En Suzhou, provincia de Jiangsu, al este de China, una fanática del anime se quejó de que la policía se la llevó para interrogarla mientras se hacía fotos en kimono. La controversia se encendió en las redes sociales, y algunos criticaron el exceso de patriotismo. El pasado 10 de agosto, una joven vestida con un kimono blanco con flores rojas y hojas verdes estaba haciendo cola para comprar un refresco en una zona del centro de la ciudad, muy popular por sus restaurantes y bares japoneses, cuando informó de que ella y su camarógrafo fueron rodeados repentinamente por la policía.
La mujer publicó la historia de cómo sucedió el pasado 14 de agosto en Weibo, la principal red social de China. El hashtag correspondiente fue referenciado más de 90 millones de veces, pero fue censurado el 15 de agosto. Según su testimonio, la mujer iba vestida con un kimono y una larga melena rubia, imitando al personaje principal del manga japonés Summertime Render, y la policía se molestó por su apariencia.
Llevar un kimono en público se ha convertido en algo controvertido en China en los últimos años, ya que el patriotismo y el sentimiento anti-japonés han aumentado. Los aficionados a la cultura japonesa, antaño populares entre los jóvenes chinos, se enfrentan a una creciente represión.
En un vídeo supuestamente de un intercambio con la policía publicado en Weibo, la mujer explica que está tomando fotografías, a lo que el agente responde: «Si llevaras un kimono chino, no te estaría diciendo esto. Pero tú eres china y llevas ese kimono. Eres china. ¿No es así?». La vestimenta china Hanfu, tradicional del pueblo Han, se ha hecho cada vez más popular en los últimos años bajo el mandato del Presidente Xi Jinping, que fomenta la cultura tradicional.
Cuando la mujer pregunta tranquilamente por qué le gritan, el agente le responde que es “sospechosa de buscar peleas y causar disturbios“, y varios agentes agarran a la mujer y se la llevan del lugar. El vídeo termina con una escena caótica. El vídeo había sido visto más de 8 millones de veces hasta la tarde del 15 de junio.
Según su publicación en Weibo, la mujer fue interrogada en la comisaría durante unas cinco horas, hasta la 1 de la madrugada, durante las cuales se registró su smartphone, se borraron sus fotos y se confiscó su atuendo. También se quejó de que la policía la “educó” y le advirtió que no publicara el incidente en Internet.
En una publicación en otra red social china, QQ space, la mujer confesó que fue obligada a escribir una autocrítica de 500 caracteres. «La policía me dijo que lo que había hecho estaba mal. Me siento impotente. Me gusta la cultura japonesa y europea, y también la cultura tradicional china. Me gusta la multiculturalidad y me gusta ver anime. ¿Está mal que te guste algo?», escribió. «Me parece que no tengo la libertad de vestir lo que quiero o decir lo que quiero», añadió.
Fuente: Livedoor News
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