En mayo de este año en Japón se produjo un incidente de atropello en la Ciudad de Shiso, en la Prefectura de Hyogo, que dejó a un hombre gravemente herido con las costillas rotas. La policía consiguió localizar el automóvil compacto implicado y se puso en contacto con su propietaria. Sin embargo, ella negó estar implicada, diciendo que ni siquiera condujo el día del incidente. Las investigaciones posteriores se llevaron a cabo y descubrieron que no sólo la propietaria del coche no era responsable del atropello, sino que era otra víctima.
La policía descubrió que un hombre sospechoso había sido visto deambulando por la casa de la propietaria del coche desde enero hasta agosto de ese año, aproximadamente. Un registro de la residencia de la mujer reveló también que estaba intervenida y que quien instaló el dispositivo de escucha había robado también las llaves de su coche para poder conducirlo por la ciudad. No está claro cuántas veces ocurrió eso antes de que el atropello que cometió dentro del coche de ella revelara sus actividades.
Esto condujo finalmente a la policía hasta el presidente de una empresa de maquinaria pesada, de 40 años, y lo detuvo por una amplia gama de delitos. Al parecer, los admitió y dijo a la policía que “quería saberlo todo” sobre su víctima para llamar su atención. También se descubrió que el sospechoso y la víctima habían sido compañeros de instituto, lo que deja abierta la posibilidad de que actos como estos pudieran haberse producido durante mucho más tiempo.
Fuente: SoraNews24 | Japón
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