El caso del trágico incendio en Kyoto Animation, que cobró la vida de 36 personas y dejó a 32 con heridas graves, vuelve a los tribunales mientras la defensa de Shinji Aoba, el responsable del ataque, apela su sentencia de muerte. Aoba, de 46 años, fue condenado en enero de 2024 por un tribunal de Kioto, donde se determinó que tenía plena capacidad para distinguir entre el bien y el mal en el momento del crimen, lo que permitió que se le dictara la pena de muerte. Sin embargo, la defensa ahora ha presentado nuevos argumentos en la Corte de Apelaciones de Osaka, cuestionando esta conclusión.
El ataque, que ocurrió el 18 de julio de 2019, fue uno de los incidentes más devastadores en Japón en décadas. Aoba irrumpió en el primer estudio de Kyoto Animation, roció gasolina sobre los empleados y provocó un incendio que destruyó por completo el edificio. Según los informes, Aoba actuó motivado por la creencia errónea de que el estudio había plagiado una de sus obras.
Argumentos de la defensa en la apelación
En la nueva fase del proceso judicial, la defensa de Aoba argumenta que hubo errores en la evaluación del estado mental del acusado en el juicio anterior. Aunque no cuestionan los resultados de las evaluaciones psiquiátricas realizadas, sostienen que el tribunal de primera instancia no interpretó adecuadamente los hallazgos. Durante el primer juicio, se diagnosticó a Aoba con trastorno delirante, y su defensa alegó que se encontraba en un estado de inimputabilidad o con capacidades mentales gravemente deterioradas al momento del crimen. No obstante, el tribunal concluyó que, aunque su motivación estaba influenciada por sus delirios, tenía la capacidad de controlar sus acciones y evitar cometer el crimen.
Ahora, los abogados defensores han presentado un nuevo informe médico elaborado por un especialista distinto al que realizó la evaluación inicial, con el objetivo de desacreditar la interpretación del tribunal. Además, seguirán argumentando que la pena de muerte mediante ahorcamiento es un castigo inhumano y anticonstitucional, algo que ya habían defendido en el juicio anterior.
El punto clave: la responsabilidad penal de Aoba
El principal desafío en esta apelación será si el tribunal acepta que Aoba no tenía plena responsabilidad penal debido a su estado mental. La corte de Kioto ya había desestimado esta defensa, concluyendo que el uso de la gasolina y la planificación del ataque no fueron influenciados significativamente por su trastorno delirante. Si la Corte de Apelaciones de Osaka encuentra fallos en esta interpretación, es posible que la sentencia de muerte sea anulada o modificada.
Es difícil prever el resultado final, pero históricamente en Japón, las apelaciones que buscan evitar la pena de muerte en casos de crímenes masivos raramente tienen éxito. Aunque el sistema legal japonés permite apelar tanto el veredicto como la sentencia, la magnitud de los crímenes de Aoba y el hecho de que su ataque fue premeditado complican seriamente su defensa. La presentación de nuevos informes médicos podría ayudar a su caso, pero no garantiza un cambio en el veredicto. Además, la sociedad japonesa ha mostrado una fuerte indignación por el ataque a Kyoto Animation, lo que también podría influir en la decisión final.
El proceso de apelación continuará en las próximas semanas, cuando se determinará si el tribunal acepta los nuevos argumentos presentados por la defensa y si Aoba será capaz de evitar la pena máxima. Sin embargo, dada la gravedad de sus actos, parece poco probable que logre eludir la sentencia de muerte.
Fuente: Livedoor News