Es muy probable que gran parte de los fanáticos del anime de hoy en día ni siquiera estaban vivos cuando esta industria comenzó a ganar importancia. Sin embargo, eso no quita el hecho de que sí han estado presentes durante la emisión de importantes series que marcaron el mercado.
La industria del anime viene de una larga historia, desde ser prácticamente desconocida hasta su fama mundial. Y es conocida incluso por celebridades en varias partes del mundo, a pesar de que ha sido varias veces censurada de emisiones en televisión.
Entonces, ¿cómo ha cambiado la industria en los últimos 57 años? Los cambios más obvios son en los estilos de dibujo, y ese es el primer aspecto que se revisará en esta artículo a través de una línea temporal que transcurre entre los años 1961 y 2018.
1961 – Instant Story
1964 – Astro Boy
1964 – Shounen Ninja Kaze no Fujimaru
1965 – Uchuu Shounen Soran
1965 – Jungle Taitei
1967 – Ribbon no Kishi
1970 – Ashita no Joe
1974 – Alps no Shoujo Heidi
1979 – Versailles no Bara
1982 – Waga Seishun no Arcadia: Mugen Kidou SSX
1985 – Musashi no Ken
1988 – Sakigake!! Otokojuku
1991 – Taiyou no Yuusha Fighbird
1994 – Magic Knight Rayearth
1998 – Cardcaptor Sakura
2002 – Full Metal Panic!
2005 – Blood+
2007 – Baccano!
2009 – K-ON!
2012 – Oda Nobuna no Yabou
2015 – Shokugeki no Souma
2016 – Haikyuu!!
2017 – Shingeki no Kyojin
2018 – Violet Evergarden
Antes de que comentes “¿Por qué no mencionaste “x” serie en “y” año?“, y la razón es porque nunca terminaría de listar todas las series de cada año. Dejando eso de lado, hay varios puntos que resaltar respecto a cómo evolucionó el aspecto visual:
- Los colores se han vuelto más cálidos y brillantes.
- Los diseños de personajes son cada vez más realistas si se comparan con sus antecesores.
- La animación es más fluida y rica.
- El estilo artístico es más detallado y placentero.
- Finalmente, ahora incluso existen estilos de arte único dependiendo el género de la animación, nótese en este punto que un estilo de arte moe no encaja del todo en una serie ecchi.
Con la excepción de las series de horror (que en general poseen una estética más oscura), el anime actual tiende a mostrar escenarios y personajes más cercanos a lo real. Sin embargo, eso no es lo único que ha cambiado desde 1961.
Fan Service
Si se comparan las series antiguas con las nuevas, el fan service se ha vuelto tan asfixiante que a veces roza el límite con el género hentai. Sin embargo, aunque esto no es tan malo como suena, en realidad el punto en contra es que casi todas las series recurren a los mismo trucos que el espectador ya conoce de memoria. Es como ver el mismo striptease mil veces.
Sin embargo, parece que el fan-service ha dado un “pequeño” paso hacia atrás recientemente, y nótese que “pequeño” es una referencia a lo que se está haciendo hoy en día.
Estilos de dibujo
Si bien Dragon Ball Super llegó a demostrar en algunos de sus episodios iniciales un estilo de dibujo desastroso que varios usuarios exponían a través de la captura de diversos fotogramas (como el mostrado abajo), no está de más mencionar que la tercera temporada de Nanatsu no Taizai quedará marcada como uno de los exponentes de todo lo que no debe hacerse en una producción.
Y aunque varios podrán decir que no fue culpa de Studio Deen, ya que fue sub-contratado un estudio menor para realizar esta serie, en la industria las opiniones subjetivas no funcionan, y es que la responsabilidad nunca dejó de ser de este estudio.
La tecnología de hoy en día está a la vanguardia de todo lo que hacemos, Debido a esto, es fácil animar, dibujar, diseñar, escribir y básicamente hacer cualquier cosa con menor esfuerzo. Esto ha hecho que los animadores sean más perezosos (o al menos los alienta a serlo). ¿Por qué? Las series antiguas nunca tuvieron el privilegio de verse bien, así que en ese entonces los animadores tuvieron que trabajar bastante con lo que tenían.
¿Pero y actualmente? Parece que hay mucho espacio para la pereza, ya que las técnicas de animación y la tecnología han evolucionado. Aunque no está de más mencionar que las pésimas condiciones de trabajo de los animadores podrían estar jugando un papel importante en esto.
Duración
En los años 90, las series fácilmente llegaban a superar los cien episodios. De hecho, una serie “corta” rondaba los 50 episodios, por lo menos. En 2018 no es de sorprenderse que, cuando se anuncia un nueva anime, el espectador ya sabe que tendrá 12 episodios, o máximo 24.
Hay algunas razones para ello:
- Tenemos menos tiempo: Hoy en día todo lucha por captar nuestra atención. Internet, aplicaciones, anuncios en línea, redes sociales, la lista es enorme. Así que es más fácil ver una serie de doce episodios que una de más de 300. Muchos aseguran que es por ello que muchos deciden no darle una oportunidad a One Piece.
- Presupuestos: Parece que las compañías productoras de anime ahora son más conscientes de en qué gasta el dinero que antes. Y esto no debería sorprender al lector puesto que basta con ver cuántas producciones se realizan al año.
- Sobreproducción: Hay tanto contenido de anime produciéndose hoy en día, que no es de extrañar que muy pocas series superen los doce episodios. Si un estudio lanza cinco o diez series al año, es de esperar que cada una de ellas sufra en términos de duración, o incluso en términos de tener un buen guion.