El pasado 9 de octubre, alrededor de las 15:55 horas, la estación de guardacostas de Shonan en la Prefectura de Kanagawa en Japón recibió una comunicación de un grupo que practicaba paddleboarding (surf con remos) en el océano frente a la costa del puesto de Chigasaki. «Nos hemos adentrado en el océano y no podemos volver», rezaba el mensaje de auxilio.
El grupo estaba compuesto por una instructora de yoga de cincuenta años y cuatro alumnas que había salido del cabo artificial Headland Beach alrededor de las 15:00 horas de ese día. El grupo comenzó a practicar yoga en aguas abiertas y, tras meditar sobre sus tablas de surf, descubrió que había sido arrastrado 500 metros mar adentro.
La instructora intentó llamar a la operadora de la Ciudad de Chigasaki con su smartphone, pero no pudo contactarse. Por lo tanto llamó al número de emergencias para pedir ayudar a los guardacostas japoneses. Poco después, a las 16:00 horas, un transeúnte con una canoa vio a las cinco mujeres varadas y las remolcó hasta la orilla. La noticia fue compartida en foros de comentarios, en donde destacaron opiniones como:
- «Por supuesto, te desviarás del camino mientras meditas encima de la tabla en el océano sin que nadie te detenga. Espero que haya sido una experiencia esclarecedora».
- «Aunque estuvieran en tablas y no en barcos, deberían haber usado un ancla o algo así. Si hay incluso un poco de viento, irán a la deriva».
- «Está bien si es tu afición, pero debes tener cuidado de no poner en peligro a los demás. Meditar en el océano puede ser fatal».
- «Chigasaki tiene unas corrientes bastante fuertes entre la playa y la isla de Uba. Dependiendo de la hora del día pueden cambiar de dirección repentinamente y volverse súper peligrosas. Los lugareños lo saben».
- «Tuvieron suerte de que cinco minutos después de avisar alguien en una canoa las encontró».
Fuente: SoraNews24
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