Reseña | A.I.C.O.: Incarnation

 

A.I.C.O.: Incarnation es una serie original estrenada para Netflix. Su producción corrió a cargo de estudio Bones y fue dirigida por Kazuya Murata. Su fecha de liberación fue el 9 de marzo de 2018. Ese día los 12 episodios que componen a esta serie fueron habilitados para todos los que posean una cuenta de este servicio de streaming. Esta serie entra dentro de los géneros de acción y ciencia ficción. El contenido de la historia es original, sin embargo una adaptación al manga fue anunciada y es publicada desde noviembre del año pasado.

Ya hemos tenido noticias de la gran inversión que Netflix está haciendo en la industria del anime. No solo está invirtiendo en conseguir las series para transmitirlas sino que también está invirtiendo en doblajes. Después de una seria consideración decidí hacer esta reseña desde la versión doblada al español. Si notan que los términos que uso no coinciden, es porque yo vi la versión en español de Netflix. ¡Sin más dilatación adentrémonos en este mundo futurista!

¡Advertencia! A partir de este momento habrá spoilers de la serie

Grandes spoiler, ya que hay mucho contenido sobre el final de la serie

La historia

En un futuro cercano en Japón, año 2035, debido a las investigaciones acerca de la vida artificial un accidente ocurre. El caos se desata con el surgimiento de la “materia maligna”, a este incidente se le conoce como “Irrupción”. Nuestra historia toma lugar dos años después de este incidente. Aico Tachibana asiste a la escuela cercana al hospital mientras continua con su rehabilitación. Todo cambiaría con la llegada del estudiante de intercambio, Yuuya Kanzaki. Este le revelaría que su familia no estaba muerta como le habían hecho creer. Pero lo más importante es que ella no era la verdadera Aico Tachibana. En palabras de Yuuya, su cerebro era el de la real pero su cuerpo estaba hecho completamente de “organismos artificiales”.

Kanzaki necesita que Aico vaya con el hasta el “Punto primario”. Ahí ellos serán capaces de rescatar a la madre y hermano de Aico, además de regresarle su verdadero cuerpo. Pero lo más importante es que al devolverle su cuerpo podrían acabar con la “Irrupción”. Desconfiada al principio, Aico no puede creer en lo que le dicen e intenta escapar. Yuuya no es el único interesado en Tachibana, el doctor Isazu también busca capturarla para usarla para sus propios fines. Finalmente Aico decide creer en la palabra de Yuuya y parte con él y otros 6 “buscadores” rumbo al “Punto primario”.

Según los cálculos de Kanzaki tienen solo siete días para alcanzar el “Punto primario” y detener la “Irrupción”. A medida que el viaje avanza nuevas verdades son reveladas. Las grandes preguntas como: ¿Quién es Kanzaki en realidad?, ¿quién o qué es Aico? y ¿cuáles son los planes de Isazu? Todas encuentran su respuesta.

Lo bueno de A.I.C.O.: Incarnation

A.I.C.O.: Incarnation es una serie con muchos puntos a su favor, el primero de ellos es que al ser una serie original para Netflix, todos sus episodios se estrenaron en conjunto. Esta es la clase de historia que te engancha desde el primer capítulo y deseas continuar viendo hasta el final. Solo de imaginar el tener que esperar una semana para el siguiente episodio, resulta frustrante. De hecho, tengo la opinión que si se hubiese estrenado semanalmente algunos habrían perdido el interés.

Otro punto a su favor es lo compacto de la historia. Los doce episodios son la narrativa de lo que aconteció en un total de siete días. Aun con ello, no tienen ningún problema en voltear al pasado y explicar lo ocurrido hace dos años. Simplificándolo, la narrativa empleada para contar la historia es muy ligera y sencilla de seguir. En todo momento sabes en donde estas parado, se hace una distinción muy marcada entre el pasado y el presente, lo que ayuda mucho al espectador.

La idea de la inteligencia artificial ya ha sido muy explorada, sin embargo esta serie busca reinventar el concepto. Aquí se nos presenta un “organismo artificial”, tanto el cuerpo como el cerebro de un humano puede ser completamente clonados. Obviamente todo suena futurista y bastante sacado de la imaginación, pero la explicación final de Kanzaki es lo bastante buena como para pasar por alto varias cosas. No es la mejor explicación pero resulta convincente, además que consigue hacernos entender el origen del problema. Quizá lo que acabo por gustarme más de esta serie es la gran cantidad de conflictos éticos que se encierran en las acciones de Isazu y del doctor Yura. ¿El fin siempre justificara los medios? ¿Hasta dónde llega la soberbia del hombre al jugar a ser Dios?

La explicación que nos da el final

Tras descubrir la verdad sobre el cuerpo y el cerebro de Aico, se ponen en manifiesto diversos conflictos. Los primeros son acerca de lo real y lo creado, saber que Aico era falsa nos deja pensando. Ella era capaz de sentir y razonar, pero no era humana, su cerebro es artificial, creado a partir de organismos artificiales. Su creación alcanzo tal nivel de “perfección” que Aico pasa como un ser humano, sin serlo. ¿Qué te convierte en humano entonces? ¿Qué clase de existencia puedes ser, si solo eres una copia?

Para Aico fue un shock descubrir que en realidad siempre fue “falsa”, ella solo es una copia de la real y que de alguna forma cobro conciencia. ¿Pero acaso no es esto lo que la vuelve humana? La decisión de Yura era, tomar a la falsa Aico y regresarla a la “materia maligna”, de ese modo detendría la “Irrupción”. Sin embargo acabo por desarrollar sentimientos por ella, haciendo que su objetivo cambiara. Salvar a Aico se volvió su nuevo objetivo, a ambas Aicos. Isazu por su parte lo único que buscaba era descubrir los secretos que encierra el cerebro de Aico para así poder despertar a su hija.

Los secretos tras la creación del cerebro de Aico son revelados por el mismo Yura. Tras un proceso de aceleración y la implementación de una nueva tecnología desarrollada por él mismo, Aico Tachibana emergió. Esta tecnología, llamada “contacto de sueño”, básicamente replica las funciones cerebrales a partir del sueño. Lo que parece convincente pues el cerebro nunca duerme y durante la etapa de “sueño” es más sencillo observar su actividad. Esto del “contacto de sueño” se hace patente en toda la serie, en cada oportunidad Yura estuvo monitoreando el cerebro. Y no es hasta el final que entendemos la importancia de esto.

Lo malo de A.I.C.O.: Incarnation

Si bien es cierto que la historia es buena y engancha, también lo es que cae en lo predecible. A mitad de la serie ya tienes una idea bastante clara de lo que pasara. Que una serie sea predecible no es necesariamente malo, pero en este caso si se toma como un punto en su contra. Básicamente porque todas las grandes revelaciones te fueron dadas de forma gratuita a través de pequeños guiños. Debido a esto, al momento en que son reveladas “las grandes verdades”, ya no nos resultan tan grandes o asombrosas.

El otro punto en contra de esta serie son los personajes. Ojo, no estoy diciendo que los personajes sean malos, de hecho son bastante buenos, el problema es que no son desarrollados. Contar la historia en solo siete días resulta muy ideal para la narrativa, pero no para los personajes. Pongámoslo así, la serie tiene personajes muy fuertes pero son completamente opacados. Los protagonistas de la serie son Aico y Kanzaki, eso se nota demasiado y les dan toda la atención, tanto así que acabas por olvidar el nombre de los otros personajes.

Lo que realmente resulta malo, es el Deus Ex Machina del final. ¿Qué quiere decir eso? Justo al final, cuando descubrimos que Kanzaki quiere salvar a la Aico falsa y a la real, ocurre un “milagro”. La operación resulta exitosa y la Aico real, se salva. Pero la Aico falsa no reaparece, todos la dan por muerta. Sin embargo, gracias a Gomita, la Aico falsa consigue un cuerpo y es capaz de vivir. ¡Aquí esta nuestro Deus Ex Machina! Todo se resuelve NO gracias a la investigación de Kanzaki, sino a la intervención de un organismo vivo que fue puesto en la trama con el único propósito de darle relevancia al padre de Aico.

¿El final fue bueno o fue malo?

Podríamos decir que se haya en un punto intermedio, entre lo bueno y lo malo. Es un buen final porque es concluyente en los grandes problemas que presenta. Vemos una conciliación entre la Aico falsa y la real, tenemos una respuesta a lo que pasa con Yuzuha e Isazu. Además que logran salvar a la madre y hermano de Aico, y tienen una reunión final con la Aico falsa, aunque ellos no lo saben. Pese a que se trató de un Deus Ex Machina, al menos al final se salvó la Aico falsa.

Lo malo de la serie no fue el final, sino que se podría esperar más. Como dije antes, la serie tiene personajes muy fuertes que no son explotados. Tristemente esto se repite con el final, nos dan un epilogo mostrándonos que fue del resto de personajes pero resulta sumamente incompleto. De nada nos sirve verlos trabajando en otras cosas, si las verdaderas preguntas no se contestan. Quedan varios sentimientos sin ser resueltos, como los sentimientos de amor de Kazuki por la Aico falsa. Ya que sobrevivió, lo más lógico es que no se rindiera ¿o yo soy la que está mal? O ¿qué paso entre Kaede y Sagami? Por lo que se pudo apreciar algo tenia posibilidad de nacer entre ambos. Y de hecho si se prometieron una plática, de la que nunca sabremos nada.

Al final esta serie no tiene un final completamente bueno ni completamente malo, yo diría que es un final incompleto. Se puede pasar por alto y lo podemos tomar, pero no quita el sentimiento de que nos queda a deber algo. Pero considerando la duración, y el tiempo que trascurre en la historia, honestamente no podíamos pedir más.

Conclusiones

A.I.C.O.: Incarnation es una serie lo suficientemente buena para verla, la historia es sencilla y tiene varios puntos originales. El ritmo de la narrativa es atrapante y sencillo de seguir. Es una serie perfecta para ver en una tarde libre, te ofrece una sencilla mezcla de emociones, así como un intenso viaje. Como dije, la trama es predecible en muchos aspectos, pero a pesar de ello mantiene el interés. En la misma sencillez de la historia puedes encontrar grandes preguntas que te mantendrán reflexionando un rato, ese es un plus a la trama.

Finalmente solo queda decir que en cuestión de animación, es digna de elogios. Las escenas de acción, al igual que las escenas más clamadas son retratadas muy limpiamente. La animación de la materia maligna también es digna de elogio. La banda sonora se ajusta a cada momento, quizá en algún momento se sintió extraña pero en general todo se ajustó. Tanto el opening como el ending son temas apropiados, pese a ello no te nace estarlos escuchando repetidas veces.

Como mencione al principio, para esta reseña yo vi la versión doblada al español de Netflix. Así que les puedo decir que si bien aún es un poco extraño acostumbrarse al doblaje, este resulta muy bueno. La adaptación es precisa y la actuación de los actores de voz no se siente tan fuera de lugar. Quizá me resulto buena porque no lo vi antes en el idioma original, pero entre si son peras o manzanas, lo dejo en que es un buen doblaje.

Para aquellos que ya vieron el anime ¿Qué opinión les merece? Y quienes aún no lo ven ¿le darán una oportunidad? Me gustaría leer lo que piensan y si tiene alguna recomendación siempre es bienvenida. Deja tus comentarios y nos estaremos leyendo, hasta la próxima.