En China, la fiebre por el anime y el manga ha alcanzado niveles históricos, con una estimación sorprendente de más de 500 millones de fans en el país. Este fenómeno ha impulsado un crecimiento significativo en las industrias relacionadas, desde eventos temáticos hasta la venta de productos derivados. Empresas japonesas como Animate, una de las mayores cadenas de tiendas de productos de anime en Japón, han aprovechado este auge para expandir su presencia en el mercado chino.
En 2023, Animate abrió su tienda insignia en el corazón de Shanghái, en una de las zonas comerciales más transitadas de la ciudad. Desde su inauguración, el local ha estado abarrotado de fanáticos, demostrando el potencial del mercado. Según representantes de Animate, la creciente demanda supone tanto una oportunidad como un desafío, ya que buscan adaptarse a las variadas necesidades de los consumidores chinos. En noviembre, la empresa continuó su expansión con la apertura de su quinta tienda en el país, ubicada en Chengdu, provincia de Sichuan.
Una característica distintiva del auge del anime en China es que atrae tanto a adolescentes como a adultos, quienes compiten por adquirir productos relacionados con sus personajes favoritos. Una visitante de la tienda en Shanghái compartió:
- «Empecé a ver anime hace unos 13 o 14 años. Los productos son adorables, y coleccionarlos me da una sensación de logro. Al principio pensé: ‘¿Quién gastaría 400 yenes en este pedazo de metal?’. Pero cuando comencé a comprar, me enganché por completo. Ahora pienso: ‘¡400 yenes es barato!’».
En su hogar, esta fanática tiene una estantería repleta de figuras, llaveros y otros productos de sus personajes favoritos. Aunque el mercado chino de productos relacionados con el anime está en auge, no está exento de dificultades. La regulación gubernamental y las cuestiones legales son un factor clave. A pesar de las políticas restrictivas que han afectado la difusión de contenido extranjero, el consumo de productos derivados ha crecido rápidamente.
Un aspecto preocupante es la proliferación de mercancía pirata, que ha generado desconfianza en los consumidores. Un visitante comentó: «La popularidad está bien, pero es difícil distinguir si los productos son originales o falsificaciones. En eventos oficiales parece seguro, pero en tiendas comunes es complicado saberlo».
Además, las leyes culturales y sociales recientes han causado cierta confusión. En agosto de 2022, se aprobó una normativa que penaliza la vestimenta considerada “no acorde a la cultura china”, lo que incluye posibles restricciones a los cosplays de personajes de anime y a la ropa tradicional japonesa como el kimono. A pesar de esto, las convenciones de cosplay en ciudades como Shenzhen continúan atrayendo multitudes, con fanáticos disfrazados de personajes populares del anime japonés.
En Japón, la expansión del anime en China ha generado reacciones mixtas. Aquí algunos comentarios destacados:
- «China tiene 500 millones de fans, ¡es un crecimiento impresionante!».
- «Con las regulaciones del gobierno, sorprende que no hayan impuesto más restricciones».
- «Muchos en China ven anime de manera ilegal, pero al menos las ventas de productos pueden compensar eso».
- «Fui a Shenzhen hace poco y me sorprendió la cantidad de cosplayers de anime japonés».
- «Es irónico que sean anti-japoneses pero amen tanto nuestro anime».
- «El problema es diferenciar entre productos originales y copias. Esto no solo pasa en China, pero allí es mucho más común».
- «¿No había una ley en China que prohibía trajes ‘no chinos’? Esto incluía kimonos y cosplays, pero parece que no se aplica del todo».
- «No sabemos cuántos personajes de anime tienen licencias oficiales en China».
- «Seguro que la mayoría de los productos son piratas».
Fuente: Yahoo! News Japan
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