El 11 de marzo de 2011 a las 14:46 horas (Hora Estándar de Japón), ocurrió el Gran Terremoto de Japón Oriental, un terremoto de magnitud 9.1 grados que creó olas de tsunami de más de 10 metros de altura. El terremoto duró aproximadamente seis minutos y fue el terremoto más potente sufrido en Japón hasta la fecha, así como el cuarto más potente del mundo en los últimos 500 años, medidos o calculados con técnicas modernas. Así, los japoneses recuerdan esta fecha y a los más de 15 mil fallecidos en su ya décimo aniversario con el hashtag #東日本大震災から10年.
Horas después del terremoto y su posterior tsunami, el volcán Karangetang en las Islas Célebes en Indonesia entró en erupción, y la Isla de Honshu habría sido desplazada unos metros al este, mientras que el eje terrestre se habría desplazado 10 centímetros debido al terremoto, demostrando su inmensa intensidad.
Este gran terremoto provocaría reacciones en cadena, destacando el Accidente Nuclear de Fukushima I, la planta nuclear operada por la Tokyo Electric Power Company (TEPCO). Al detectar el terremoto, los reactores activos apagaron automáticamente sus reacciones de fisión, pero el terremoto trajo consigo un tsunami de 14 metros de altura que llegó 46 minutos después, inundando los terrenos inferiores de la planta y destruyendo los generadores de emergencia que circulaban el refrigerante. Todo esto condujo a tres fusiones nucleares, tres explosiones de hidrógeno y la liberación de contaminación radiactiva entre el 12 y el 15 de marzo. La zona de evacuación declarada alrededor de la planta llegó a un radio de 20 kilómetros, obligando a evacuar a 154,000 residentes de las comunidades aledañas.
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