En un sorprendente giro de eventos, un concierto de música de “Shingeki no Kyojin (Attack on Titan)” en China resultó ser tan decepcionante que el público comenzó a exigir reembolsos antes de que concluyera. La situación se volvió aún más preocupante para los japoneses, quienes cuestionaron si el concierto contaba siquiera con una licencia oficial.
Al inicio del evento, la audiencia permaneció en silencio, pero rápidamente las críticas comenzaron a surgir a medida que las personas expresaban su descontento con la baja calidad del concierto. Incluso después de que terminó el concierto, la furiosa multitud continuó exigiendo reembolsos.
Las personas en Japón que se enteraron del incidente se preguntaron si el concierto tenía una autenticidad oficial y si el video proyectado en el fondo había sido obtenido legalmente, teniendo en cuenta la situación en China. Algunos especularon que, dado que los instrumentos ni siquiera estaban afinados, podría tratarse de un concierto amateur.
Aunque algunos se rieron calificándolo como otro ejemplo de ‘Hecho en China’, otros elogiaron a la audiencia por defender sus derechos. Este incidente plantea serias dudas sobre la calidad y la legitimidad de eventos relacionados con la cultura popular en China, generando preocupación entre los fanáticos y observadores:
- «Pues consiguieron una experiencia de la misma calidad que Shingeki no Kyojin. No sé de qué se quejan».
- «He visto producciones musicales de instituto más competentes que ésta (lo cual es mucho decir, dado el mal estado de las escuelas estadounidenses). Creo que se trata de un caso de “¿cuál es el precio más barato que podemos conseguir?”. La gente que asistió a este evento debería investigar los antecedentes de los intérpretes para ver si son siquiera músicos profesionales».
- «Viendo que solo había unos pocos “músicos”, debería ser obvio que no podrían actuar a gran escala (bueno, dependiendo de la experiencia, pero estos ni siquiera eran aficionados). Pero eso no cambia el hecho de que se trataba de un concierto por el que la gente pagó dinero, esperando obviamente algo (al menos) bueno. Oficial o no, no importa. Si hubiera sido gratis, la historia hubiera sido diferente, pero no era gratis. Así que, por supuesto, la gente se va a enfadar».
- «Al menos no pagaron para que se los comieran o los despedazaran».
- «Supongo que la indignación depende de cuánto cobraron por las entradas».
- «Jaja, la audacia de celebrar un “concierto” con gente al azar agarrada de la calle, claramente con menos de 6 meses tocando sus propios instrumentos».
Fuente: @roaneatan en Twitter