La veterana animadora Terumi Nishii ha recurrido a las redes sociales para expresar su frustración ante lo que percibe como demandas irrazonables de corrección política en la producción de anime. Nishii, quien ha trabajado como directora de animación en varios animes como “Jujutsu Kaisen 0“, “Jojo’s Bizarre Adventure“ y “Death Note“, compartió su experiencia en una serie de tweets.
Nishii relató un incidente en el que un cliente extranjero solicitó que los personajes negros en su trabajo tuvieran narices definidas para distinguirlos adecuadamente de otros personajes, que típicamente carecen de detalles en las fosas nasales. Ella argumentó que esta solicitud alteraría el equilibrio visual de los personajes y crearía un nivel de realismo inconsistente dentro de la misma serie.
«Ninguno de los otros personajes tenía fosas nasales, así que si solo los personajes negros tuvieran un nivel de realismo diferente, se vería desequilibrado. Al final, se convirtió en una conversación sobre cómo es más seguro hacer los colores de cabello algo como verde lima o púrpura para que no se pueda saber de qué raza son» escribió Nishii.
Nishii destacó la brecha cultural, señalando que el enfoque japonés de indicar la raza mediante un simple tono de piel marrón no se alinea con las expectativas extranjeras de realismo. Enfatizó que la animación japonesa tradicionalmente no prioriza la representación racial. Expresó su frustración porque los productores extranjeros, que a menudo carecen de una apreciación profunda del anime, están presionando para que se realicen estos cambios.
Además, criticó la idea de que la animación japonesa debe ajustarse a las nociones occidentales de corrección política. Argumentó que el anime prospera gracias a su estilo único y que ceder a presiones externas disminuiría su atractivo, citando que ni ella ni los fanáticos domésticos del anime desean tales cambios.
«Debido a esto, no siento ninguna atracción por incorporar la corrección política y crear obras para una audiencia extranjera, y los fanáticos locales del anime tampoco lo quieren. Si hiciéramos eso, quitaría el atractivo del anime, y perderíamos rápidamente. Así que quiero seguir haciendo las cosas según los estándares japoneses», afirmó Nishii.
La animadora también abordó los problemas económicos y demográficos más amplios que enfrenta Japón. Enfatizó la necesidad de abordar la disminución de la tasa de natalidad del país para revitalizar la demanda doméstica de anime. Aunque Japón experimentara un baby boom ahora, señaló que tomaría al menos una década antes de que la industria pudiera permitirse ignorar las demandas del mercado extranjero.
Expresó su preocupación por el futuro, esperando que se tomen medidas para asegurar la libertad de la próxima generación de animadores. «Incluso si tenemos un baby boom ahora, todavía tendríamos que adaptarnos a las sensibilidades extranjeras y hacer cambios durante al menos diez años, así que personalmente no lo veré a tiempo. Pero espero que se pueda hacer algo por el bien de la libertad de la próxima generación. La disminución de la tasa de natalidad. En otras palabras, la política económica», concluyó Nishii.
Fuente: AnimeHunch