Japón no es ajeno a los desafortunados delitos de perversión, pero normalmente cuando se atrapa al delincuente, éste es sorpresivamente honesto sobre lo que hizo y por qué. Pero a veces no quieren admitir lo que han hecho, como ocurrió con un caso reciente en una escuela primaria de la Prefectura de Gunma.
Hirotoshi Ono, un profesor de 28 años que trabajaba en la escuela, fue detenido por dejar su smartphone en el vestuario de las chicas y grabar con él. Al parecer, estaba escondido dentro de la tapa de un diccionario, y la policía investigó tras ser contactada por el director de la escuela. Aunque Hirotoshi ha admitido haber dejado el smartphone dentro del vestidor de las chicas, también ha dicho esto respecto a por qué lo hizo: «Lo dejé allí en caso de que hubiera problemas dentro del vestidor de chicas».
Eso suena ciertamente como una excusa desesperada de alguien que se aferra al último hilo de negación plausible, y los internautas japoneses tienden a estar de acuerdo: «¿Realmente cree que esa excusa tiene algún sentido?», «Ah, vale. No hay problema. Si lo hiciste por eso, no es gran cosa», «¡Eso no está bien ni siquiera si fuera la verdad!», «Parece que últimamente hay más crímenes de este tipo que implican a profesores» y «Pero, ¿podemos aplaudir con gusto por el impresionante director?», fueron los comentarios más destacados en los foros en los que se compartió esta noticia.
Fuente. SoraNews24
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