¡Alerta! Esta reseña sobre el tercer capítulo de Citrus contiene spoilers, así que te recomiendo que lo veas primero y ya luego puedes volver. Mei fue obligada a regresar a casa de su abuelo luego de todas las cosas que Yuzu había dicho en la escuela. Cuando la rubia había ido por ella, la Presidenta la comenzó a desvestir. Entonces entró el Director de la Academia y no dudó en expulsar a Yuzu.
Expulsión anulada
Seguimos en el café, donde Yuzu comprendió que lo que sentía por Mei era amor. Es por eso que se pone a llorar frente a Harumi. Sin embargo, Yuzu sabe que esto no acabará aquí y está dispuesta a todo, aunque primero deberá hablar con el Director para resarcir la expulsión. Al día siguiente, Yuzu se escabulle en la escuela y va hasta la oficina principal. Aquí encuentra al Director en el piso convulsionando.
Más tarde, Mei llega al hospital a ver a su abuelo. La enfermera a cargo le cuenta que una chica de su edad fue quien lo trajo e insistió en contactar con la nieta. En la sala de espera, Yuzu despierta y va al cuarto del Director, aunque se encuentra a Mei ahí. Cuando estaba por irse, la Presidenta la detiene y ambas van a la azotea del hospital.
Llámame por mi nombre
‘’Mi nombre es Mei’’ dice ella. Y es porque Yuzu nunca dio el nombre de la nieta a los doctores. Además, Mei da a entender que acepta a Yuzu como su hermana y familia. Pasado otro día, ambas van a ver al Director. Este, ya despierto, le da las gracias a Yuzu y le dice que anulará su expulsión. Y que también aprovechará su descanso para pensar en sus defectos.
En su regreso a la escuela, Harumi se alegra mucho por Yuzu y la abraza fuerte. Lo mismo sucede cuando Mei vuelve a casa y su nueva madre se pone contenta por ello. En la habitación, Yuzu observa el oso de llavero que usa Mei y decide arreglarlo. En los pasillos de la escuela, Harumi y Yuzu conversan amenamente hasta que llega Mei y les pide guardar silencio. Es aquí cuando Yuzu se pregunta el por qué Mei aún no la llama por su nombre.
En la misma cama
Más tarde, Harumi y Yuzu van a un cibercafé. Aquí, la rubia lee un manga yuri entre hermanas como ‘investigando’. Harumi toma el libro e intenta imitar lo que ve con Yui, dejando unos momentos muy atractivos. De vuelta en casa, Yuzu se da con la sorpresa de que compartirá una cama con Mei. Nerviosa por eso, ni siquiera puede comer y decide tomarse un baño.
Llegó la hora de dormir, aunque Yuzu no puede conciliar el sueño. Ella solo quiere tocar a Mei y por eso se acerca a ella, pero la Presidenta despierta. Ahí mismo, Mei saca el futón del armario y decide dormir sola, puesto que no quiere que Yuzu la moleste. La hermana mayor aprovecha para preguntarle el por qué no la llama por su nombre, a lo que Mei responde que no piensa acercarse a ella porque no le interesa en lo más mínimo.
Esa confesión desconcertó a Yuzu. Entonces, ella le pregunta por el beso del primer día. Mei no dice nada y se acerca a su hermanastra, intentando besarla otra vez, pero la Presidenta se detiene y le responde que esa es la mejor manera de mantenerla callada. Yuzu, muy molesta, le dice: ‘’Eres de lo peor’’.
El manga de la discordia
En otro día por la tarde, en la escuela, el Consejo Estudiantil revisa las carpetas de los alumnos para buscar cosas olvidadas. En eso, llegan al pupitre de Yuzu, en donde ha dejado hasta su maquillaje. Mei les dice a sus ayudantes que pueden irse a casa. Una de ellas está harta de que la hermanastra de la Presidenta haga lo que quiera y parece que tomará cartas en el asunto. Mientras tanto, Mei encuentra algo en la mochila de Yuzu.
Harumi y Yuzu regresan al salón luego de ser castigadas con limpiar el baño. La rubia encuentra una nota bajo su mochila. ‘’Ve a la oficina del Director’’, dejó Mei en un papel. Yuzu, emocionada, corre hasta la oficina y se encuentra con su hermanastra menor. Aquí, ella se disculpa, pero Mei la interrumpe. En manos de la Presidenta está el manga que Yuzu estuvo leyendo.
Mei comienza a advertirle a Yuzu sobre las consecuencias de tener algo así, cuando de pronto, Yuzu se abalanza sobre ella contra el escritorio. Comienza otro beso entre hermanastras y esta vez es Mei quien detiene la situación. Pero frente a ella está Yuzu llorando y tras echarle la culpa a la Presidenta, sale corriendo. Una de las del Consejo la ve huir y luego va a la puerta de la oficina principal, notando la reacción de Mei.
Opinión
Si bien resultó positivo para Yuzu el hecho de que el Director anulara su expulsión, no fue un buen episodio para la rubia, sobre todo cuando se entera por medio de Mei que esta no piensa acercarse a su hermanastra. Esto da a entender que el amor, por ahora, va de un solo lado. Aunque quizás Mei se haya dado cuenta de algo al final.
Parecía que la Presidenta se comportaría mejor con Yuzu, pero no fue así, como se menciona anteriormente. Mei reveló que besó a Yuzu aquella vez solo para callarla, mostrando cero afecto y usando algo tan importante para algo que no lo es. Ojalá que Mei haya abierto los ojos con lo que pasó al final del capítulo. Me quedo con la imagen entre Harumi y Yuzu en el cibercafé.