Tras una semana de espera un nuevo capítulo ha salido. Es momento de recordar la inocencia y llenarnos de dulzura. Así damos inicio a la reseña del capítulo ocho de Koi wa Ameagari no You ni. El recuerdo del primer amor está en el aire.
¡Advertencia! A partir de este momento habrá spoilers del capítulo
A partir de este momento procurare mantener la misma dinámica para las reseñas de este anime. Iniciando con un resumen del episodio, seguido de un breve análisis para finalizar con un comentario más general. Sin más por el momento apréstense a continuar.
Capítulo ocho: Lluvia fuerte
Tras lo acontecido en el capítulo anterior, Akira ahora ha subido de categoría, ahora es amiga del gerente. Pese a que esta idea no le sienta bien en principio, gracias a una plática con Yui comienza a pensarlo más positivamente. Con una nueva determinación se acerca al gerente para pedirle que intercambien mensajes. Usando las propias palabras del gerente, acerca de ser amigos, consigue que le dé su correo. Una actitud más positiva respecto al futuro invade a Akira, quien es feliz por haber avanzado un poco más en su relación.
Por otra parte, Haruka continúa entrenando pero no deja de pensar en Akira. Una plática que sostiene con un senpai le ayuda a ver que lo mejor es apoyar y no presionar a Akira. Mientras tanto Akira continúa lidiando con sus clases de repaso. Una de las tareas para esta clase consigue que pueda entablar una amena conversación con el gerente. Aunque al final termine de forma abrupta cuando el gerente noto los garabatos de Akira. Lo que le lleva a una reflexión acerca de la juventud que obviamente ya no posee.
Curiosamente como una forma de desmentir sus propias reflexiones, al gerente también le brota un grano. Al final usando el valor que la lectura le inspiro, Akira se anima a invitar a Haruka al festival de verano. Juntas se dirigen al templo para disfrutar del festival ¿Qué cosas les esperaran estando allí?
Lo que el episodio nos dejó
Lo más importante y que se destaca de este episodio es la “friendzone”, desde el principio el gerente se encargó de restregárnosla en la cara. Al principio resulto divertido, una típica presentación de manga shōjo para acabar diciendo que son amigos. Lo que siguió después fue divertido también pero a la vez frustrante, la actitud sonriente del gerente recordándole a Akira que son AMIGOS. La pobre Akira no sabía cómo reaccionar con eso, aunque la frustración y el enfado eran cosas comprensibles a sentir. No hay nada peor que te estén recordando constantemente que te enviaron a la friendzone, y más si se trata de la propia persona que te envió allí.
Pero dejando de lado lo cómico de la situación, debo decir que este fue un giro bastante original. Ya sé que no hay nada de original en la friendzone, todos lo hacen. Aunque no como esta serie, un hombre de 45 años envió a la friendzone a una adolescente de 17 años. Esto es algo que no se ve a menudo, si un adulto quiere rechazar a una jovencita simplemente lo hace, no se vuelve su amigo. Al hacer las cosas de esa manera, el propio gerente se hecho la soga al cuello. Le regalo una excusa perfecta para buscar más cercanía e interacción, después de todo son amigos.
De la amistad nace el amor
Cuando nos enamoramos de alguien lo obvio es que deseemos ser más cercanos a esa persona. Sin embargo esa cercanía a veces acaba por jugarnos en contra, así es, me refiero a cuando acabamos en la terrible friendzone. Esta terrible maldición te llega a arrebatar las esperanzas y sueños de ser algo más para esa persona especial. Pero tranquilo, no todo está perdido. Sé que es difícil de creer pero esta es en realidad una verdad, la amistad SÍ se puede convertir en amor. ¿Difícil de creer? Sí, es obvio que no sea sencillo de asimilar, pero es real.
Cuando vemos parejas que despiertan una química increíble entre ellos podemos estar seguros de dos cosas: la primera, esos dos tienen gustos en común, y la segunda, existe complicidad entre ambos. La clave de una relación feliz está en eso: afinidad y complicidad. ¿Notaron que estas dos cosas las tenemos con nuestros amigos? No toda relación empieza con gente enamorada, otras comienzan solo por una atracción instintiva. Además que estadísticamente hablando las relaciones más duraderas son aquellas donde ambos se consideran amigos además de pareja.
Dato a tener en cuenta, que exista la posibilidad no es igual a decir que sea sencillo hacerlo. En el caso de nuestros protagonistas su problema radica en un montón de prejuicios y falta de confianza en sí mismo. La manera de consolidar una relación para ellos es un poco complicada aunque no imposible, después de todo tiene buena química. Pero si de buena química hablamos, eso describe mejor a Yui y Yoshizawa. Ellos no tienen ningún impedimento para ser pareja, lo único que necesitan es más interacción, en realidad de este par lo único que puedo decir es que juntos son adorables.
El apoyo de un amigo
Haruka ya ha demostrado que tiene un gran aprecio por Akira, sin embargo no sabe cómo demostrarlo. Ella desea volver a ser tan cercana a Akira como cuando estaba en el club de atletismo. Pero las cosas no se prestan para que ocurra, en primer lugar porque ahora están dedicadas a cosas distintas. Haruka pasa todo su tiempo en el club y Akira está más dedicada a su interés romántico. Obviamente esto último es algo que Haruka aún no sabe, para ella el distanciamiento con Akira gira en torno al atletismo. Lo cual no es del todo un error, puesto que para Akira aún es difícil encarar ese sueño incompleto.
Otra cosa que merma en la relación de estas dos es la falta de comunicación. Ambas tienen deseos de amistarse pero no terminan por dar el paso decisivo. Sumado a ello en este episodio vimos que Haruka no era consciente de lo que podía sentir Akira. Fue gracias a la plática que tuvo con Yamamoto-senpai que pudo entender que el problema de Akira era más profundo de lo que ella había contemplado. Pero aun con las dificultades que su amiga pudiera tener, no era necesario que ella las comprendiera perfectamente. A veces solo se necesita del apoyo de un amigo para salir adelante.
Haruka es una chica de personalidad influenciable, ya fuimos testigos de cómo Akira fue una fuerte inspiración para que se dedicara al atletismo. En esta ocasión lo volvemos a ver con su trato hacia su senpai. Al principio tiene una actitud fría, la cual cambia al notar su lesión. Y no la cambia por que este lesionado, sino porque equipara su situación con la de Akira. Finalmente toma una actitud más complaciente después de que el senpai le levantara los ánimos.
El precio de la juventud
Las cosas habían sido demasiado lindas como para seguir así, “el momento” de sinceridad de Kondou se acabó y regresamos a lo normal. Aunque no tan normal que digamos, ahora Akira y él son amigos. Para no pensar más de la cuenta y evitar cualquier situación extraña, lo primero que se le ocurrió fue… ser amigos. En fin, esta no era la situación deseada de Akira pero igualmente consiguió sacarle provecho. Gracias a esa etiqueta de amigos ahora podrá enviarse mensajes con el gerente. Además que gracias a Yui recobro fuerza su impuso y positivamente decidió creer en el camino de que una amistad puede convertirse en amor.
Por su parte vemos que el gerente sigue empeñado en esquivar la situación. De pronto se deja llevar y crea un buen ambiente con Akira pero a la menor provocación vuelve a huir. Esto lo dejo claro la sesión de estudio improvisada que tuvieron. Kondou estaba disfrutando del momento y lo mismo ocurría con Akira, pero cuando encontró el “aikase” en el libro de Akira, él regreso a sus sentidos. Nuevamente construyo la barrera de la edad como una forma de salir de la situación.
Tras estar pensándolo un rato creo que sería justo decir que el tema de la edad es lo que más incomoda a Kondou. Él siente que su momento ya paso hace mucho, que sin importar los esfuerzos del ahora, nada va a cambiar. Pero esto solo aplica a él, Akira es joven y tiene muchas posibilidades frente a ella, y él no desea robárselas. Pero como una dulce ironía al final incluso su propio cuerpo le está diciendo que nunca es tarde para nada. La juventud no está en la edad sino en cómo se vive la vida.
Comentario final
Las cosas continúan avanzando entre Akira y el gerente, aunque este último se empeñe en evitarlo. Lo cierto es que cada vez es más incierto el rumbo que tomara esta relación. Todo el tiempo ha sido un ir y venir con ellos, pero es este constante tira y afloja lo que vuelve interesante la historia. Ahora ya no solo tuvimos tiempo en pantalla para nuestros protagonistas, la tierna Yui también se llevó su momento. La inocencia y ternura que tuvo al expresar su tímido enamoramiento fue lo suficientemente dulce como para que pudiera tomar mi café negro.
Para esta semana la escena que quiero destacar es: la felicidad de Akira. Yo sé que es un escena sencilla y se puede opacar comparada con otras, pero el sentimiento que expresa amerita esta mención. La situación es sumamente sencilla, el gerente ha accedido a darle su correo, Akira camina feliz a casa y agenda el contacto. Aquí esta lo bellísimo, ella se siente tan feliz que da saltitos de alegría mientras se abre un panorama más optimista frente a ella. Simple y sencillamente es maravilloso, ¿por qué? porque a todos nos ha pasado algo similar. Poder sentirnos identificados es lo que la convierte en una escena genial.
En fin por esta ocasión aquí parare, mientras tanto no olvides dejar tus comentarios y decirme ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Su corazón se saltó un latido al sentirse identificados con la felicidad de Akira? Deja tus comentarios y nos estaremos leyendo, hasta la próxima.
