lightbulb_outline Esta reseña sobre Majutsushi Orphen Hagure Tabi contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 12: “Death Keening”
En esta nueva entrega de Majutsushi Orphen Hagure Tabi, Orphen mantiene una tensa discusión con Uoar Curlaine. Este lo amenaza con diplomacia recordándole que Childman no está en la Torre. De regreso a la mansión de Tish, se encuentran que Claiomh ha sido atacada por el mismo asaltante que trató de atacar a Orphen hacía unos días. Leticia decide ir sola en su busca y Orphen se queda para curar a Claiomh.
En la ciudad, Leticia ha sido atraída a una trampa donde varios asesinos de la clase de Uoar la atacan. Entre ellos, está Hydrant. Allí le confiesan su objetivo: conseguir el Atlas de la familia Browning y hacerse con el poder de la Torre. Leticia resulta herida y pierde el conocimiento, pero entonces irrumpe Azalie, que se enfrenta a ellos y le da primeros auxilios. Cuando despierta, Orphen le dice que su visión de Azalie era un sueño.
Más tarde, en el jardín, Azalie reaparece y le cuenta a Orphen la verdad: ella iba tras los conspiradores de Uoar desde el principio, no mataba ancianos en venganza. Además, pretende que luchen juntos contra Uoar y le confiesa que puso a salvo el Atlas de la familia Browning dejándolo junto a Majic. En el interior, Orphen confiesa a Majic y a Claiomh toda la conspiración que hay en la Torre y su deseo de frenarlos. Esta vez necesita la ayuda de ambos para enfrentarse a los enemigos.
Análisis: un capítulo más
Majutsushi Orphen Hagure Tabi lleva unos capítulos que se prestan a un copia y pega de las reseñas anteriores, en tanto que no aportan nada nuevo ni en lo positivo ni en lo negativo. O, al menos, eso parecía, porque esta semana hay novedades en el desarrollo de la trama…para mal.
A lo largo de estas 12 aventuras de algo menos de media hora de duración cada una, hemos planteado análisis muy diversos. Tras la decepción inicial de una serie de la infancia tan querida, me replanteé partir de cero y separar la idealización de la versión clásica. Esto me ayudó a apreciar características muy nobles en su intención. Sin embargo, a día de hoy, la intención no es lo que cuenta, sino los hechos objetivos. Es evidente que es un proyecto pensado con mimo y ambición, pero el formato y el desarrollo se han torcido en un esquema imposible de 13 episodios y un especial.
Y es que, en lugar de rendir un homenaje a las novelas en un momento tan especial para estas, en lugar de recortar la trama para darle sentido, los últimos capítulos la aceleran y la encajonan como sardinas en lata, si se me permite la expresión coloquial. Y este capítulo 12 es ya la constatación de un imposible.
Catarsis forzada
La catarsis, ese sentimiento de empatía que conecta al espectador con los personajes, hace movimientos importantes en este capítulo. No obstante, como adelantaba antes, para mal. Lo más llamativo de este episodio ha sido para mí el intento de mover las emociones del público con ciertas escenas.
Por un lado, tenemos el intento de apuñalar a Claiomh, con esa escena que cuida la estética de su rostro herido al detalle y la reacción de Orphen. Por otro, esa escena final en la que Orphen reconoce a Majic y a Claiomh como sus amigos y compañeros de viaje que tanto necesita. El problema de esos dos momentos es que no existe un trasfondo que lo justifique, no hay dónde apoyarse -en la serie, no las novelas- para sentir esa emoción pretendida. Y como espectador, te quedas igual porque es forzoso, impostado.
¿Por qué debería ver a Claiomh como la joven bella y herida que mueve el corazón de Orphen si llevan doce capítulos tratándola al nivel de los enanos y es un personaje de absoluto relleno? ¿De dónde sale esa idea de los amigos de Orphen, compañeros de viaje, si no hay referencias o no ha dado tiempo a crear ese lazo en el transcurso de la serie?
Todo sucede rápido, se acumula la información, no sientes cariño por casi nadie. Solo el encuentro en el jardín entre Orphen y Azalie tiene cierto valor.
A modo de conclusión
Majutsushi Orphen Hagure Tabi, a un episodio y especial del cierre de temporada, insiste en encajonar todas las ideas y la información acelerada, pero además, añade en esta entrega escenas que intentan pincelar una emoción que al espectador medio, si no es por el conocimiento de las novelas, le debe de resultar indiferente.