El J’Fest es una de las convenciones de cultura pop japonesa más importantes en México, en donde se reúnen los amantes de la cultura nipona de todo el país. Música, anime, manga, cosplay, gastronomía, moda japonesa, dibujantes, expositores e idols, todo se congrega en una reunión al año para sumergirnos en la cultura asiática que tanto nos apasiona.
Este año, el J’Fest llego cargado de sorpresas para complacer a su público. Quizá lo más anticipado de todo, era la presentación de Ana Iriyama, miembro del popular grupo idol AKB48, y por supuesto no podemos olvidarnos del popular grupo DEADLIFT LOLITA, integrado por Ladybeard & Reika. Pero la música no era lo único que nos tenían preparado, ya que la convención fue la sede para el estreno del documental “Big in Japan”. Este documental, protagonizado y dirigido por David Elliot-Jones, le ha dado la vuelta al mundo. La cinta nos cuenta la historia del “ordinario” Dave y su travesía por lograr alcanzar la fama en Japón a toda costa y siguiendo los pasos de grandes “gaijin tarento” (talentos extranjeros) consagrados, como LadyBeard, Kelsey Parnigoni (Idol nacida en Canadá) y Bob “La Bestia” Sapp.
Debajo del escenario
Sin
duda lo más llamativo de estos eventos es lo que ocurre sobre sus escenarios,
pero no podemos olvidar que hay mucho talento debajo también. Además de las
muchas presentaciones que se llevaron a cabo sobre los escenarios, porque había
dos –uno en la planta baja y otro en el primer piso-, el recinto se llenó de
muy variados stands. Como es habitual en esta clase de convenciones podíamos encontrar
los clásicos stand dedicados a la venta de productos importados desde Japón y
Corea. En ellos podías hallar desde cromos, revistas, mangas, playeras, hasta
dakimakuras.
Sin
embargo los stands que siempre llaman más mi interés son los de los artistas. Cada
uno dedicado a promocionar su arte, ya sea de sus personajes originales o los
siempre vivos fanarts de historias famosas, o a veces no tanto. Aunque debo
decir que en esta ocasión encontré menos artistas de los que habitualmente veo.
En ese mismo sentido me atrevo a confesar que hubo artistas que eche en falta. Pero
aquellos que estuvieron y compartieron su talento lograron llenar ese vacío, al
menos así fue en mi caso.
Lo bueno, lo malo y lo curioso
Primero
hablemos de lo positivo del evento. En primer lugar destaco el constante
entretenimiento, el hecho de no dejar el escenario vacío fue un plus, ya que
siempre había algo que ver. En segundo lugar destaco a los artistas invitados,
su carisma y su energía contagiaron a la multitud en segundos. Y en tercer
puesto, pero no menos importante, la distribución de stands, era sencillo
moverte entre los pasillos y localizar al vendedor o artista que te interesaba.
Como
saben, no todo es perfecto y el J’Fest
tuvo sus inconvenientes. Es momento de hablar de lo malo. Primer punto malo, el
tamaño de los escenarios era considerablemente pequeño, y lo mismo con el
espacio que le dejaban al público frente a ellos. Segundo punto malo, el área de
comida, yo sé que es un lugar necesario en este tipo de convenciones, sin
embargo estaba terriblemente mal ubicado y pesimamente distribuido. La hora de
la comida no era exactamente la más feliz para todos. Tercer punto malo, la
asistencia, no piensen mal los asistentes al evento fueron personas
civilizadas. En realidad con esto me refiero al número de asistentes, pues
considerando todo lo que ofrecía la verdad es que la concurrencia fue más baja
de la que anticipaba. Quizá hubo un fallo de difusión, eso explicaría la situación.
Finalmente,
llegó el turno de lo curioso. Tengo que admitir que hubo dos cosas que
abundaban en el J’Fest: las algas y
los trapitos surprise. El primero se debe a las cortesías que ofrecieron a
todos los asistentes de algas secas en su empaque de botana. Caminaras por
donde caminaras hallarías a alguien con sus bolsitas de algas. Y el segundo
caso es un tanto intuible, la aparición de LadyBeard
seguro tuvo mucha influencia en la manifestación de tanto trapito surprise.
Impresiones finales
Como
todo evento, este no estuvo libre de los inconvenientes, pero con todo puedo
decir que fue una experiencia por sobretodo placentera. Los invitados fueron el
plato fuerte y todos quedamos más que satisfechos con ello. Los stands tenían muchísimo
material para hacer llorar a nuestros bolsillos. El ambiente siempre fue de excitación
y diversión ha donde sea que uno fuera. En resumen fue un grandioso evento y en
muchos sentidos cumplió con las expectativas de su público.
Puede
que algunos, como a mí, les haya faltado tiempo para disfrutas de todo. Otros quizá,
quedaron conformes con haber disfrutado solo un poco de todo. En fin, este fue
el J’Fest que yo viví, ¿Cómo fue el suyo?
¿Qué artistas encontraron y cuales ya conocían? ¿Disfrutaron de los invitados
espaciales? ¿Esperas más eventos de este tipo? quienes no son de México ¿Dónde
viven hay eventos similares a este? ¿Les gustaría que hubiera eventos
similares? No olviden dejar sus comentarios y nos estaremos leyendo.
por este tipo de eventos me gustaría ser de México pero ni modo
YO QUERIA IRRRRRRR SOY POBRE
Le falta mucho al evento para ser el mejor hay que reconocer pero es bueno y la verdad en mexico hace mucha falta mejorar este tipo de eventos por desgraia este año no pude ir espero ir al proximo
Yo soy de mexico pero de acapulco y viene una convención llamada concomics nada mas :’v pero no traen grupos idols desde japon o asi en pocas palabras lo siento aburrido pero voy para desestresarme y reirme de algunos y sus intentos de cosplay xd
Con tan solo leer me lo imagino como si estuviera allí. :’3
Gran evento y gran manera de redactarlo 10/10.