En la cúspide de su popularidad, la actriz de voz Yuuko Gotou (Mikuru Asahina de Suzumiya Haruhi no Yuuutsu, Hiro de Hidamari Sketch) hizo una pausa en 2012 debido a una enfermedad autoinmune. Tras casi dos años en el hospital, redujo considerablemente su actividad como actriz de voz, y sólo recientemente ha aceptado nuevos papeles. En una entrevista concedida al tabloide Bunshun Online el mes pasado, Gotou contó su historia inicial con la enfermedad.
Gotou se dio cuenta por primera vez de que tenía lupus eritematoso sistémico (LES), un tipo de enfermedad autoinmune, cuando fue hospitalizada en 2012. Sin embargo, incluso antes de eso, sufría de púrpura trombocitopénica inmune (PTI), un tipo de púrpura que provoca erupciones y hemorragias. La primera vez que experimentó estos síntomas fue en el verano de su tercer año de secundaria. Se describe a sí misma como una estudiante bastante atlética, pero cuando jugaba al voleibol experimentaba un sangrado nasal regular que no cesaba durante horas.
Gotou dijo que al principio no se dio cuenta del alcance de su enfermedad y se sorprendió cuando el médico le dijo que se quedara en el hospital en lugar de terminar su tercer año de secundaria. Su padre se enfureció con ella cuando intentó escabullirse del hospital, diciéndole que podría haber caído muerta. Afortunadamente, los médicos pudieron suministrarle una medicación que le permitió volver a la escuela en octubre.
No obstante, las dificultades de Gotou persistieron. Durante su hospitalización, ganó 20 kilos de peso y tuvo brotes de acné en la cara como efecto secundario de la medicación, lo que le hizo sentirse acomplejada por su aspecto. Se volvió filosófica sobre su experiencia; por el deseo de ser tratada normalmente por sus amigos, decidió hacer bromas sobre su peso. También comprendió que, dado que su vida sería más corta que la media, no debía dudar en hacer lo que quisiera en el tiempo que le quedaba. Esto la llevó a ser más impulsiva a la hora de participar en los pequeños placeres de la vida.
Gotou encontró consuelo a través de una fuente sorprendente. Su clínica estaba situada en pleno barrio rojo, así que acabó haciéndose amiga de las mujeres que trabajaban en un cercano soapland (una especie de negocio de masajes sexuales). Después de ser tratada con piedad y amabilidad por tanta gente a su alrededor, Gotou encontró refrescante la actitud realista de las mujeres de soapland.
«Siempre me he preguntado por qué los pacientes de enfermedades terminales pueden ser personas tan buenas y amables. Yo no podía ser así en absoluto. Siempre que me quejaba o refunfuñaba, la gente me consolaba. Cuanto más lo hacían, más llegaba a pensar que no merecía que me consintieran tanto», comenta Gotou. «Fue entonces cuando conocí a las señoras del soapland, que siempre se quejaban de sus enfermedades con un lenguaje soez, igual que yo. Algunas de ellas tenían enfermedades graves, y era como si nos compadeciéramos todas juntas. Pero para mí fue la primera vez que me sentí a gusto. Esas señoras me salvaron. No se llamaban por sus verdaderos nombres, y hace tiempo que se retiraron, pero gracias, Eve-san y Akari-san. Ahora estoy bien».
Fuente: Bunshun Online vía ANN
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