El pasado 7 de octubre un terremoto de magnitud 5.9 sacudió la Prefectura de Chiba, al noroeste de Japón y al este de la capital, Tokio, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Los terremotos, además de ser temidos en Japón por los contantes desastres que provocan, también son un dolor de cabeza para los coleccionistas de figuras, ya que el mínimo movimiento puede derrumbarlas de sus estantes. ¿Cómo se preparan para estas situaciones?
El usuario de Twitter @orangeoven escribió: «El gel de museo, utilizado para evitar que las figuras se caigan y para protegerlas de los terremotos, tiene una vida útil de 2 años. Las figuras de las fotografías tienen entre 3 y 5 años de antigüedad. Poco a poco se va derritiendo y extendiendo, goteando y desplazándose, y el calor del espacio cerrado lo hace un poco pegajoso, pero se puede quitar amasando. Se puede utilizar una y otra vez».
El usuario @fumifumiY467 escribió: «Protección antisísmica». En sus fotografías se puede notar que coloca un gel adhesivo para pegar las figuras a su base, evitando que se tambaleen y se caigan.
El usuario @Yu_dachiP escribió: «Además, los artículos de figuras pueden romperse o convertirse en un peligro dependiendo de dónde se coloquen si se vuelcan en un terremoto, pero si se embotellan así, hay menos daños en la figura y si la propia botella se coloca en un estante, ¡es aún más segura! ¡Copiemos esto!». El usuario mostró sus figuras metidas en frascos, aunque esto podría traerle algunos “recuerdos incómodos” a algunos espectadores.
Fuente: Otakomu