El portal japonés Myjitsu compartió un artículo señalando que las suspensiones recientes de producciones de anime por COVID-19 son el resultado de que los estudios en Japón están dependiendo demasiado en la mano obra generalmente subcontratada desde China.
«La industria del anime en Japón ha sido golpeada de nuevo por la pandemia de COVID-19, pero por sus efectos en China. En particular, la temporada de Invierno-2023 (Enero-Marzo) ha visto suspensiones de emisión una tras otra, y los estudios SILVER LINK parecen estar destacando en este aspecto. El pasado 13 de febrero, los estudios SILVER LINK anunciaron que el séptimo episodio de la segunda temporada de “BOFURI: I Don’t Want to Get Hurt, so I’ll Max Out My Defense” sería retrasado dos semanas».
«El motivo fue que, y citamos, “desde finales del año pasado, la producción se ha visto retrasado debido a la pandemia de COVID-19 en China. En consecuencia, tomamos la decisión de posponer la emisión de nuevos episodios”. Y continuó el comunicado: “Luego de la reanudación, los episodios serán emitidos de forma regular hasta el décimo episodio. Sin embargo, al respecto de los dos últimos episodios (undécimo y duodécimo), se confirmará el estado de los mismos próximamente”, lo que da indicios de que esta segunda temporada podría volver a suspenderse».
«Adicionalmente, la segunda temporada de “Maou Gakuin no Futekigousha” ha sido retrasada también cuando ya se encontraba en emisión. Por otra parte, “Ayakashi Triangle” es otra serie que también ha sido suspendida. Y aunque es producida por los estudios CONNECT, hay que señalar que es una subsidiaria de SILVER LINK. Con esto, las tres series producidas por SILVER LINK y sus subsidiarias esta temporada, han desaparecido de la televisión».
«Los problemas de SILVER LINK han llamado la atención de los fanáticos, con comentarios como: “¿Acaso SILVER LINK está derrotado esta temporada?“; “Estamos dependiendo demasiado de China” y “Oh dios, SILVER LINK está acabado“. No solo obras de SILVER LINK, proyectos como “NieR: Automata Ver.1.1a“, “UniteUp!” y “Kubo-san wa Mob wo Yurusanai” han sido suspendidos uno tras otro. Además, otros proyectos como “Saint Cecilia and Pastor Lawrence” y “Masamune-kun no Revenge 2nd Season“, que iban a estrenarse en abril, han sido retrasadas hasta julio, y la industria del anime sigue tambaleándose en una serie de suspensiones que probablemente continuarán».
«Y en todos los comunicados se ha hecho mención a la misma causa: “la propagación de la pandemia de COVID-19”. Dependiendo del anime, la mención a China se omite, pero de hecho, muchos estudios en Japón subcontratan personal de animación desde China, pero ahora se encuentran inhabilitados por el regreso de la pandemia al gigante asiático. La industria del anime en Japón está pagado “factura” por sus decisiones de producir cantidades masivas de contenido apoyándose ampliamente en una fuerza de trabajo desde China. La calidad de los animadores extranjeros ha ido mejorando en los últimos años, pero parece que Japón no se preocupa por capacitar a su propia gente».
Fuente: Myjitsu