El doctor que salvó al culpable del ataque a Kyoto Animation narró su experiencia

avatar Andrés Giovanni Jiménez Mendoza29/04/2021 0

El portal japonés Yahoo! News Japan publicó un extenso artículo sobre Takahiro Ueda, el médico que atendió las heridas de Shinji Aoba, el sospechoso principal del ataque incendiario a los estudios Kyoto Animation en julio de 2019. El artículo detalla el trasfondo de la vida del médico, el ingreso de Aoba a las instalaciones, sus conversaciones con el médico y las subsecuentes secuelas psicológicas.

Kyoto Animation

«Seré sentenciado a muerte de todas formas“. El hombre, que sufrió múltiples quemaduras en el 90% de su cuerpo, dijo esto al médico que le salvó la vida. Él es Shinji Aoba, el sospechoso principal en el ataque incendiario al primer edificio de los estudios Kyoto Animation, que arrebató la vida a 36 personas. ¿Cómo hizo el médico Takahiro Ueda, quien estuvo a cargo de su recuperación y tratamiento, para tratar con este individuo acusado de asesinato múltiple?».

«Takahiro Ueda supo sobre el incidente en los estudios al mediodía del 18 de julio de 2019, escuchando que un hombre invadió las instalaciones del primer edificio, regó dos bidones de gasolina y les prendió fuego. En ese momento, Ueda estaba trabajando en las unidad de cuidados intensivos en la Prefectura de Osaka, en el Hospital Universitario de Kinki. Un médico veterano del Centro Médico de Kioto preguntó cuántas personas podrían ser transferidas de emergencia, y Ueda comprendió la gravedad del asunto».

«(Omisión) El director del centro de cuidados intensivos, con quien Ueda había ya entablado una relación amistosa, le preguntó si podía encargarse de un paciente. Su condición era seria, y Ueda era el único que podía tratarlo. Ueda recordó al respecto: “En ese momento tuve una intuición. Pensé que podría tratarse de ese sujeto”. Ese paciente era Shinji Aoba, el sospechoso principal, quien estaba inconsciente y con todo su cuerpo afectado por graves quemaduras. “Tenía prácticamente todo el cuerpo quemado. Estaba seguro de que moriría”. Pero la información se filtró, y todo el mundo ya estaba enterado que Ueda estaba a cargo del paciente. Una serie de pesados días daría inicio».

«“Luego de que le comenté a la Policía de Kioto que no tuvieran altas expectativas al respecto, comencé los primeros pasos de este largo tratamiento”. Ueda recuerda que primero retiró la piel quemada con instrumentos quirúrgicos. Si bien las quemaduras están clasificadas en tres categorías, con la tercera siendo la peor, Aoba sufrió quemaduras de tercer grado en el 90% de su cuerpo, por lo que las expectativas eran bajas. “En las de tercer grado, la piel no se regenera. Las venas en la dermis están carbonizados, causando problemas de circulación. Si la sangre no circula, el tejido muere. Este genera necrosis y el veneno procedente del tejido muerto puede expandirse a otras parte”, explicó»

«Durante el incidente en Kyoto Animation, Aoba estaba usando una cangurera, que permitió un total de 8 centímetros cuadrados de piel intacta en condiciones favorables. Ueda comenzó a utilizar este limitado segmento para preparar reemplazos para el resto del cuerpo. Durante el tratamiento de Aoba, el médico Ueda fue incapaz de conciliar el sueño, adquiriendo insomnio y despertando cada dos horas, revisando las noticias que le notificaran el estado de su paciente, especialmente que le notificaran si había muerto. Así pasó el tiempo, y Aoba sobrevivió al peor momento, habiendo recuperado ya el 20% de su tejido».

«La consciencia de Aoba regresó tras la segunda cirugía mayor de trasplante. No podía hablar debido a que estaba entubado, pero cuando se miraron a los ojos con Ueda, Aoba asintió. Fue a mediados de octubre, alrededor de tres meses después del incidente, cuando se le retiró la intubación y fue capaz de hablar. “Al principio solo escuché unos susurros, como si hubiera olvidado como hablar”, en ese momento pensé que él no estaba preparado para morir cuando causó el incidente».

Kyoto Animation

«”En ese momento pensé que él también era una víctima”. Parece que no sabía cuántas personas había asesinado, pues dijo: “Debido a que maté a dos personas, seguramente seré sentenciado a muerte de todas formas“. Le respondí, “Si sabes que lo que hiciste estuvo mal, entonces deberás afrontar las consecuencias de tus actos. Primero tiene que aceptar lo que hiciste y después pagar tus pecados, yo te ayudaré a hacerlo. Soy tu doctor y te puedo asegurar que no puedes huir más y no tienes donde esconderte”, le señaló. Ueda platicó con Aoba dos veces al día, por la mañana y por la tarde. De acuerdo con su declaración, Aoba era una persona deprimida que había sufrido rechazo, por lo que considero que no valía la pena seguir viviendo».

«No pudo estudiar porque su familia se lo negó. Aún así, se graduó de una preparatoria a tiempo parcial y consiguió un trabajo a medio tiempo, pero fue posteriormente despedido tras la Quiebra de Lehman Brothers. Pasó dos años escribiendo una novela o algo así, ya que siempre gustó de escribir, y aplicó a un nuevo trabajo, pero fue rechazado. En ese momento, pensó que no había manera de sobrevivir más, y en su desesperación concluyó que una obra de Kyoto Animation le había plagiado su idea. Lleno de ira y frustración, provocó el incendio. Quizás si alguien se hubiera acercado a él y escucharlo, las cosas habrían sido muy diferentes”, declaró Ueda».

«Nuestro trabajo como médicos es salvar vidas, no juzgarlas. No importan sus antecedentes, no somos oficiales para impartir justicia, ese no es nuestro trabajo“, concluyó Ueda. Aoba fue transferido de hospital a mediados del mes de noviembre, tras declararse que podría sobrevivir al traslado. Al momento de su partida, Ueda se le acercó y le preguntó: “Mencionaste que no valía la pena vivir, pero luego de cuatro meses de hablar conmigo, ¿qué opinas ahora?”. Al respecto, Aoba solo respondió: “Tuve que cambiar. Parece que era cierto cuando me dijeron que algunas personas, incluso completos extraños, podrían hablar con alguien como yo”, y partió».

«El tratamiento de Aoba podrá haber terminado, pero las secuelas para el médico Ueda continúan, pues su desorden de sueño no se ha curado. Algunos otros médicos del hospital aseguran que un médico a veces absorbe algunos de los pecados de sus pacientes. Finalmente, le pregunté si volvería a ser médico en otra vida, Ueda se tronó el cuello y respondió con una sonrisa, “Tal vez, es divertido”».

Fuente: Yahoo! News Japan

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Andrés Giovanni Jiménez Mendoza

Amante de la innovación y la ciencia, soy ingeniero electromecánico pero también soy un amante del arte visual y escrito. Me encantan los juegos y animaciones retro, y por el amor a esa cultura es que escribo para este grandioso sitio.

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