En una conversación en línea de dos partes, el productor de anime Masuo Ueda abordó el tema de los sindicatos de animadores en la industria del anime, o más bien, la ausencia de los mismos. Hablando con la animadora y diseñadora de personajes de JoJo’s Bizarre Adventure: Diamond Is Unbreakable y Knights of the Zodiac: Saint Seiya, Terumi Nishii, en su canal de YouTube, Ueda explicó que la industria del anime depende en gran medida de los trabajadores freelancer, lo que dificulta su organización colectiva.
Aunque dijo que Toei Douga (ahora Toei Animation) estableció un sindicato, y que la antigua Mushi Productions llegó a emplear a unas 250 personas, debido a las ganancias financieras de toda la industria y a la fuerte reducción de la plantilla a lo largo de los años, ahora es muy raro que los estudios de anime modernos sean grandes empresas por derecho propio. Algunos estudios (como A-1 Pictures y CloverWorks) existen como filiales de grandes empresas, pero la filosofía de gestión es diferente a la de los antiguos grandes estudios.
Debido a la falta de normas unificadas y a que los estudios de anime no suelen tener un control total sobre los presupuestos de producción, es muy difícil acordar un salario mínimo para los animadores. Ueda afirma que incluso si un grupo de animadores decidiera una cifra concreta, no sería difícil para las empresas encontrar diferentes animadores que aceptaran una tarifa más baja (es decir, dumping salarial). Además, algunos veteranos recuerdan los fracasos de la Asociación de Creadores de Animación de Japón (JAniCA) a la hora de impulsar la protección de los trabajadores, y son pesimistas por ello. Ueda y Nishii coinciden en que existe un sentimiento común de apatía entre los animadores, a pesar del acuerdo generalizado de que los salarios deberían ser más altos en todos los ámbitos.
Por otro lado, Masuo Ueda señaló el éxito de los esfuerzos de sindicalización de los actores de voz y los guionistas. Argumentó que, en lugar de intentar arrear a los gatos con un colectivo para los animadores en general, sería más práctico y factible para los directores de animación específicamente adjuntar sus nombres a un grupo que negocie en su nombre. Según Ueda, los directores de animación y los diseñadores de personajes son a menudo miembros fundamentales del equipo de producción, y sus esfuerzos pueden hacer que un programa se convierta en un éxito o un fracaso. Por ello, están en una posición con más poder de negociación que un animador de menor rango. Sin embargo, al estar muy familiarizados con el trabajo de los animadores clave y de los intermedios, un sindicato de directores de animación sería el primer paso para crear un colectivo viable que defienda los derechos de todos los animadores.
Fuente: ANN