Esta reseña sobre Megami no Café Terrace contiene spoilers. Si no has visto los capítulos, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Megami no Café Terrace – Capítulo 6: ¡Dos meses!
Al llegar a casa, Riho escucha una conversación algo subida de tono entre Hayato y Shiragiku, por lo que interviene, descubriendo que solo fue un malentendido, pues le estaba enseñando a Hayato a preparar un sándwich. Para ocultar su error y separar a Hayato y Shiragiku de estar tan juntos, Riho termina creando una competencia con Shiragiku para ver quién prepara el mejor sándwich, el ‘pasado de moda’ que le enseñó la abuela a Shiragiku o el de pastrami y jamón serrano que propuso Riho. Sin embargo, una vez finalizados, Hayato es incapaz de probarlos debido a ya haber comido demasiados por sus fracasos anteriores. Por lo que todas las chicas terminan comiéndolos esa noche.
Mientras Hayato configuraba su nueva computadora, Ouka habla con él ya que le parece extraño el comportamiento de Ami. Luego de ver el cambio en la actitud de Ami, Hayato le pregunta a Akane sobre alguna pista, descubriendo que perdió en su último enfrentamiento de karate. Cuando Hayato habla con Ami sobre la preocupación de Ouka, menciona el combate perdido, por lo que Ouka interviene para animarla, pero Hayato la detiene debido a que Ami parecía haber encontrado el límite de su esfuerzo. Sin embargo, Ami perdió porque mientras intentaba un ‘Hadouken‘ su rival la noqueó de una patada hacha. Con su confianza recuperada, Ami sin querer tira una de sus pesas en la nueva computadora de Hayato, lo que provoca su furia, que luego se dirige a Ouka ya que hizo algo similar solo que con su teléfono.
El día en la cafetería está bastante ajetreado, con Shiragiku distraída y la torpeza de Ami, Hayato busca la ayuda de Riho, pero lo rechaza en ese momento. Así que busca a Ouka o Akane para que le ayuden en la cafetería, pero las encuentre cambiándose, creando un pequeño conflicto. Al final del día, Riho le ayudó a Hayato solo durante un rato y cundo tuvo la oportunidad se fue. Pero, al pensarlo, Hayato llega a la conclusión que al final las chicas solo son empleadas de medio tiempo, no una verdadera familia. Decidido a dejarles en claro esto, Hayato entre en la habitación donde todas lo esperaban para festejarle sus dos meses como gerente. Siendo la fiesta sorpresa el motivo principal por el que estuvieron distraídas u ocupadas ese día.
¿La ruta de Ami?
Los episodios más recientes de Megami no Café Terrace han tenido sucesos que serían clave a la hora de abrir la ruta de una de las heroínas, siendo las únicas faltantes hasta el momento Ami y Shiragiku. Por supuesto, Shiragiku tiene la “ventaja” de ser la ‘amiga de la infancia’, por lo que técnicamente Ami era la única por tener un momento que levantara su bandera. Y Megami no Café Terrace – Capítulo 6 pudo haberlo tenido.
Decaída por no haber logrado su objetivo de un ‘Hadouken‘, Ami fue reconfortada por Hayato quien le recalcó ella no tiene falta de talento. Para mí esto fácilmente sería el punto clave, no obstante, teniendo aún misterios alrededor de Ami y el motivo por el que estaba decaída en primer lugar, considero que no tuvo tanto impacto como me hubiera gustado. Por lo que para mí no terminó de levantarse la bandera ni de abrirse la ruta.
Si la torpeza de Ami no fuera hasta este punto de parecerme absurda, y con un motivo más serio (como lo parecía en un principio), creo que hubiera sido un muy buen desarrollo para el personaje.
Aunque aún veo una luz de esperanza al final del camino con la posibilidad Ami vea a Hayato como alguien más confiable. En especial con lo vea como alguien con el que pueda hablar cuando sea algo realmente serio. Claro que tampoco espero sea pronto.
Eso sí, no voy a negar que, con forme avanzaba la conversación, me percaté del motivo por el que perdió. Y al imaginarme la escena, me pareció bastante divertido de ver algo así.
Honestamente, la mayor parte del tiempo la comedia creada a partir de la torpeza de Ami me parece demasiado absurda y algo forzada. Sin embargo, hay algunos momentos cómicos (bastante escasos) que me parecen divertidos. Pero estoy inseguro si es porque se apegan a mis gustos o porque inconscientemente me parecen más sólidos para el personaje.
El avance de los personajes
En Megami no Café Terrace – Capítulo 6 hubo varios momentos que hacen evidentes el desarrollo de sentimientos de las heroínas por el protagonista. En este caso de Riho y Shiragiku. Teniendo incluso un duelo culinario con la esperanza de recibir los halagos de Hayato.
De hecho, todas las escenas que compusieron este ‘mini-arco‘ me pareció estaban llenos de indicios sobre el desarrollo de sus sentimientos. Con la escena (algo cliché pero que funciona mejor Megami no Café Terrace por la edad de los personajes) del malentendido de Riho, el que Riho se alegrara al ser acariciada (antes de sacar su lado tsundere), y por supuesto, el que inconscientemente Shiragiku pusiera su cabeza para también ser acariciada.
Pese a todo, me parece que esto indicios aún son muy ligeros y un tanto imperceptibles para los propios personajes. Por lo que aún hay un largo camino por recorrer. Pero al menos ahora siento que ya han confirmado a las primera dos heroínas en la historia.
Sin embargo, en cuanto a personajes, lo que realmente se quedó con mi atención fueron los momentos de Akane. Especialmente por la llamada que resultó ser de su madre. Una a la cual parece tenerle cierto respeto, peor con la que también tendría su ‘diferencias’. Así que estoy ansioso por ver cómo se introduce un arco mucho más profundo para los personajes y sus relaciones. Sinceramente, no solo espero ver avances en Akane y Hayato, también un poco en las demás heroínas, demostrando por qué son ‘Familia‘, que poco han hablado de los lazos de la misma pese a técnicamente tener tanta presencia. Además de por fin confirmar mis sospechas desde el principio de que Akane proviene de una familia ‘prestigiosa’.
Por cierto, me gustó bastante cómo Hayato controló la disputa entre Shiragiku y Riho. Aunque tampoco voy a negar me pareció un poco “cobarde”. Lo cierto es que considero evitó un problema mayor al esquivar “ofender” al perdedor por tener que elegir. En particular en este caso en el que ninguno de los platillos parecía materia incomestible con vida propia y agonizando por que alguien la ‘mate’. Por supuesto, también sentí cierta tristeza de que no hubiera uno de estos.