En el norte de Tailandia, afectado por la sequía, los habitantes de un pueblo llevaron a cabo un ritual para invocar la lluvia, utilizando un peluche del popular Doraemon como sustituto del tradicional gato vivo que se sacrifica en este tipo de ceremonias. La preocupación por posibles acusaciones de crueldad animal llevó a la comunidad a optar por el icónico personaje de anime, conocido por ser un gato robótico que viaja en el tiempo.
El ritual consistió en cargar el peluche de Doraemon en una jaula de madera y llevarlo por todo el pueblo, ubicado en la provincia de Phrae. Los agricultores locales, dedicados principalmente al cultivo de maíz, están luchando por irrigar sus campos debido a la falta de lluvia, lo que ha afectado gravemente sus cosechas.
La elección de Doraemon como sustituto se debió a la imposibilidad de encontrar un peluche de gato más realista, según informa el reporte. La ceremonia incluyó llevar el peluche a lugares sagrados alrededor del pueblo y culminó con una ceremonia en un monasterio cercano, según informaron los medios en Tailandia.
La temporada de lluvias en Tailandia generalmente comienza en mayo y se extiende hasta noviembre, pero hasta ahora, el país sigue esperando la llegada de las precipitaciones que alivien la sequía. Sin embargo, el curioso sacrificio de Doraemon no pasó inadvertido:
- «La última vez que se hizo, llovió de lo lindo y Doraemon fue consagrado en un templo por los felices aldeanos. Doraemon es un dios en Tailandia».
- «El templo de Ayutthaya está dedicado a Doraemon para desear buena salud y buena fortuna a los niños, y se le trata como a un dios todopoderoso».
- «Pero, ¿Doraemon no era un mapache?».
- «Según la serie y los cómics, originalmente es un gato-robot. Le gusta hacer de Mii-chan su novia. Tiene cola y bigotes de gato. Aunque le dan miedo las ratas (según los episodios, fueron las ratas las que le comieron las orejas, de ahí el miedo que les tiene Doraemon). Poco después de perder las orejas, lloró mucho y se hundió en su propio charco de lágrimas, lo que hizo que su color pasara del amarillo original al azul. La falta de orejas y esos grandes ojos ovalados junto con su baja estatura (todo es culpa del fabricante) hacen que cualquier extraño lo perciba como un mapache azul».
- «Doraemon parece feliz de ser reconocido como gato aunque no tenga orejas».
- «Este es un mundo especialmente amable».
Fuente: Blog Esuteru