Esta reseña sobre Golden Kamuy 3 contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 1: Hacia Sajalin
La brisa fría de los recuerdos son el inicio de la llegada a Sajalín. Asirpa fue captura y Sugimoto debe buscarla, contando con el apoyo de hombres de la Séptima División. En el pueblo descubren que hay una comunidad ainu, van y se encuentran, en el camino, a una niña que con su abuelo serán su guía tras las pistas que dan a Asirpa. Enonoka y su abuelo son contratados para transportarlos al pueblo ruso, pues escucharon que irían a ese lugar, pero a los minutos reciben un altercado y se ven obligados a participar en una lucha rusa, el Stenka, queriendo hacer salir a un exprisionero tatuado.
Opinión de un retorno
Dos años han pasado y regresa este excelente anime, el cual pensé que generaría algo más de hype porque recuerdo fue un anime muy comentado allá por el 2018 (pensé que era dos años más antiguo). Si no han visto las temporadas anteriores, pues están ante un anime recomendable que mezcla: historia, ficción, teorías, personajes reales y ficticios, etnias, religión, comedia, todo de muy buena manera, dinámico y sin ser pesado. Si hay algo que no se entiende, como la cosmovisión ainu, se comenta, porque tiene su importancia dentro de la trama.
Este anime tiene algo que me fascina, al igual que Babylon, va de algo tan pequeño a algo tan enorme, del cual se puede aprender (literalmente se aprende) mucho sobre una cultura y unos sucesos históricos que de por sí, a nosotros hispanoparlantes, nos es extraño. Un muy buen retorno.
El inicio de la continuación
La temporada pasada nos dejó en un punto álgido, sin retorno y sin soluciones a corto plazo, esto se ve con las escenas iniciales: Noppera-bo (Sin rostro) siendo asesinado, Sugimoto herido por una bala en la cabeza, Asirpa gritando su nombre. Solo recordemos que Sugimoto ahora tiene un acuerdo/tregua con el Teniente Coronel -si mal no estoy- Tsurumi. Todo esto es el caldo anterior a lo que vimos en este capítulo.
Rumbo a Egi… Sajalín
Este anime está tomando cierta influencia de los mangas/animes de los 80 y 90, hombres musculosos con peleas a mano limpia. Siendo así, no es difícil imaginar que tiene algunas escenas/temáticas parecidas al tercer arco de Jojo’s. Pero para nuestros héroes Sajalín es el punto de partida para encontrar a Asirpa. Sajalín es una isla que en la época del anime estaba dividida en dos, la parte japonesa y la parte rusa, quedando así hasta final de la II Guerra Mundial. Este parece que será el escenario parte de los acontecimientos que veremos en los siguientes capítulos, por lo cual hay que ir familiarizándonos con el entorno.
Rastreando a Asirpa
Inkarmat fue la que les dijo que Asirpa se encontraría en la isla. En la misma isla, una pobladora les dice que vieron a una niña ainu, cuando la buscaron se dieron cuenta que no era Asirpa, sino otra, cuyo nombre es Enonoka. Esta niña ainu parecer ser muy madura, tanto que hasta negocia (una de las escenas que más gustó) con el alférez Koito. Su abuelo parece no saber japonés o entender poco, por lo que Enonoka es la encargada de comunicarse. Enonoka le comenta a Sugimoto que vio a la niña de la foto que buscan, la cual estaba acompañada por 3 hombres, solo que Asirpa parecía más triste. Esto fue el motivo para ir al poblado ruso.
¿Por qué Sugimoto tiene tantas fotos de Tanigaki semidesnudo y en poses sugerentes? Tanto que la foto de Asirpa casi ni salía, era como encontrar una carta en un maso de cartas. Salvo algunas exageraciones del anime, sí se llegaban a tomar fotos así.
Hijikata y el poblado ruso
Hijikata es uno de los personajes más interesantes y profundos de este anime (e históricamente hablando), su fue aparición breve pero con palabras fuertes, dignas de una persona que, muerta, sigue causando temor: no les interesa el oro, sino lo que está más allá. El oro solo es el medio para conseguir el fin, lo que les mueve, sus metas. Hijikata es un conservador revolucionario, busca rescatar los antiguos valores japoneses, no en Japón sino en su anhelada II República de Ezo, pues la primera no salió como quería.
Sugimoto y compañía llegan al poblado ruso y como buenos japoneses patriotas se agarran a puñetes con los rusos en su primera oportunidad, lo cual parece ser contraproducente al inicio, pues les roban los perros que jalaban de los trineos, aunque esto les acerca a cierta persona.
Pistas y Stenka
El dueño del bar le pide a Sugimoto que participe en el Stenka en reemplazo del tipo al que había golpeado, esto para que le devuelvan los perros y a cambio de información, pero reciben un dato más, hay un hombre tatuado extrañamente que puede participar, esto los incita a ir.
(El Stenka, más que una pelea por pelear, tiene sus reglas y actualmente se practica como un arte marcial. Stenka na stenku parece un álbum de metal ruso. Si buscan información sobre este deporte, lo más recomendable sería buscarlo en ruso o en inglés.)
Sugimoto, Tanigaki y Koito deciden participar pues su herido nipón fue herido por los rusos, los cuales les dijeron que un japonés jamás podría contra un ruso, a lo cual Tanigaki dice: ¿olvidaron que ganamos la guerra?, lo cual fue muy cómico para quien entienda la broma vertida en ese comentario. En esta parte se produce una de las mejores escenas, la del “documental”, y una de las mejores imágenes, la del grupo con sus torsos al aire entrando a la arena. Como era de esperar los japoneses ganan y el misterioso hombre se muestra en las sombras.
Debo decir que fue un buen inicio y deja con ganas de más, los misterios siempre estarán a la orden del día. Veamos como avanza la trama, que de por sí promete mucho porque parece que ni a mitad de camino están.
PD: es verdad que los rusos no le tienen miedo a lo osos, en Guerra y Paz los soldados rusos atan a su comandante a la espalda de un oso.