En las adaptaciones al anime de hoy en día es muy común que los proyectos se limiten a una producción de solo doce o trece episodios (dependiendo de su fecha de estreno en la temporada), a excepción de algunos contados casos que superan esta cantidad. ¿Por qué se ha convertido esto en una tendencia en la industria?
1. Temas no convencionales
La gran mayoría de las producciones que se emiten hoy en día no tratan temáticas “convencionales” de la industria, como el concepto de “convertirse en el mejor de todos”, el cual es el más gastado y aprovechado por series como My Hero Academia, Black Clover, entre otras.
Estas temáticas “convencionales” (también conocidas con el término de “mainstream”) captan fácilmente la atención de los fanáticos, por lo que, naturalmente, tienen la posibilidad de producir más episodios de lo normal gracias a este apalancamiento.
Una serie con una temática más enfocada a otros públicos no puede gozar de este beneficio, y en gran parte de los casos estarán condenados a solo tener 12-13 episodios, como parte de una decisión inteligente del comité de producción, quienes determinan si valdrá la pena llevar una serie “al siguiente nivel” y continuarla. Una cantidad baja de episodios les permite medir si el impacto de la serie le da la oportunidad de continuar.
2. Prevención de riesgo
Para este caso, vale la pena mencionar el anime Honzuki no Gekokujou. Con una temática “isekai” su éxito estaba parcialmente asegurado, pero el comité de producción decidió hacer solo catorce episodios. Sin embargo, una excelente recepción llevó al estudio encargado a decidir producir una segunda temporada, y ahora hasta una tercera.
La misma situación sucedió con Hamefura. La serie tuvo una recepción tan sobresaliente que ahora tiene una segunda temporada para el año 2021, cosa que no sería posible si la producción no hubiera sido tan bien recibida (y también el desempeño en ventas de Blu-ray/DVD tuvo algo que ver).
Entonces, ¿por qué se habla de una “prevención de riesgos”? Precisamente porque los comités no saben si una serie tendrá éxito hasta que sea lanzada. Claramente este es un concepto que las segundas temporadas de series populares (como Re:Zero, Fire Force, Tate no Yuusha, etcétera) seguramente nunca conocerán. Sin embargo, los comités no pueden arriesgarse a producir una nueva serie con 24 episodios o más si existe demasiada incertidumbre sobre su éxito.
Con solo doce episodios un anime tiene un costo menor de producción, un menor riesgo en el mercado y menores preocupaciones para el comité de producción. En el peor de los casos, la serie simplemente es olvidada y el comité se enfoca más en la venta de mercancías o utiliza la popularidad para impulsar el material de origen.
Es por lo anterior que las producciones originales muy difícilmente tendrán más de doce episodios, puesto que existe demasiado riesgo cuando se realiza un anime del cual los espectadores no tienen ni idea sobre el concepto.
3. Presupuestos
Tal como fue mencionado anteriormente, una producción de anime cuesta mucho, mucho dinero, millones de yenes por cada episodio. Hace unos años el costo de producción de un anime completo de doce episodios superaba fácilmente los dos millones de dólares.
No todos los estudios de animación gozan de los mismos presupuestos, puesto que deben labrar su nombre con reconocimiento dentro de la industria del anime. No todos los estudios de animación son como Toei Animation o Madhouse, por lo que un presupuesto de dos millones de dólares debe ser administrado con prudencia.
Es demasiado dinero para recuperar si el anime resulta un fracaso o si no consigue una audiencia lo suficientemente grande como para producir una continuación.
4. Expectativas
Tristemente, para la mayoría de las personas en la actualidad, es mucho más fácil y cómodo sentarse a ver una serie de doce episodios que una con una mayor cantidad.
Muchos fanáticos en la actualidad se alejan de las series largas, y es un pretexto (bastante ridículo) que algunos utilizan para no darle oportunidad a series como One Piece. Sin embargo, tienen algunos puntos a favor, dado que una serie de doce episodios:
- Avanza mucho más rápido y puede mantener la atención de los fanáticos sin necesidad de relleno (dependiendo la serie, si un anime de doce episodios mete relleno está bastante mal entonces).
- Gran parte del público objetivo tiene el suficiente tiempo para sentarse a ver una serie de doce episodios que, en general, toma cuatro horas.
- Doce episodios son suficientes para que alguien decida si le gusta o no el concepto presentado en la serie y, para continuar, se salta al manga o la novela ligera.
Claramente los estudios se han dado cuenta de esto y lo han usado para su beneficio, por lo que todos salen ganando. La tecnología, la vida y el siglo XXI se viven tan deprisa que “el tiempo es oro”, por lo que, a menos que una serie tenga toneladas de contenido original y atractivo para el público, un movimiento seguro es solo hacer doce episodios.
5. El infame “material de promoción”
Muchos han leído la frase “el anime solo se hizo para promocionar el manga/las novelas” cuando pregunta si habrá una segunda temporada. El sentimiento de frustración es bastante grande, tanto que algunos deciden continuar con la historia yendo a leer el manga o las novelas ligeras.
Si lo anterior le ha ocurrido al lector, significa que el estudio cumplió con su cometido. Usar un anime de doce episodios para promocionar el material original es siempre una propaganda suficiente con la que el estudio gana dinero y las ventas aumentan.
Tal es el caso de No Game No Life y Hataraku Maou-sama, dos animes que se convirtieron en los más populares de sus temporadas y que, en consecuencia, aumentaron exponencialmente las ventas de sus respectivas novelas ligeras. Algunos tienen la teoría de que, si se quiere que haya una segunda temporada de estos animes, entonces las ventas deben bajar para que los comités recurran nuevamente a esta técnica de mercadotecnia, sin embargo, nunca se ha comprobado.
Fuente: Anime Motivation