En días recientes, una historia acompañada de unas fotografías se volvió viral en redes sociales, especialmente entre los fanáticos del subgénero conocido como ‘otokonoko’ o ‘trapito’ en Latinoamérica. La historia, que rápidamente captó la atención, narraba cómo un joven había sido dejado por su novia y, para animarlo, un amigo lo invitó a pasar tiempo juntos en un centro comercial. Lo que causó gran revuelo fue que, según la publicación, este amigo apareció vestido de manera femenina, lo que dejó al protagonista de la historia totalmente desconcertado.
La publicación, acompañada de la frase: «Mi novia me dejó, así que estaba con el corazón roto. Entonces, mi amigo me pidió que saliéramos al centro comercial para superarlo. Pero, ¿por qué está vestido así?», no tardó en acumular miles de interacciones y comentarios.
El supuesto ‘otokonoko‘ se convirtió rápidamente en un fenómeno viral, y muchos usuarios en redes sociales no dudaron en expresar su asombro y admiración. Algunos comentarios destacados incluyen:
- «Te está haciendo un gran favor».
- «Es 100% un protagonista. El tipo no puede captar las señales más obvias».
- «A veces la mejor chica es tu mejor amigo».
- «Esa es tu novia esperando que llegues».
- «¿Cuánta estrógeno tienes que tomar para tener piernas tan delgadas?».
- «A veces se necesita un verdadero hombre para ser la mejor chica».
- «El impulso masculino de vestirse como un femboy».
Sin embargo, la verdad detrás de esta historia resultó ser completamente distinta. La persona en las fotografías no era un hombre, sino una mujer conocida como “Kihi” (@kihi_safeplace), quien se dedica al cosplay y, en este caso particular, estaba interpretando al personaje Mukou Aoi de la novela visual “Kimi to Kanojo to Kanojo no Koi”. Kihi acudió a Twitter para desmentir la historia que se había formado alrededor de su imagen, aclarando que todo era una invención sin fundamento.
Este incidente ha servido como recordatorio de que no todo lo que circula en redes sociales debe ser tomado como verdad a primera vista. La facilidad con la que las mentiras pueden propagarse en busca de interacciones demuestra que es fundamental verificar la información antes de compartirla o creer en ella. Como bien señaló un usuario tras revelarse la verdad: «¿Entonces ahora solo mentimos? ¿Por qué se está promoviendo tanto la agenda femboy?».
La historia de Kihi no solo puso en evidencia la rapidez con la que las noticias falsas pueden difundirse, sino también la fascinación y curiosidad que existe en torno al concepto de ‘trapito’ en la cultura online. Mientras algunos expresaron su desilusión al descubrir la verdad, otros simplemente se divirtieron con la situación y señalaron que la línea entre realidad y ficción en internet es cada vez más borrosa.
Fuente: Twitter