¡Advertencia! Esta reseña sobre 86: Eighty-Six puede contener spoilers. Si aún no has visto la serie, te recomiendo que vayas a checarla y después regreses a leer la reseña.
86: Eighty-Six es una adaptación animada de la novela homónima, escrita por Asato Asato e ilustradas por Shirabi. La historia esta listada bajo los géneros de Ciencia Ficción, Militar y Drama, cuenta con veintitrés episodios cuya adaptación llego de la mano del estudio A-1 Pictures. Como bien se puede intuir por los géneros que la enlistan, esta historia nos narra un drama humano acompañado de una campaña militar. Aunque solo decir eso es dejar muy corta la premisa de esta increíble ficción.
La premisa de esta serie puede no ser la más atractiva para el público en general, incluir el género Militar ya podría hacer que muchos den vuelta atrás. Sin embargo el trabajo de guion es un atributo difícil de ignorar para esta historia. Más allá del conflicto bélico existente en el universo de 86: Eighty-Six, el drama humano así como la crítica social impregnada en la historia, hace de esta ficción algo imperdible para los amantes del realismo. Que si bien esta es una obra ficticia, las situaciones que presenta, así como el conflicto que desarrolla, no tardan en sobreponerse a la realidad en la que vivimos.
¿De qué trata 86: Eighty-Six?
Nos ubicamos en la República de San Magnolia, lugar que durante mucho tiempo, ha sido asediado por su vecino, el Imperio Giadian. Responsables de la creación de una serie de drones no tripulados llamados Legion. Tras años de minuciosa investigación la República logro desarrollar sus propios drones autónomos, convirtiendo la lucha unilateral en una guerra sin víctimas, o al menos eso es lo que el gobierno afirma. Pero la verdad es, que no existe guerra sin sangre. Más allá de los muros fortificados que protegen los ochenta y cinco territorios de la República se encuentra el «inexistente» Sector 86. Los hombres y mujeres jóvenes de esta tierra abandonada son tildados como los Eighty-Six y, despojados de su humanidad, pilotean los drones «no tripulados» en cada batalla.
De entre estos jóvenes, en el centro tenemos a Shin, quien dirige las acciones de un destacamento de jóvenes Eighty-Six en el campo de batalla. Teniendo como contraparte a Lena, una «handlers» que dirige al destacamento desde una retaguardia remota. Esta historia comienza cuando Lena se vuelve la nueva handlers, para el escuadrón “Spearhead”, comandado por Shin. Es con la interacción de la idealista Lena con los Eighty-Six que conoceremos la verdad detrás de la guerra, y la crueldad de la republica que “protegen”. Avanzando por un camino sin labrar, hacia un destino detrás del conflicto.
Lo bueno: el armonioso conflicto bélico, ético y moral
86: Eighty-Six es un anime con mucho a su favor, la animación y banda sonora son piezas claves para el deleite que esta obra genera. Sin embargo me veo tentada a decir que el mayor punto a favor que posee es su guion. No significa que sea una historia sin fallas y carente de clichés, pero pese a ello mantiene su propio ritmo y nunca deja de avanzar. Esta es una historia con un conflicto bélico de por medio, es de esperar que la acción sea una constante y pueda pensarse que es su foco principal. Sin embargo, la verdadera belleza de esta serie esta en su historia, la narrativa empleada en cada episodio, los monólogos internos y los elaborados discursos son la verdadera piedra angular de la serie.
El trasfondo político de esta historia nos obliga a preguntarnos constantemente acerca de lo moral y lo ético dentro de los conflictos. La deshumanización de un grupo minoritario, así como la alabanza al grupo privilegiado son situaciones que despiertan la critica mas fuerte de esta historia. Pero la historia no se detiene ahí, al avanzar no solo desata esta serie de críticas, sino que profundizar en las ideologías de la milicia, la hipocresía política e incluso no teme en incursionar en el conflicto del asilo político.
Sin duda el guion es de admirar, en ese mismo sentido podemos decir que el desarrollo de personajes es otro punto a favor. Se trata de una historia de guerra así que las perdidas son inevitables, y como dicta el guion estas perdidas se vuelven un impulso y parte del crecimiento de nuestros personajes. La constante perdida y el tener que seguir avanzando crean una tensión asombrosa a lo largo de toda la serie. Ninguna muerte es un desperdicio, y el avance y retroceso siempre son perfectamente reflejados haciéndonos empatizar enormemente con los personajes.
Lo malo: lo convenientemente inconveniente que a veces resulta el guion
Cuando todo resulta tan bien empieza a parecer cansado, quizás ahí esta la falla principal de esta serie. No es que a nuestros protagonistas todo les salga bien y avancen por un camino de rosas, porque no es el caso. Mas bien se trata de lo contrario, el camino por el que transitan es cuesta arriba y difícilmente tienen un descanso. Ya sea en la republica o en el imperio, nuestros protagonistas constantemente deben lidiar con batallas que de fondo no deberían estar peleando. Así que para que la historia avance es necesario tenerlo en constante conflicto, no solo interno sino también en batallas bélicas con los Legions.
En mi opinión el mayor fallo de esta serie es lo extraordinariamente conveniente que resulta cada batalla, siempre ocurren en el momento ideal para servir de epifanía para algún conflicto interno. Es un recurso valido, pero cuando se usa en exceso se vuelve una simple conveniencia del guion y ya no se siente tan real. Además de las batallas hay mas recursos para hacer crecer a un personaje, jamás se debe subestimar el poder del dialogo, por ejemplo. Siguiendo con la línea de lo conveniente, hay que decir que lo increíblemente poderosos y afortunados que son los protagonistas tampoco les juega mucho a favor.
Aunque no dudo que los años de experiencia les den una cierta ventaja sobre el resto, el que sea una ventaja tan abrumadora, incluso ante veteranos, me parece excesivo. Sumen además la suerte que tiene para salir victoriosos en los últimos minutos por cualquier coincidencia. Realmente el poder del guion juega en ambos sentidos, en el bueno y en el malo para casos como este.
Comentario final
86: Eighty-Six es un anime con un visual increíble y con un guion aun mejor. Como ya expuse arriba, el punto fuerte de esta historia es al mismo tiempo su mayor talón de Aquiles. Sin embargo, eso no significa que no se pueda tener un cierto equilibrio que ayuda a disfrutar enormemente esta historia. De hecho, en cuanto se sumerjan en el mundo de esta historia, se verán inclinados a dejar pasar esas conveniencias de guion en pro del detalle soberbio que cae en la constante critica y el abrumador desarrollo de nuestros personajes. Otro punto que los hará disfrutar mas la historia es el punto de quiebre en que se divide la historia, pues tenemos tres tempos a seguir, el tiempo en la república, el tiempo de “libertad”, y el tiempo en el imperio.
Continuando con la costumbre, y para cerrar con esto, solo resta otorgarle una nota, pues bien, para mí este anime es un 94/100. Es una historia excelente, con un guion soberbio y para mi eso es todo lo que siempre busco en una serie. La animación es otro punto a su favor, las batallas contra los Legions son asombrosas. Y hay que decir que el final ha sido completamente conmovedor, el reencuentro por sí mismo ha dejado esta serie en una escala bastante elevada en mi top personal de animes.
En fin, estas han sido mis impresiones sobre este anime, ahora díganme ustedes: ¿Qué les ha parecido esta historia? ¿Cuál es su opinión respecto al guion? Aquellos que aún no lo han visto, los invito encarecidamente a que le den una oportunidad porque sin duda esta es una joya del genero militar.