En Japón, la Princesa Mako de Akishino se ha casado con su novio de la universidad, Kei Komuro, perdiendo así su estatus de realeza y cambiando su nombre de Mako Komuro. Según la ley japonesa, las mujeres de la familia imperial pierden su estatus al casarse con un “plebeyo”, aunque los hombres no. También se saltó los ritos habituales de una boda real y rechazó el pago que se ofrecía a las mujeres de la realeza al abandonar la familia. Es el primer miembro femenino de la familia real que rechaza ambas cosas.
La BBC informó al respecto: «Se espera que la pareja se traslade a Estados Unidos, donde el Sr. Komuro trabaja como abogado, después del matrimonio. El traslado ha suscitado inevitables comparaciones con los miembros de la realeza británica Meghan Markle y el príncipe Harry, lo que les ha valido el apodo de “Harry y Meghan de Japón”. Al igual que la Sra. Markle, el Sr. Komuro ha sido objeto de un intenso escrutinio desde que se anunció su relación con la Sra. Mako. Recientemente se le criticó por llevar una cola de caballo a su regreso a Japón. Algunos periódicos sensacionalistas y usuarios de las redes sociales consideraron que su peinado, considerado poco convencional en Japón, era impropio de alguien que iba a casarse con una princesa, por lo que también hubo una protesta contra la boda de la pareja».
En una conferencia de prensa, Mako dijo que se disculpaba por las molestias causadas por su matrimonio: «Lamento mucho las molestias causadas y agradezco a quienes han seguido apoyándome», dijo, según un informe de la NHK. «Para mí, Kei es insustituible: el matrimonio era una opción necesaria para nosotros». Kei Komuro añadió que amaba a la Mako y que quería pasar su vida con ella. «Quiero a Mako. Sólo tenemos una vida, y quiero que la pasemos con la persona que amamos», dijo según un informe de AFP. «Me siento muy triste porque Mako ha estado en malas condiciones, mental y físicamente, por las falsas acusaciones», añadió.
«La excesiva cobertura mediática que ha rodeado a la pareja a lo largo de los años ha provocado que la princesa sufra un trastorno de estrés postraumático, según había declarado anteriormente la Agencia de la Casa Imperial (IHA). Su relación ha sido objeto de polémica en el país. El martes, la gente fue fotografiada protestando contra el matrimonio en un parque japonés. Muchas consignas parecían sacar a relucir los problemas económicos de la familia del Kei Komuro, en concreto de su madre. La ex-princesa se comprometió con el Komuro en 2017 y los dos iban a casarse al año siguiente. Sin embargo, el matrimonio se retrasó debido a que la madre del Kei Komuro tenía problemas financieros: al parecer, había pedido un préstamo a su ex-prometido y no se lo había devuelto. El palacio negó que el retraso estuviera relacionado con esto, aunque el príncipe heredero Fumihito dijo que era importante que los asuntos monetarios se resolvieran antes de que la pareja se casara», señaló el comunicado.
Fuente: BBC
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