En distintos foros japoneses se compartió un artículo publicado por el portal japonés AGORA, titulado «Las series eróticas que se emiten tarde por la noche no deberían usarse para promover una ciudad», en donde el autor señaló los casos de Ochikobore Fruit Tart (Dropout Idol Fruit Tart) y Jashin-chan Dropkick (Dropkick On My Devil!). La publicación no fue tomada en serio por los usuarios, quienes la calificación como “exagerada y dramática“, sin embargo, probablemente ya impulsó a los pequeños grupos que anteriormente reportamos que ya estaban protestando en las calles.
«He escuchado y visto muchas discusiones sobre la forma en que las administraciones locales en las ciudades realizan colaboraciones con producciones de animación para revitalizar su economía, pero soy muy escéptico al respecto. Hay muchos problemas relacionados con la relación costo-beneficio, pero ese no es el problema principal. Las discusiones se realizan centradas principalmente en que no quieren que se hagan colaboraciones “ciudad-anime”».
«Por ejemplo, hay una serie llamada “Ochikobore Fruit Tart”. los personajes están vestidos con reveladores atuendos e incluso se muestran escenas no aptas para todo público. La historia de la serie se desarrolla en la Ciudad de Koganei en Tokio, y esta ciudad en la vida real ha realizado eventos turísticos centrados en esta serie, así como varias tiendas han apoyado estos eventos. Mientras algunas personas han protestado por el uso de esta serie para la promoción de la ciudad, los promotores detrás de la colaboración no responden a las acusaciones, y continúan forzando esta serie erótica en la vida de los ciudadanos».
«Permítanme darles otro ejemplo, esta vez con una serie llamada “Jashin-chan Dropkick”. En este grotesco anime, la malvada “Jashin-chan” es invocada del inframundo hacia el mundo humano y es objeto de una intensa violencia y sometida a tortura por otros personajes. La producción del anime consiguió 100 millones de yenes por parte de la Ciudad de Chitose en la Prefectura de Hokkaido. Sin embargo, el contenido de la producción que se hizo para esta colaboración se centró en Jashin-chan no queriendo ir a Chitose».
«Hay dos problemas con el uso de series de anime eróticas o semi-eróticas para la promoción de una ciudad: El primero es el impacto que esta serie tiene en los espectadores. Por ejemplo, en el caso de “Ochikobore Fruit Tart”, hay una posibilidad de que los espectadores crean que las mujeres reales actúan de esa forma. Usar tal producción para promover una ciudad traerá problemas en el desarrollo cognitivo de los jóvenes y, eventualmente, al orden público».
«El segundo problema es que la “expresión de los grotesco o lo erótico” puede fácilmente dañar a los demás. En 2011, cuando era un estudiante universitario, miré por casualidad la serie “Blood-C”, que estaba llena de situaciones grotescas y violentas, y estuve tan aterrado que no pude dormir bien. Puede concluirse que estas grotescas expresiones tienen el potencial de dañar a los espectadores, especialmente a los más jóvenes. Lo mismo ocurre con las expresiones eróticas, que pueden impulsar a la realización de crímenes sexuales o acoso hacia las mujeres», cierra el extracto.
Fuente: Yaraon!