cuenta como un antepasado de su familia utilizo el poder del Titán para levantar las tres murallas y separar a los humanos de los titanes; pero además borro los recuerdos de todas las personas que se encontraban dentro de las murallas, y solo unos pocos pudieron resistir este lavado cerebral. Así, la humanidad creció ignorante dentro de las murallas y el poder fue pasado de generación en generación hasta Frieda, y hubiera continuado si Grisha no la hubiera asesinado y luego otorgado el poder a Eren, el cual no puede utilizarlo en su plenitud por no tener sangre de los Reiss. Con este relato Rod intenta hacernos ver que lo que está haciendo es lo necesario para derrotar a los titanes de una vez, para eso necesita robarle el poder a Eren, dárselo a su hija Historia y que esta se convierta en la salvadora de la humanidad. Una idea grandiosa pero en ese momento Kenny desciende del techo para expresar su descontento con esa historia, dejando claro que para él Rod es un mentiroso y manipulador al darle la carga de ser el portador del poder titán tanto a su hermano como a sus hijas para evitar ese destino él mismo.

Decisiones

Luego de una pequeña amenaza, Rod libera a Kenny de sus servicios pero este no decide marcharse sin más, en vez de eso se dirige hacia Eren y remueve su mordaza a la vez que hace un corte en su frente, Kenny quiere que Eren e Historia peleen siendo titanes para ver quien es digno de obtener el poder. Rod desesperado entrega la jeringa a Historia y explica el método para obtener el poder de Eren, tomando el líquido cefalorraquídeo de su columna; con la ajuga a centímetros de su piel Historia parece dudar pero termina aceptando la responsabilidad que le está dando su padre. Todo indica que un gran enfrentamiento esta por ocurrir pero Isayama nos demuestra que esto no va de ver quién es el más fuerte, el hace esto sacando a Eren del arquetipo de héroe poniendo sus valores por delante de todo; Eren no se transforma ya que lo único que quiere es acabar con los titanes y si esta es la forma de hacerlo entonces está dispuesto a morir. Historia nota esto y luego del discurso de Eren, y un fugaz recuerdo de Ymir, hace la pregunta más importante a su padre, ¿Por qué durante estos cien años los Reiss no liberaron a la humanidad matando a los titanes?

La mentira de Rod se desmonta por completo ante esta pregunta y nos revela su verdadera intención, la cual no se trataba sobre ser un salvador o no, sino de guiar a la humanidad como si fuera un rebaño ya quien tenga en sus manos el poder de ese Titán podrá conocer la historia del mundo y erigirse como un Dios. El primer rey creo las murallas pensando que la única forma de conseguir la paz era dejar a los titanes hacer de la suyas y encerrar a la humanidad; y este pensamiento fue calando generación tras generación en cada uno de los portadores hasta que paso a Eren pero no parece ejercer esta misma influencia en él.

¿En qué se diferencia lo que pretende Rod con una dictadura? Isayama trae aquí el mismo pensamiento que rigió Europa durante siglos; la figura de un Dios en las monarquías que permitía instaurar un control moral sobre el pueblo que perpetuaba los estratos sociales y la desigualdad. Pero Historia es capaz de juzgar el pensamiento de su propia familia al no estar bajo el poder del Titán y eso la lleva a romper la jeringa contra el suelo, derribar a su padre e intentar liberar a Eren de sus cadenas; toda una serie de eventos de rebeldía desencadenados por las palabras de su amiga Ymir, “Vive con la cabeza bien alta”, por los cuales Rod se vio obligado a tomar el líquido del suelo en un intento de recuperar el poder él mismo convirtiéndose en un titán.