Una publicación en un grupo de Facebook por parte del usuario “Virginia Denley-hill” se volvió viral en los foros de comentarios en Japón pues narra la historia de un padre que dedicó un monumento a su hijo fallecido, un gran fanático de la franquicia de Yu-Gi-Oh!. «[Amado hijo, hermano, nieto, compañero, tío y amigo] Vamos, no es educado irse… sin decir adiós», escribe la descripción de la carta.
«Espero que esto permita, mi hijo falleció en abril de este año después de una batalla contra el cáncer. Era un gran aficionado y coleccionista de cartas de Yu-Gi-Oh! (y otras), que decidimos que su lápida reflejara su pasión. Estamos tan contentos con ella que sé que él querría compartirla con otras personas que la apreciaran. El albañil se tomó su tiempo para asegurarse de que fuera casi idéntica a una carta», escribió la publicación. Entre los comentarios se pueden leer a usuarios señalando que la carta es de “Atributo Oscuridad“, pero que la defensa es de cero puntos.
Sinopsis general de Yu-Gi-Oh!
Los acosadores suelen dirigirse a alguien frágil y débil, alguien como Yuugi Mutou. Su bella amiga de la infancia, Anzu Mazaki, siempre está ahí para defenderle, pero no puede depender de ella para siempre. Katsuya Jonouchi, que casi siempre está acompañado por su compañero de sparring verbal Hiroto Honda, tampoco parece una mala persona, a pesar de que siempre le trae problemas a Yuugi. Pero, sobre todo, Yuugi desea tener un verdadero amigo que le comprenda y que nunca le traicione. Yuugi atesora su Rompecabezas del Milenio, un antiguo artefacto egipcio que fue llevado a la tienda de juegos de su abuelo.
Creyendo que resolver el rompecabezas le concederá su deseo, completa el rompecabezas, desatando una nueva personalidad dentro de él: el alma del “Rey de los Juegos”. Oscura, retorcida, fuerte y fiable, la nueva personalidad llamada Yami Yuugi es todo lo contrario a Yuugi. Ante cualquier injusticia hacia él, Yami Yuugi se apodera del cuerpo de Yuugi y obliga al oponente a participar en un “Shadow Game”. Hay mucho en juego, ya que quien pierda tendrá que probar la oscuridad que reside en su propio corazón.
Fuente: Otakomu
© 高橋 和希 (著) / 集英社