La Agencia para Asuntos Culturales en Japón convocó recientemente una reunión de comité para abordar el creciente impacto del uso de inteligencias artificiales (IA) en el ámbito de los derechos de autor. Este evento, que reunió a expertos y stakeholders del sector cultural, buscó analizar las implicaciones de la IA en la creación artística y la protección de la propiedad intelectual.
Dentro de esta reunión, se revisaron diversas peticiones y propuestas presentadas por ciudadanos preocupados por el abuso potencial de las IA en el campo creativo. Una petición en particular, identificada como “Número de petición: 185001345000001002“, llamó la atención debido a su naturaleza extrema y provocativa.
En esta petición, se exigía una regulación más estricta de las IA, proponiendo sanciones severas para aquellos que contribuyan al abuso de esta tecnología. La petición sugería multas de hasta 100 millones de yenes, penas de cárcel de 100 años e incluso la posibilidad de ejecución para quienes estén involucrados en actividades ilícitas relacionadas con IA.
El autor de la petición argumentaba que el abuso de las IA, como la generación de ilustraciones falsamente atribuidas a artistas humanos o el plagio de obras originales, había provocado la desaparición de talentosos creadores del ámbito artístico. La petición instaba a la implementación de restricciones, como la prohibición de publicar en sitios para artistas, para evitar futuros casos de abuso.
El llamado del autor de la petición a la acción urgente se basaba en la preocupación por la integridad del trabajo artístico y el bienestar de los artistas afectados por el uso indebido de las IA. Además, se señalaba la falta de regulación en comparación con otros países, subrayando la necesidad de que Japón tome medidas para proteger a sus creadores frente a los desafíos planteados por la tecnología emergente.
La discusión sobre esta petición generó un intenso debate en los foros de comentarios, donde algunos expresaron su apoyo a medidas más estrictas para proteger los derechos de autor, mientras que otros cuestionaron la viabilidad y la proporcionalidad de las sanciones propuestas. Sin embargo, la petición sirvió como un recordatorio contundente del creciente dilema ético y legal en torno al uso de las IA en la creación artística y la protección de la propiedad intelectual.
- «Esto es demasiado triste».
- «¿Acaso esto lo redactó un niño de primaria?».
- «¿Quieren que vivamos en una distopía como Corea del Norte?».
- «Parece que pronto estarán pidiendo la pena de muerte para cualquier delito menor».
- «Dudaba de la existencia de los extremistas anti-IA».
- «Hay un límite entre la locura y el extremismo, y esto lo demuestra».
- «Yo también soy un artista. Pero viendo el avance reciente de la IA, sé que mi trabajo actual dejará de existir en unos veinte años. Incluso si se ponen de extremistas, no pueden detener el avance».
- «Si no puedes crear un valor añadido que sea competitivo con la IA, ¿no es inútil existir?».
- «La línea de tiempo anti-IA está llena de informes de gente a la que le han robado sus ilustraciones hoy, y creen que pasa unas 100 veces cada día, por eso se han vuelto tan conscientes de la crisis».
Fuente: Yaraon!